Ramírez&Chávez Refinadores, SII, Sociedad de Irresponsabilidad Iliimitada

Inspeccionando su última "obra"

 El Ingeniero Jesús Luongo, quien ha metido la pata más veces en las últimas tres semanas que en toda su vida anterior (al menos en público), dijo en una reciente conferencia técnica que el régimen chavista tiene once proyectos de refinerías en el exterior y que, de llevarlos a cabo, estos proyectos requerirían unos $68.220 millones en inversiones. Realmente da lástima ver a un ingeniero quien debía estar ocupado en mantener decentemente  sus refinerías domésticas hablar de proyectos insensatos en el exterior y llenarse la boca diciendo que van a invertir esas sumas fuera de Venezuela, cuando la industria petrolera venezolana se va a la mierda. No diré más nada sobre este pobre ingeniero, a quien no conozco,  porque él es apenas un correveidile de los autores “intelectuales” de estas pachotadas: Rafaél Ramírez y Hugo Chávez.   

Por qué y para qué construye un país una refinería en el exterior? Para asegurar mercados para su producción de petróleo crudo, en países de gran nivel de consumo que garantizen un margen de ganancia, donde no existan controles artificiales de precios ni subsidios que conviertan la inversión en un programa de dádivas. Construír una refinería no es un acto de caridad ni un asunto de “prestigio” nacional. Es una transacción comercial. Pero, que son estos once proyectos que promueven Ramírez&Chávez, Sociedad de Irresponsabilidad Ilimitada?

Para comenzar, como bien dice la noticia que firma Ernesto Tovar en El Universal, las refinerías estarían situadas en países ideológicamente “afines”. Que vaina es esa? Desde cuando tenemos una industria petrolera con signos ideológicos? Ya esto sería suficiente para sacar a este par de bufones, Ramírez y Chávez, a trompicones del poder. Luego tendríamos que preguntarnos: tenemos dinero en exceso para invertir en refinerías en el exterior después de atender las nuestras? Y la respuesta es un rotundo no. Ni siquiera atendemos las nuestras, como lo demuestra el desastre de Amuay , las frecuentes paradas forzosas en El Palito y Puerto La Cruz y los incendios semanales en esas refinerías durante 2011. Esto también sería objeto de despido para estos  payasos encargados de destruir la industria petrolera. En tercer lugar deberíamos preguntarnos: tenemos crudos suficientes para nutrir estas refinerías?  Y la respuesta es otro rotundo no. Se requerirían más de un millón de barriles diarios para nutrir solo seis de esas once refinerías, de calidades diversas. Venezuela no tiene esos crudos ni los tendrá en mucho tiempo, si seguimos en manos de este par de ineptos. En cuarto lugar, donde estarían situadas? En países de alto consumo y de divisas contantes y sonantes?  No me hagan reír y llorar! Estarán en Cuba, Nicaragua, Ecuador, en el noreste brasileño, en Vietnam, en Siria (¡!).  No me embromen. Esto es un mál chiste, un chiste cruel. Que diablos tenemos los venezolanos que buscar en esos países cuyos mercados son pequeños o, como en el noreste brasileño, son zonas de gran pobreza y escasa capacidad de pago? Los cacasenos que manejan el país piensan que se puede botar el dinero de los venezolanos para hacerlos lucir generosos. Esto será motivo de cárcel para ellos. Es que Ramírez y Chávez tendrían que tener varias vidas para poder pagar todos los desmanes, abusos y pachotadas que han cometido con la industria petrolera venezolana.  

Por supuesto, ninguna de estas refinerías se construirá. Este régimen está de salida. Sin embargo, que el criminal no logre concretar su crimen no lo exime de responsabilidad sobre sus intentos de cometerlo. Esta gente pretende cometer estos crímenes. No puede hacerlo porque son ineptos, porque no tienen el dinero, porque las cosas en los países “beneficiados” tampoco están bien. Ni Venezuela, ni Vietnam, ni Siria, ni Cuba, ni Ecuador, ni Nicaragua, ni siquiera Brasil, tienen el dinero para estos proyectos. Todos piensan en los Chinos para poner el dinero, mientras los Chinos comienzan a experimentar serios problemas en su economía.

No pueden hacer estas locuras pero las quieren hacer. En mi libro, merecen el mismo castigo que si las hubieran hecho.  

 

·        SIN VARIACIONES