Antes de decir lo que deseo decir
debo comenzar con una revelación (“disclosure”). Lo hago porque estoy en condiciones ideales para
hacerlo, no porque sea particularmente valiente. Tengo casi 80 años, vivo fuera
de Venezuela, no tengo bienes materiales que perder, ni en mi país ni en el
exterior, no dependo del gobierno ni de nadie, excepto de la solidaridad de mi
propia familia inmediata, toda la cual vive cerca de mí, no tengo ambición alguna
de figuración politica. Soy, por lo tanto, libre como el viento (en realidad,
siempre lo he sido). En estas condiciones es fácil para mí decir exactamente lo
que pienso. Lo hago porque lo considero mi deber ciudadano.
Hay tanto miedo de hablar con
entera libertad sobre lo que nos está pasando y sobre lo que hay que hacer!
Hasta los mejores aplican a sus palabras una dosis significativa de cautela, de
cuidado por lo que dicen y como lo dicen, a fin de no aparecer como parias en
la sociedad venezolana o herir susceptibilidades. Entre nosotros mismos, quienes
adversamos la satrapía de Hugo Chávez, existe una cierta auto-censura impuesta
por los mitos y dogmas que el mundo politico venezolano ha ido arrastrando y
consolidando por muchos años y que se han exacerbado bajo Chávez. Será que creen
realmente que esta es la manera de actuar? Eso sería aun más trágico.
A que me refiero? Daré unos ejemplos:
1. Uno
de los dogmas más dañinos en Venezuela es ese de que el Estado debe tener el
control y la propiedad total de las industrias básicas. Esta es una estupidez
que casi nadie en posición de influír sobre la opinión nacional se atreve a denunciar.
Lo básico ha llegado a ser casi todo: el petróleo, Guayana, la electricidad, la
agricultura, la cría de cochinos. Por ejemplo, hay miedo de decir que PDVSA es
irrecuperable. Que hay que botar a miles de reposeros. Que la gerencia en pleno
debe irse por inepta y corrupta, porque aun quienes no han robado han
permanecido en silencio frente al robo. Hay miedo de decir que la CVG tiene que
ser “fumigada”, su gerencia profesionalizada y parte de sus empresas vendidas
al sector privado. Desde tiempo inmemorial oigo la cantinela que para manejar a
la CVG hay que ser guayanés. Que estupidez es esa? Mientras sigamos cargando
estas hipócritas banderas estatificantes y parroquiales el país seguirá en en
el foso.
2. Millones
de venezolanos desconfían del sistema electoral que ha armado el sátrapa pero
seguimos votando sin exigir, de una vez por todas, una auditoria imparcial de ese mamotreto. Los
representantes autorizados de la oposición declaran que no hay fraude pero si hay
ventajismo, como si una cosa no fuera igual a la otra en su capacidad de hacer
al régimen inexpugnable. Una publicación de Brasil, O Globo, exhibe un video en
el cual parecen unos pobres votantes ejerciendo su voto con un “coach” chavista
al lado. Pero nadie en Venezuela se ha
preocupado por eso, algo que en cualquier país digno hubiese sido causal de
impugnación. Y por qué sucede esto? Porque estamos empantanados entre el deseo
de votar, así sea bajo las reglas del sátrapa y la obligación que tenemos como
ciudadanos de insurgir contra estas marramucias. La inerci social nos lleva a
jugar el juego de los hampones del chavismo, que son criminales muy astutos y
tienen la asesoría cubana.
3. Personalidades
apreciadas en nuestro mundo políitico siguen hablando de la necesidad del
diálogo y de la reconciliación (ver mi post sobre lo que dice Eduardo Fernández).
No, mil veces no. No es posible sentarse a dialogar con José Vicente Rangel y
su pandilla de hampones. Hasta cuando andar de guantes blancos entre las
hienas? Como reconciliarnos con un régimen que ha humillado, insultado y
atropellado sistematicamente, por 14 años, a la mitad de la sociedad
venezolana? Co-existir pacificamente con estas pandillas sería como echarle
miel a la mierda.
4. Seguimos
aceptando pasivamente que el sátrapa engañe a los pobres, al guardar esencial silencio
frente a sus aseveraciones demagógicas. Para tener la mitad del país con
nosotros no hacemos ningun ruido. Que hace nuestra gente en la Asamblea Nacional
que no exige un conteo físico de casas efectivamente existentes y entregadas,
que no reta publicamente a estos hampones a probar sus falsedades? Hay que utilizer
la denuncia de manera masiva, no solo dentro sino también fuera del país.
5. La
sociedad civil contempla, paralizada por la inacción, como el descarado y
corrupto Jorge Giordani va a la Asamblea Nacional, año tras año, a decir que el
precio promedio del barril de petróleo para fines del Presupuesto será de $40 el
barril cuando todos sabemos que el precio real es más del doble y que se están
robando miles de millones de dólares en el proceso. Como dejamos que José Guerra
sea casi el único venezolano que batalle en contra de ese trio de malhechores,
Merentes, Giordani y Ramírez, que manejan un fondo paralelo sin transparencia
alguna, del cual han desaparecido sin dejar rastros miles de millones de
dólares? Por qué no armamos un
movimiento cívico sustancial, de denuncia abierta por parte de colegios
profesionales, universidades y ciudadanos venezolanos dignos, en contra de este
asalto masivo al erario público?
6. Hay
mucha resistencia entre nosotros mismos
a definir las políticas sociales de Hugo Chávez como dañinas para la nación y para la misma gente que pretenden beneficiar.
Hasta los opositores más decididos hablan de una reducción de la pobreza bajo
Chávez, sin definir claramente en que consiste la pobreza. Creo que estas
políticas de subsidios, bonos, dádivas y masivas entregas de comida y electrodomésticos
han hecho sentir bien a millones de gente pobre, les ha puesto dinero en el
bolsillo, pero es necesario preguntarnos por cuanto tiempo pueden mantenerse. Esas
políticas contribuyen a afianzar la dependencia del venezolano pobre en el
estado paternalista y no son ni siquiera filantrópicas en su intención sino
politicamente interesadas. Existen hoy pero probablmente no existirán mañana.
Por lo tanto, rendirle homenaje a esas estrategias populistas es un acto
pusilánime generado por el temor de ser considerados “insensibles’, “elitistas:”,
“clasistas”, y otras pachotadas con las cuales nos chantajean verbalmente los
hampones. Las llamadas misiones, sin políticas estructurales de salud, educación
y empleo, son el opio del pueblo.
El país está adormecido y
temeroso frente al saqueo que hace Chávez de los recursos nacionales para
repartirlo entre sus amigotes del hemisferio, frente al endeudamiento feroz con
los chinos por parte de PDVSA, frente a la indignidad a la cual la mitad de los
ciudadanos son sometidos a cada día. Esta lasitud nacional es el signo de la mediocridad,
de la cobardía. El país está de rodillas. Hay mucho miedo.No parecemos ser
capaces de luchar decididamente contra la barbarie.
Solamente para fines de ilustrar
nuestra situación, sin mucho rigor antropológico o geográfico, pienso que no
somos todavía una nación sino un territorio donde habitan tres tribus de tamaño
desigual. Llamaría esas tres tribus, de manera arbitraria y solo para propósitos
diferenciales, chibchas, arawakos y caribes.
Los chibchas son nuestra clase media, de naturaleza empeñosa,con ciertos
niveles de educación, ambiciosos, ahorrativos y trabajdores. Son una minoría.
Los arawakos son nuestra clase pobre, de
naturaleza pacífica, afectuosos, resignados, fatalistas, poco instruídos y
pobremente informados sobre el mundo circundante. Son pasto fácil de los
caribes, una minoría agresiva y guerrera, con pretensions dominantes, caníbales
literales y espirituales quienes han engañado a los arawakos haciéndoles creer
que son sus defensores, para esclavizarlos cuando no comérselos a la parrilla. Solo
cuando los arawakos se conviertan actitudinalmente en chibchas y, juntos,
terminen con los caribes desaparecerán las diferencias tribales, dando paso a la nación.
Eso es correcto Gustavo. Da mucho miedo que las redes represivas (hampa) que han sido estimuladas para ir contra la resistencia, nos hagan daño. No podemos emigrar, no tenemos dinero ni documentación. Bien sabido es cuál ha sido la política de esta gente. Por favor ve a Youtube y busca "Ross Kemp Extreme Venezuela". Encontrarás las razones de nuestro miedo. Te apreciamos mucho desde tu patria.
ResponderEliminarGracias! Ya he visto el documental que mencionas. Como podemos tolerar en silencio y resignación un estado de cosas como ese?
ResponderEliminarGustavo
CORONEL SERA AHORA QUE ERES LIBRE COMO EL VIENTO.
ResponderEliminarEN LA EPOCA DE CAP,QUIEN ERA TU DUEÑO?
JG
PD:EN LA 4TA NO HABIA TIEMPO DE TENER MIEDO,TE LANZABAN DESDE UN HELICOPTERO.
Que obsesion tiene este JG, ya deja la ladilla con Gustavo, por què mejor no te obsesionas con que haya màs seguridad en Venezuela o que los hospitales tengan dotaciòn? Cubano de Mierd....
ResponderEliminarLA OBSESION DE JG CON CORONEL ES LA MISMA QUE LA DE CORONEL CON EL COMANDANTE.......O NO.
ResponderEliminarJG
LA OBSESION DE JG CON CORONEL ES LA MISMA QUE LA DE CORONEL CON EL COMANDANTE.......O NO.
ResponderEliminarJG