El tal Arreaza cree que se la comió

 EFE.- El ministro venezolano de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, yerno del presidente Hugo Chávez, aseguró hoy que en Venezuela no manda Cuba y que, al contrario, Fidel y Raúl Castro están "al servicio" del gobernante de Venezuela. Cuando la oligarquía dice que aquí está mandando Fidel, que está mandando Raúl Castro, cuán equivocados están", dijo Arreaza en un momento del discurso pronunciado hoy durante una marcha del oficialismo en el 55 aniversario del final de la dictadura. "Fidel y Raúl están al servicio de Hugo Chávez allá en Cuba, Fidel y Raúl han puesto a su país, a su equipo medico y a toda Cuba al servicio de la Revolución Bolivariana y del pueblo venezolano para que protejan y para que logren que el presidente Hugo Chávez se recupere".

Crees que te la comiste, Arreaza!.

 Este pobre diablo es ministro, es yerno de Chávez  y, además, escaso de entendimiento, como Eljuri.. Porque, a quien se le ocurre que invertir los términos de la relación de dependencia elimina la relación de dependencia?  En el mejor de los casos lo que este coleóptero ha dicho es que a Chávez no lo esclavizan,sino  que él esclaviza. Porque, si no fuere por la dependencia de Cuba en el petróleo venezolano, los Castro no se mostrarían tan solícitos.

Lo que este pobre diablo Arreaza no entiende es que el dominio de los Castro sobre Chávez es el que ejercen  los intelectualmente superiores sobre el intelectualmente inferior, aunque sea este el que tenga más dinero. O el dominio que ejerce  la puta sensual sobre el millonario patán, el  barrigón que se cree irresistible.

Lo que existe, Arreaza, es una relación de dependencia, mediante la cual Chávez traiciona a su país dándole a los Castro, de gratis, el petróleo que ellos necesitan para sobrevivir mientras que los cubanos le ofrecen a Chávez el recurso humano, sin escrúpulos y sin honor,que sirve  para consolidarlo en el poder. Esa es la relación simbiótica que existe entre esas tres  piltrafas humanas: tu suegro Chávez y los hermanos Castro.

Y tú, Arreaza,  apenas eres un simple correveidíle de esta tragedia.