Este ensayo forma parte del libro: "La Gran Farsa", coordinado por Alberto Quirós Corradi y publicado por El Nacional la semana pasada.
HUGO
CHÁVEZ: LA GRAN FARSA DE LA HONESTIDAD
No es eso,acaso, lo que tenemos
hoy en día en nuestro país? Después de catorce años de régimen chavista el país está
en caos. La deuda es cinco veces mayor. El petróleo venezolano se encuentra
progresivamente en manos de China, a cambio de dinero para el uso del dictador,
sin transparencia o rendición de cuentas. El narcotráfico se ha multiplicado e
involucra a las altas esferas del gobierno. La corrupción tiene una incidencia
y una intensidad jamás vistas. El caos administrativo es total.
Si el gorilaje militar y la extrema izquierda
de 1991 argumentaban de esa manera para justificar la rebelión armada, como no
argumentar hoy lo mismo, para dar al traste con este funesto régimen? Sin
embargo, una rebelión armada en Venezuela es improbable, precisamente porque el
gorilaje militar y la extrema izquierda están hoy en el poder.
A fin de mantenerse en ese poder
la pandilla chavista ha construído un inmenso edificio de mentiras fuertemente
cementado con dádivas y limosnas. Así como pocos generales mexicanos durante la
revolución de aquél país resistían un “cañonazo” de 10.000 pesos, así pocos
compatriotas venezolanos, sumidos en la pobreza y la ignorancia, o los
parásitos políticos de América Latina, han podido resistir durante estos años
los “cañonazos” de dinero del demagogo pródigo, quien ha reemplazado las
políticas públicas y la diplomacia normal con la limosna y ha pervertido el
concepto de gobernabilidad convirtiéndolo en autocracia y abuso de poder.
La farsa de la honestidad que ha
hecho posible la consolidación de Hugo Chávez en el poder está esencialmente
basada en esas dos grandes mentiras: (1), la limosna, como reemplazo de las
políticas sociales de naturaleza estructural y de las relaciones normales con
otros países del hemisferio, y, (2), la autocracia, como sustituto de una
fraudulenta democracia participativa. A estas dos grandes mentiras regresaremos
al final.
El diccionario nos ofrece varias
acepciones de farsa:
farsa s. f.
1 Obra de teatro breve, de
carácter cómico o satírico.
2 Subgénero teatral
constituido por estas obras.
3 Obra de teatro de poca
calidad o de mal gusto.
4
Acción con que se pretende engañar a
alguien u ocultar algo
La palabra tiene numerosos
sinónimos: enredo, tramoya, mentira, patraña, ficción, fingimiento, hipocresía, engaño, falsedad, fraude, superchería, embuste.
Durante la permanencia de Hugo
Chávez en el poder hemos asistido a un poco de todo lo arriba utilizado para
definir la farsa y sus numerosos sinónimos. Hemos visto mucha comedia, muchas
obras y acciones de poca calidad y de mál gusto y, sobretodo, hemos sido
testigos del uso de la mentira y el engaño como política de estado.
La honestidad, en cambio, es
una cualidad humana que consiste en decir y vivir la verdad, tanto en nuestra
relación con los demás como con nosotros mismos. En este sentido general la
honestidad tiene un importante componente de auto-estima y de respeto por el
prójimo. La mentira y el engaño son, por lo tanto, la negación de la
honestidad.
En este breve ensayo
ofreceremos algunas evidencias de como el régimen de Hugo Chávez ha sido una
continua farsa.
Desde sus años de cadete Hugo
Chávez comenzó a llevar una doble o hasta una triple vida, lo que Frank
Herbert, el autor de “DUNA”, llamaría “una finta dentro de una finta dentro de
una finta”. Ello requirió de una personalidad especialmente hábil para el
disimulo. Así, frente a sus superiores de la Escuela Militar pretendió ser un
estudiante disciplinado y obediente. Jugaba al beisból, recitaba poesía llanera,
era un jóven tranquilo. Ante la familia ( ver “Hugo Chávez sin Uniforme”,
Marcano y Barrera, página 81) pretendió ser neutral y desinteresado por la
política. Pero al mismo tiempo era un conspirador. Como conspirador se
convirtió, aún estudiante, en un traidor a su juramento de defender la
constitución y las leyes de la república. En repetidas ocasiones, ya
presidente, Chávez se ha vanagloriado de esos años de conspiración. “Tuve diez
años conspirando”, dice con orgullo, burlándose de sus superiores quienes, o no
lo sabían, o no le daban importancia. De manera inexplicable la conspiración de
los cadetes y, luego, la de los jóvenes oficiales se desarrolló sin
impedimentos. La atmósfera en la cual
conspiraban era una de benigna negligencia. En ocasiones, dice Arias Cárdenas,
uno que otro conspirador fue reasignado de un sitio a otro a fin de neutralizar
sus esfuerzos, pero no se tomaban medidas en su contra. En la Escuela Militar
Hugo Chávez participó en simulaciones como parte de su entrenamiento militar y
desempeñó, con singular acierto, el papel del Ché Guevara. En esos años Chávez
se puso en contacto con Francisco Arias Cárdenas y con William Izarra, quien
sería seducido ideologicamente por uno de los invasores Cubanos caídos en
Machurucuto.
En una madrugada de Febrero
1992 doce autobuses cargaron a 440 soldaditos bajo el mando de Hugo Chávez
Frías. Iban, les dijo Chávez, a
maniobras militares en el Estado Cojedes. Esa era una mentira criminal. Los
soldaditos iban a Caracas, a intentar
derrocar y asesinar al presidente demócrata Carlos Andrés Pérez. Sin embargo,
una vez en Caracas el líder de los rebeldes se quedó en el Museo Militar, sin
ponerse al frente de las tropas que había engañado. Se consumó, por lo tanto,
una doble mentira: la del engaño sobre el objetivo de la
mobilización y la de ser el líder
efectivo del grupo. Chávez se rindió mansamente y de nuevo, de manera
inexplicable, sus superiores le permitieron vestirse de limpio y ponerse frente
a una cámara de televisión, para ganar simpatías entre el pueblo. En relación
con este suceso se dió el triste espectáculo de un demócrata en plan de
búsqueda de réditos políticos, Rafaél Caldera, excusando si no apoyando a los
traidores desde su curul en el Congreso Nacional. El golpista iría a la cárcel
de Yare, desde donde llevaría a cabo una gran campaña de relaciones públicas
que lo llevó a asociarse con otros farsantes como José Vicente Rangel y Luis
Miquilena. Por un tiempo alguna izquierda venezolana habló de esta asonada
traidora como una “rebelión de los ángeles”.
Una vez preso Chávez en Yare
numerosos demócratas prominentes abogaron insistentemente ante el ya Presidente
Caldera por su liberación, la cual se llevó a cabo poco tiempo después, aún
antes de ser juzgado y sentenciado. Sin embargo, los 200 o más venezolanos
quienes murieron a causa del golpe fallido e inepto liderado por Chávez
continuaron muertos y para siempre olvidados.
1994
Una cosa dijo en La Habana, otra cosa en
Nueva York. Cual de las dos era mentira?
Deshonestidad como candidato
presidencial.
La deshonestidad de Hugo
Chávez, su naturaleza de farsante, se
acentuó durante la campaña presidencial, 1997-1998. Durante esa campaña diría,
una y otra vez: “No soy de izquierda ni de derecha”. Sin embargo, en 1994, en
La Habana, y en 1995, en Venezuela,
había afirmado: “Soy radical, revolucionario”.
1. Entregaré
el poder en cinco años
2. No
nacionalizaré ninguna empresa
3. No
quitaré los canales de television al sector privado
En una entrevista con Jaime
Baily realizada en 1998 Hugo Chávez dijo que el no creía en el socialismo, que
eso era una idea superada.
Sin embargo, una vez elegido
presidente se declaró socialista y dijo que siempre lo había sido.
Ya de presidente, el farsante
se enredó con frecuencia en sus propias mentiras y contradicciones. En una de
sus interminables peroratas afirmó que “el socialismo destruye al ser humano”.
Sus pretensiones de austeridad
relacionadas con los aviones también fueron mentiras. En
2002 se compró un avión AIRBUS por $65-70 millones, de manera ilegal, ya
que el dinero no estaba en el presupuesto. En ese momento, nos dicen Marcano y
Barrera en su libro ya citado, Chávez habló de destinar el avión existente, el llamado Camastrón, al
turismo popular. Sin embargo, no fue así. Este avión comenzó a usarse para tareas
menores de la familia, tales como llevar a la esposa Maria Isabél y a sus hijos
a Disneyworld. Fue tal el desorden que se presentó con los aviones del gobierno
que el piloto presidencial, Juan Diaz Castillo, renunció al ver que la flota
oficial se usaba para darle colas a los amigos y commilitones del presidente.
En una ocasión un helicóptero “Cougar” fue usado para llevarle leche y cerales
a la primera dama, para su desayuno playero, sin duda el desayuno más costoso
en la historia de la república.
Cuando vió La Casona por primera
vez el farsante se quejó de su lujo. Dijo:
“no necesito una casa tan grande…. Yo podría vivir en un apartamento con
mi esposa e hijos….”. Pero no se mudó.
Más aún, algún tiempo después ordenó
mejorar la piscina para el disfrute de
sus familiares, quienes se zambullían con botellas de whisky en mano,
algunos portando armas de fuego, una pandillita de malandros en la casa
presidencial.
En sus primeros tiempos habló de
simplificar la estuctura del Estado. “demasiados ministerios”, decía. Hoy hay
más ministerios que nunca antes en la historia del país, en manos de gente
incompetente. La CVG, por ejemplo, ha tenido once presidentes durante su
mandato. Hoy está en ruinas.
Durante la primera etapa de su
presidencia el otrora pobre muchacho de Barinas, vendedor ambulante de arañitas
cuando niño, descubrió la vida fastuosa y se apegó a ella. Siguió repitiendo,
una y otra vez que no necesitaba nada,
que le bastaba con el amor del pueblo.
Todavía usó por un breve tiempo el liquiliqui, incluyendo unos de color marrón que le daban un aspecto realmente
grotesco. Pero no pasó mucho tiempo antes de que los cambiase, primero, por los
trajes de Clement y luego por la ropa del sastre de moda en Caracas, Giovanni
Scutaro. Pero Scutaro no fue suficiente para quien ya había descubierto que
podía gastar impunemente el dinero de la nación. Comenzó a pedir los trajes
directamente desde Nueva York, a la sastreria BRIONI. En 2004 el paracaidista
de antaño apareció en la TV con un traje de LANVIN de $3000, una corbata de
PANCALDI de $300 y un reloj CARTIER. Con el tiempo adquirirá varios otros
relojes, ROLEX, un Patek Phillipe de $30.000 y, se dice, uno suizo muy
exclusivo de $150.000. Según el diputado Carlos Berrizbeitía, quien sigue con
atención los gastos del farsante, los gastos de viaje de la presidencia durante
2011 serán de unos Bs. 125 millones fuertes, unos $30 millones.Ver: http://twittervenezuela.co/profiles/blogs/gasto-millonario-de-ch-vez-es-denunciado-por-diputados.
Fue en esta misma época que acuñó una de sus mentiras favoritas: “ser rico es malo”.
El Estado, investido de soberanía, en el exterior sólo tiene iguales, pero la justicia internacional no alcanza a quienes, por centrifugados, tendrían que ser mutilados (Ratzel; McKinder). Esas son las razones por las cuales el Jefe de Estado conduce, en soledad, la política exterior y, en soledad, es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales. Inmerso en un peligroso escenario de Causas Generales que dominan el planeta (Montesquieu; Darwin), debo confirmar ante la Honorabilísima Corte Suprema de Justicia el Principio de la exclusividad presidencial en la conducción del Estado”.
Tanto Montesquieu y tanta
palabrería rimbombante, para lanzarle a los invertebrados juristas un brutal
ultimatum!
Para ello sacó a Venezuela de la
Comunidad Andina de Naciones, CAN. Terminó con el Grupo de los Tres. Inició un
acercamiento grotesco con las FARC, en contra de la democracia Colombiana.
Financió a candidatos presidenciales amigos en América Latina, especialmente a
Daniél Ortega en Nicaragua, Cristina Fernández en Argentina, Evo Morales en
Bolivia, Andrés López Obrador en México y Rafaél Correa en Ecuador. Millones de
dólares de los venezolanos fueron utilizados en estas deshonestas maniobras, en
las cuales usó emisarios que portaban maletines repletos de dólares. Ha
pretendido entrar a MercoSur, creando disensión en ese organismo. Ha
estructurado organizaciones que han dado y dan inmensas pérdidas a nuestro
país: PetroCaribe, Unasur, ALBA, CELAC,
algunos semi-fantasmas, pero que le sirven para comprar lealtades en el
hemisferio.
En ningún otro sector de la vida
nacional se hace más evidente la farsa de la honestidad protagonizada por Hugo
Chávez que en el manejo de los fondos públicos. En mi escrito sobre el desastre
financiero venezolano (http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2011/10/el-desastre-financiero-venezolano-1999.html
) hago un análisis de los ingresos y gastos del régimen chavista durante sus 14
años en el poder. En ese escrito llego a la conclusión de que entre $60.000 y
$90.000 millones han ido a parar a los bolsillos de la pandilla oficial,
estimada en unos 1500 miembros principales y de los parásitos extranjeros que
chupan del régimen. Un recuento exhaustivo de la corrupción chavista puede
encontrarse en mis escritos publicados por el Instituto CATO, en Washington
DC, y por CEDICE en Caracas. Los links
para entrar a estos escritos son:
Una de las dos mentiras esenciales de su régimen es la de
la inclusión. Mucha de su popularidad está basada en la política de limosnas
que ha llevado a cabo entre los pobres, a fin de comprar lealtades. Ello le ha
dado a muchos venezolanos la impresión de que es un gobernante que incluye, a
diferencia de los gobernantes excluyentes del pasado. Pero si vemos con
atención lo verdaderamente ocurrido en Venezuela es posible advertir que la
inclusión de sectores pobres de la población que ha llevado Chávez a cabo se ha
hecho a expensas de la exclusión de las clases medias, las cuales han sido
despojadas, humilladas y maltratadas por el déspota. No es aceptable incluir a
algunos venezolanos y llevar a cabo, al mismo tiempo, la exclusión de otros.
Esta farsa ha conducido a una extrema polarización en el país, promoviendo el
odio y la tensión social entre la familia venezolana.
La otra gran mentira sobre la cual está construída el
régimen ha sido la democracia participativa. El déspota criticó duramente el
concepto de democracia representativa, reemplazándola con el de democracia
participativa, aquella en la cual “todos participan”. Pero nada está más lejos
de la verdad. El régimen de Hugo Chávez es unipersonal, autoritario, arbitrario
y abusivo. Está basado en un obsceno culto a la personalidad. Lo que entiende
Chávez por “participativo” es “participarle” al país desde sus “Aló
Presidente”, a control remoto, lo que él ha decidido hacer. Como se comprenderá
esta es una farsa absurda. Nadie puede manejar un país solo, mucho menos una
persona de mentalidad desequilibrada y de escasa educación como Hugo Chávez.
Los resultados están a la vista.
Fuentes de
referencia utilizadas
1. “Hugo
Chávez sin Uniforme”, Cristina Marcano y Alberto Barrera Tyszka, Caracas, 2004.
Excelente análisis sobre el farsante.
2. www.lasarmasdecoronel.blogspot.com
, dedicado a documentar la tragedia del régimen de Hugo Chávez. Contiene unos
3300 artículos, desde 2007 hasta hoy.
5. Entrevistas
a Hugo Chávez hechas por Jorge Ramos de Univision y por Jaime Baily. Links en
el texto.
.
SEGUROS SI ESTAMOS CORONEL QUE NO SE PARECE A TU COMPADRE CAP.
ResponderEliminarJG
Tu si eres retrasado y acomplejado CAP ya esta descansando y fue de la 4arta republica trasladate al presente y no te enfrascques en el pasado animal
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