El gas de REPSOL saldrá o no saldrá?

Un dia de septiembre de 2009, hace más de tres años, Hugo Chávez se encontró “por casualidad”  con el presidente de REPSOL, Antonio Brufau, en una librería de Madrid y allí anunciaron a cuatro manos “el descubrimiento de gas más grande en la historia de REPSOL”. Se trataba del pozo Perla I, situado al oeste de la Península de Paraguaná, en aguas poco profundas del Golfo de Venezuela. Según Hugo Chávez este pozo había descubierto un yacimiento de gas de unos 8 trillones de pies cúbicos de gas (8x10 con 12 ceros). A pesar de que solo se trataba de un solo pozo, el aficionado a la geología Chávez opinaba que el yacimiento pudiera tener unos 33  kilómetros cuadrados de área y unos 240 metros de espesor. En el sitio de Internet de la empresa se hablaba de Perla I como uno de los mayores descubrimientos de gas en la historia  de la empresa. Dos años después, en 2011, se definió el plan de desarrollo del campo conjuntamente entre REPSOL y la empresa italiana ENI y se estimó que iniciaría su producción en 2013.

La inversión requerida para este desarrollo es de unos $1400 millones, a fin de producir unos 300 millones de pies cúbicos diarios de gas, un 30 por ciento más de lo que Venezuela importa actualmente de Colombia. En fases posteriores se requeriría una inversión de unos $5000 millones. Al finalizar esta primera fase, sin embargo, el déficit de gas natural en Venezuela ya se acercaría a los 2500 millones de pies cúbicos diarios, por lo cual este campo apenas suministraría, en el mejor de los casos, un poco más del 10 por ciento del déficit. El problema se magnifica porque el desarrollo de este campo parece tener un importante retraso. No hemos podido obtener ninguna información sobre su estado actual de desarrollo, excepto que el inicio de la producción ha sido desplazado hacia finales de este año.

Todo sonrisitas.... y ahora? 

La relación entre Venezuela y REPSOL no es la mejor actualmente ya que Chávez, antes de su gravedad, había amenazado a REPSOL de intervenir sus activos en Venezuela si no se plegaba a la confiscación de sus activos argentinos. Con su característica actitud de matón de barrio Chávez dijo, al reunirse con el ministro argentino Julio de Vido en Caracas: “They have a lot of investment here in Venezuela… What happens there in Argentina affects what happens here.” (Bloomberg, Julio 24, 2012). Ninguna empresa a la que se le hable así se sentiría muy dispuesta a invertir miles de millones de dólares en un país.

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