Leopoldo Puchi, “equilibrado y sereno dirigente político”, como lo define Mario
Villegas desde la “televisión” de www.noticias24.com, acaba de publicar un
artículo llamado “Las Oposiciones”. Al leerlo uno recuerda aquel dicho: “la
cabra tira pálmonte”.
En este artículo Puchi dice que después de la pasada
elección presidencial la oposición venezolana, y menciona especificamente a
Henrique Capriles, “había ya aceptado la intervención estatal para la
redistribución de la riqueza, había abierto las compuertas para la
recomposición de la política nacional dentro del marco institucional y, al
mismo tiempo, sentaba las bases de una futura alternancia dentro del sistema”.
Y agrega: “Se creó así un polo
dominante en el conjunto opositor de carácter moderado y dispuesto a jugar a la
dinámica democrática Gobierno-oposición, dentro de un mínimo de coordenadas
comunes. En fin, la normalización de la vida política”.
Es preciso detenernos
aquí un instante. Lo que dice Puchi sobre Capriles será su interpretación de lo
dicho por ese candidato, porque millones
de venezolanos sufragaron por Capriles porque este representaba una alternativa
totalmente diferente al régimen existente, cuya filosofía está basada en una inmoral y ruinosa repartición
de la torta petrolera para comprar favores politicos. No existe en el régimen
la menor intención de crear nueva riqueza. Esa política de la limosna y de la
repartición de la torta peytrolera entre los amigos no es lo que la Venezuela
democrática y progresista acepta como política válida. Agrega Puchi que la oposición había convenido en armonizar
con el gobierno, normalizar la vida política. Lo que dice Puchi es que un
grupo minoritario de la oposición, incluyendo tránsfugas como Escarrá y William
Ojeda, habían pactado un acomodo con el régimen, lo cual tiene un nombre:
apaciguamiento. Lo que Puchi llama en su articulo normalización de la vida política o alternancia dentro del sistema no
es otra cosa que entrega de los principios y valores democráticos para así participar de la rebatiña petrolera.
Continúa Puchi
diciendo: “Han resurgido con
fuerza los factores que se oponen a políticas moderadas y que plantean
nuevamente como objetivo y estrategia una ruptura con el sistema”.
Que cinismo el de este personaje! Lo que el
llama oposición a políticas moderadas es la actitud digna ante un régimen
podrido, pero que saben de eso los ñángaras? Por supuesto que se plantea una ruptura con el
sistema, Puchi. Es que nadie que pueda alegar decencia puede coexistir con este
sistema, Puchi!
Y sigue Puchi con esta sorprendente
declaración: “[esta oposición] le da prioridad a tópicos como “falta de
información médica” sobre la enfermedad de Chávez, “usurpación del poder”
por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia y la “intervención cubana”.
Para Puchi estas son, apenas, tres
pendejadas de la oposición que él llama “radical”. Y, sin embargo, esas tres
cosas que él minimiza forman la esencia de la traición del régimen. Cualquier
demócrata genuino debe insurgir contra estos abusos de poder y contra la
traición del chavismo al poner a la nación en manos cubanas. Correrá sangre por las venas de Puchi?
El infortunado escrito
de Leopoldo Puchi ni siquiera se detiene a mencionar el desastre que es la
Venezuela chavista. Para él la masacre en las cárceles, el desabastecimiento,
el colapso de PDVSA, la tragedia de la CVG, la prostitución del ejército y su
relación con los narcos, la ineptitud de quienes manejan el régimen, todo eso
es perfectamente normal. Vivir rodeado de esa basura es lo que Puchi llama “normalidad
de la vida política”.
Con políticos como
Puchi, no hay país que pueda echar adelante!
En la Radio Rochela de mi infancia (impelable los lunes a las 8 pm por el "dos") cuando yo tenia unos 8 años, había un personaje, no recuerdo quien lo interpretaba, si Pepeto o Jorge Tuero (epd) o Americo Navarro, el cual se enojaba y alzaba la voz y le decían en coro ¡cuchi cuchi! ¡cuchi cuchi! ¡cuchi cuchi! A este caballero hay que decirle ¡Puchi Puchi! ¡Puchi Puchi! ¡Puchi Puchi!
ResponderEliminarLa manera desvergonzada como pasan de un bando a otro, de un dia estar en y con el gobierno, al dia siguiente criticarlo y lugo defenderlo justamente en los puntos que ayer criticaban; da asco. La inconsistencia de criterios y opiniones justificada con argumentos estúpidos, dejan entrever que no les importa su imagen y dignidad, al exponer su desverguenza ante el publico. Esa actitud solo puede entenderse bajo la premisa de la prostitucion etica: vendo por dinero mi conciencia, mi imagen, mi opinion y mi decencia. En el caso de Puchi, prostituta vieja, desacreditada y de poco liderazgo; la paga es mínima: dos kilos de harina PAN y Bs. 1.200.
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