Reflexión Dominical
No son todas ni siquiera las más
importantes, pero si son de las que más han contribuído a hacerme feliz en este
país, por el cual tengo afecto y
gratitud.
viaje al corazón del otoño, en Virginia
Una es el otoño. Por supuesto,
USA no es el único país del mundo donde existen cuatro estaciones bien
definidas pero el otoño en USA es de una belleza indescriptible. No son
solamente los colores, los cuales ofrecen un espectáculo visual intoxicante,
sino las condiciones atmosféricas que prevalecen en esta estación. Octubre, en
especial, ofrece una combinación de temperaturas ideales, 18-22 grados
centígrados, cielos azules, suaves brisas,, una gran luminosidad, días que
cantan una suave melodía y ayudan a
nuestro bienestar. Como decía el poeta William Blake: “en el otoño los
espíritus del aire viven en los aromas de las frutas”. Y Emily Dickinson: “Su
nombre es el Otoño, tiene un color de sangre, su arteria está en el cerro y la
vena en el camino”. Las estaciones son un bono inesperado para quienes hemos
venido a vivir en esta tierra. Parece que vivimos más: no ya un año sino
primavera, verano, otoño e invierno, cuatro mini-años en uno. Cada estación es
una vida en pequeño, con su propio ritmo, sus propios aires y colores. Ahora le
pregunto a mi esposa: te acuerdas de la primavera de 2005? Cada estación tiene rango independiente en
nuestros recuerdos.
La segunda razón que deseo
mencionar es la existencia de maravillosos vegetales y frutas, a los/las cuales
soy adicto. El tamaño de la demanda promueve en el país una gigantesca oferta
de vegetales y frutas, abarrotando super-mercados y los simpáticos “farmer
markets” o Mercados Artesanales, donde los productores vienen a vender sus
vegetales y frutas. A quienes, como yo, les encanta una lechuga fresca de numerosas
variedades, espárragos, rábanos gigantescos, remolachas, flores de coliflor,
berros fresquísimos, ir al mercado es como ir a un museo de bellas artes, a
admirar verdaderas obras maestras de esa gran artista que es la naturaleza. He
visto auyamas de 700 kilos.
Y en materia de frutas, el
desfile es largo: toda clase de “berries”, de los más diversos colores, fresas,
frambuesas, moras, “raspberries”. Manzanas de infinitas variedades, peras,
naranjas de todos los tipos, mandarinas y bananas, piñas, uvas, aguacates,
melones y patillas de diferentes tamaños y formas. El estar seguro de que puedo obtener, en
cualquier momento, casi todas estas frutas (algunas escasean en ciertas estaciones)
contribuye con un buen porcentaje a mi
felicidad.
La tercera razón es la existencia
de un sistema de semáforos, planificado de tal manera que me garantiza que,
cuando llego a una intersección, me va a tocar el turno de cruzar en un tiempo
razonable sin tener que arriesgar mi
vida. Mi tension arterial se puede comportar con normalidad y esto, casi puedo asegurarlo, me ha dado unos
cuantos años más de vida. Aquí el semáforo dura lo suficiente como para que
pasen 12-15 autos, elimina las trancas y minimiza la angustia de quien espera.
Otoño, frutas/ vegetales y semáforos
se combinan para una vida plácida, llena de sencillos placeres, un ritmo de
vida que puedo controlar, que no me controla a mí.
No pretendo decir que estas tres
razones sean las que determinan la felicidad o la tragedia de las naciones.
Solo sugiero que la felicidad se basa en las cosas más sencillas, en el
convencimiento de que somos hijos de la naturaleza y que es deseable amoldarnos
a ella. Que la sociedad existe para que, juntos, podamos ser mejores de lo que
pudiéramos estando solos. Que los juegos de poder y las pretensions de
hegemonía son perversiones de la gente enferma. Y que, como decía Erich Kahler
en el párrafo final de su libro “La Historia Universal del Hombre”: El hombre necesita la bondad tanto como el
pan cotidiano.
Siendo hijo de Virginia, y especialmente el Norte del Estado vivivendo afuera, tus palabras me resonan fuertemente, hasta un poco de melancholia, Gustavo. El "Blue Ridge" Parkway sobre la Valle Shenandoah es una espectaculo en el Otono, visitado y disfrutado por gente de todos partes del mundo.
ResponderEliminarY lo que has notado referente nuestros automercados (y mercados al lado de carreteras) "horns of plenty" bellos, esta muy dificil para los que no han visto a creer la abundancia que ofrezcan. Solo no mencionaste los diferentes tipos de mais dulces que son increiblemente saboroso.
Vivimos en un pais magico.
Damos el bienvenido a todos que vienen legalmente para vivir en paz, disfrutar y contribuir con nosotros.
LJK
NO OLVIDEN QUE LOS QUE CULTIVAN ESOS ALIMENTOS SON EN SU MAYORIA INMIGRANTES EXPLOTADOS Y DENIGRADOS POR LOS YANQUIS E INCLUSO POR UDS MISMOS.
ResponderEliminarJG
Tan explotados son, perfecto imbécil, que tienen visados especiales para venir a cosechar, con seguros médicos y paga completa, y pueden regresar a sus países al finalizar la zafra y volver para la siguiente. Ellos vienen, producen y ganan dinero, y siguen viniendo año tras año, cada vez más porque acá consiguen trabajo y obtienen sus visados y son protegidos por leyes laborales justas que los protegen y que les amparan. En Venezuela antes se exportaba alimentos, ahora importamos casi todo. En café, para darte un ejemplo, la producción se redujo al mínimo gracias a tu gobierno. Hay containers que se pudren porque los cubanos como tú no tienen idea de cómo manejar un puerto.
ResponderEliminarEres un tarado.
Jesús nunca ha salido de Parapara de Ortiz. Lo que dice es lo que lee en las páginas de VEA o Correo del Orinoco, versión chavista. Quien conozca otras culturas amplía su mente, la limpia de tanta cucaracha y clichés como los que constituyen el triste arsenal de Jesús. Ahorita debe estar en la cola de PDVAL, esperando su kilo de papas. No puede imaginarse lo que es un buen Mercado.
ResponderEliminarSeguramente el imbécil de jg vió alguna vez una película ambientada en los años 50 donde explotaban a los braseros Mexicanos y cree que las cosas son iguales en la actualidad. Típico de los comunistas: anacrónicos y culturalmente trasnochados. Pobre diablo, si tuviera un mínimo de seriedad daría arrechera pero lo que dá es risa...
ResponderEliminar