Esto lo dijo Maduro en el acto en el cual impuso la Orden Generalísimo Francisco Miranda
en su Primera Clase a ocho médicos militares cubanos, encargados de velar por
la salud de Chávez durante los últimos 10 años de su vida, entre ellos cuatro
jefes de la Misión en distintos momentos. Maduro también dijo que el proceso médico aplicado a
Chávez "tiene impreso la huella del comandante Fidel Castro".
Considerando que el paciente se murió, esta nueva declaración de Maduro suena a
incriminación contra el autor intelectual.
El emocionado Ibrahim Guilbeaux Gala, vocero del grupo
homenajeado, dijo: “Este compromiso, si usted nos lo permite señor presidente [Maduro], va
más allá del mero hecho de curar el cuerpo y el alma. Estamos hablando de
médicos, hombres y mujeres combatientes que crecidos en el enfrentamiento al
poderoso vecino del Norte, saben de que lado está la verdad, cuál es la
dirección correcta”. Esta fue un
aseveración extemporánea porque, que tiene que ver el tratamiento que se aplicó
al difunto con el enfrentamiento con el poderoso vecino del Norte? Se podría pensar que este enfrentamiento los llevó
a hacerle al pobre paciente lo contrario de lo que le hubiesen hecho en USA. Y
ya vemos cual fue el resultado .
Agregó el militar-galeno que
por el respeto a "nuestros héroes y mártires" y las "enseñanzas
de nuestros comandantes Chávez, Fidel y Raúl", los médicos cubanos van a
permanecer al lado de Maduro “ hasta las últimas consecuencias”. Sabiendo que
es lo que le sucedió al difunto, a Maduro se le debe haber enfriado el guarapo al oir esto, que más que una promesa de ayuda
sonó como una amenaza macabra.
Y es que la Misión Martí
fue, más bien, la Misión Martirio, efectuada a ( o en contra de ) un paciente, a quien había que extenderle la vida a toda
costa, paradójicamente a costa de su óptima expectativa de vida. Porque un
protocolo correctamente aplicado hubiese quizás logrado que el paciente viviera
más tiempo, aunque estuviera menos involucrado en las cuestiones urgentes e
inmediatas de gobierno que iban a favorecer al régimen, no al país. La Misión Martí pareció
tener el propósito de poner al paciente en condiciones de trabajar a tiempo
completo por un corto tiempo, a pesar de que ello abreviara su expectativa de
vida. Puede que esto, inicialmente, haya
sido el deseo del paciente, pero
pensamos que es un mal médico quien trata al paciente en base a consideraciones
impersonales y no como debiera ser tratado desde el punto de vista médico.
Cuando un médico se encuentra con un entorno familiar o político que impone el
tratamiento que debe seguirse, debe
decirles que se busquen otro médico. El silencio
médico que caracterizó el proceso, las largas semanas sin una información
profesional y oportuna, apuntan a una grave irresponsabilidad por parte del
equipo integrante de la llamada Misión Martí. La condecoración para este grupo no
fue, entonces, para los médicos como
médicos, sino para los miembros cómplices del proceso político que
se llevó a cabo en perjuicio último del paciente.
Para mí la llamada Misión
Martí debe rebautizarse como la Misión Martirio. Y ahora el mismo grupo amenaza
a Maduro con lo que podría ser una misión de corta duración, ya que Maduro es
menos duro.
Entonces, ¿qué podemos decir acerca de un mundo en el que los militares son los médicos y un chofer es el presidente?
ResponderEliminarLos internos se están ejecutando el asilo.