El Poder y la Mentira

Reflexión Dominical

Los psicólogos saben bien que el ejercicio del poder conduce con frecuencia a la mentira. Quien no recuerda a Bill Clinton, de cara al televisor, apuntándonos con el dedo, diciendo: “Yo no tuve sexo con esa mujer”?  Los psicólogos dicen que quien está en el poder llega a pensar que la mentira se justifica, en aras de un objetivo superior. El poderoso va creándose una ética a la medida, como quien se hace un traje, segun la cual las reglas morales que aplican al común de los mortales no aplican a ellos o ellas.

En Venezuela el poder ejercido estos casi 15 años por un pequeño grupo de sociópatas liderados por Hugo Chávez ha llevado a la estructuración de una estructura hegemónica basada en las mentiras. Ese sistema ha logrado buenos resultados para sus creadores por dos razones fundamentales: (1), porque se dirige a una población muy ignorante, la cual está dispuesta a creer todo lo que este grupo le dice; y, (2), porque han aprendido a decirlas con una gran audacia y desparpajo, como si fuesen verdades.  

He viajado y trabajado en muchos de los países de America Latina y he visto que una de las características de la población latinoamericana es la ignorancia. Venezuela es uno de los peores países en este sentido. El venezolano, aun el más ilustrado en alguna especialidad, es generalmente muy ignorante de los asuntos nacionales. No porque sea bruto sino porque generalmente le tiene sin cuidado lo que le pasa a la sociedad como un todo, siempre y cuando él o ella estén “bien” a título individual. Robaron a otro, mataron a otro, yo si se donde hay leche o harina pan, conseguí mi beca, me dieron un camburcito, estoy bien.  Son pocos quienes piensan en la sociedad como un todo. Esa característica ha sido aprovechada por la pandilla que ostenta el poder, asesorada por los castristas que son maestros en eso, para utilizar la mentira con total desparpajo. Tan vehementes son al mentir que convencen a las grandes masas de estar diciendo la verdad.

Estos dos factores, la ignorancia del pueblo y la audacia que exhibe el malandraje chavista al mentir tienen vida independiente pero se han unido para hacer de la mentira el arma más poderosa de la pandilla. Pongamos unos ejemplos.

<·     Rafaél Ramírez dice que el año pasado el gobierno construyó 323.428 casas o una cifra similar, dada con total aplomo, como quien dice que dos y dos son cuatro. Para millones de venezolanos ignorantes eso pasa a ser un logro del gobierno, sobre todo para quienes desean recibir una, para lo cual están debidamente inscritos en una lista y han recibido una especie de diploma. Lo que dice Ramírez le aumenta sus esperanzas de recibir esa macro-limosna. La mentira de Ramírez, dicha con la desfachatez propia de los Cubanos castristas, se convierte en verdad, porque es casi imposible de verificación. Se necesitaría ir a contar las viviendas construídas, lo cual no será permitido por el gobierno, como no se permite verificar la salud de Hugo Chávez, recluído en La Habana. Además, como diablos cuenta usted todas las casas?  

<·  Elías Eljuri, el tipo que maneja las estadísticas del chavismo, dice que el desempleo en Venezuela ha caído al 6.7 por ciento. Quien le va a decir que eso no es así? Lo que vemos a nuestro alrededor nos indica, intuitivamente, que no es así, que la miseria, la buhonería, el desempleo, la criminalidad  y la mendicidad campean en el país, todo ello indicativo de una alta tasa de desempleo. Pero nadie osa o se molesta o le importa un bledo rebatir esas cifras de Eljuri, quien además habla con la convicción de quien nunca se equivoca.

<·  Hugo Chávez ha mentido desde que era candidato y lo entrevistaba CNN, como vemos en los videos que existen en youtube.com. Si ustedes recuerdan, al mentir torcía los labios en un gesto característico, que algunos interpretaron como indicativo del síndrome de Tourette. Al ver al tipo torcer los labios sabíamos que estaba mintiendo. Pero con la práctica y el desparpajo Chávez aprendió a mentir, sin los tics facials que lo acompañaban al principio. Por años ha mentido  diariamente, haciendo de la mentira una herramienta poderosa de consolidación en el poder. Ha llegado a creer que sus mentiras son verdades, algo que es frecuente en los sátrapas que tienen poder ilimitado.

<·  Cuando Maduro o Luisa Ortega Díaz dicen que el decreto nombrando a Jaua Canciller fue dado en Caracas y firmado por Hugo Chávez, quien se encuentra en La Habana, están mintiendo abiertamente. Pero precisamente porque lo hacen abiertamente y con gran desverguenza logran que mucha gente les crea el exhabrupto.
 

Este matrimonio entre el poder y la mentira no es exclusivo del chavismo. Se practica en la Cuba de los Castro, los tutores del chavismo en este y otros abusos contra un pueblo ignorante,  en la Argentina de la señora Botox, en el Brasil de Lula y de Roussef. Probablemente la practican en algun grado hasta en los países más civilizados del planeta. La diferencia está en que en esos países la sociedad generalmente está mejor informada y no es fácil engañarla tan facilmente. En esos países, además, existe una censura más efectiva contra el politico mentiroso, quien paga un precio por mentir.

Jose Mujica, el gelatinoso presidente uruguayo dijo algo muy trágico hace unos meses. Cuando se le preguntó que opinaba él sobre Hugo Chávez, dijo: “Para Venezuela está bien”.  Cuan triste esa aseveración, por lo que deja traslucir de su pobre opinión de nosotros. Para Mujica Chávez está bien….. para nosotros, pero ciertamente, pensará él, no lo estaría para Uruguay, país más civilizado.

Esa es otra manera de decir que no se ha hecho la miel para la boca del asno, o que, cada pueblo tiene el presidente que se merece o, como dicen nuestros jóvenes, asume tu barranco.