domingo, 23 de septiembre de 2012

El candidato se dirige al país después de su gran triunfo


             UNA REFLEXIÓN DOMINICAL                  


Compatriotas:
Estamos en el umbral de una nueva Venezuela. Hay un camino hacia la Venezuela de nuestros sueños, un país sin resentimientos y unido para el progreso. Esa Venezuela es necesaria y es posible. Lo primero que haremos es abandonar el estado de guerra artificial entre los venezolanos creado por el régimen saliente y dejarlo atrás como un mál recuerdo. Todos seremos iguales ante el Estado y las leyes de la república. No habrá excluídos por razones económicas o políticas.

Pondremos en marcha una combinación de políticas sociales de ayuda y de programas sociales estructurales, porque no debe existir lo uno sin lo otro. La ayuda se convierte en limosna si no se acompaña de programas de largo aliento que puedan crear una sociedad sana, educada y generadora de riqueza. Daremos peces pero también enseñaremos a pescar.

Tendremos una industria petrolera profesional, transparente, dedicada a sus asuntos medulares. Una Corporación de Guayana bien gerenciada, donde cada sector haga su trabajo. Una fuerza armada institucional, no apegada a un hombre ni a un proyecto politico sino a la protección de la democracia y de la libertad. Una agricultura pujante, la cual haga posible un alto nivel de auto-abastecimiento. Tendremos escuelas, hospitales y vias de comunicación que funcionen. Nos empeñaremos en minimizar la violencia criminal y modernizar y humanizar el inaceptable sistema penitenciario existente. 

Nos dedicaremos a promover la industria, la grande y la pequeña, a fin de moderar el papel del estado en la economía nacional. La nación no es solo estado sino es también sociedad civil, la nación somos todos y nunca más debemos permitir que nos dividan en base a la prédica del odio.

Me comprometo a tener un gobierno de amplitud nacional, en el cual todos los sectores politicos sean escuchados y tengan oportuna respuesta.

No habrá más cadenas, las cuales son solo permisibles en momentos de real emergencia nacional. Los medios serán respetados y no se cerrará empresa alguna porque su línea de pensamiento difiera de la acción del gobierno.

Un objetivo central de mi gobierno será la transformación de nuestra sociedad en una comunidad de ciudadanos. Creo firmemente en la alternancia en el poder y abogaré por la continuidad de programas educativos, de salud y de infraestructura de largo plazo que puedan ser traspasados y asumidos por futuros  gobiernos. 

Estamos en el umbral de una nueva Venezuela. Traspasemos ese umbral, viendo con optimismo hacia adelante. Restañemos nuestras heridas espirituales y volvamos a ser el país de hermanos que está tan profundamente arraigado en nuestros corazones.  Queridos compatriotas: hay un camino amplio y generoso abierto ante nosotros. Los invito a recorrerlo juntos, en paz y alegría.  

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