***(Apuntes para la historia de Venezuela del Siglo XXI)
Los historiadores venezolanos coinciden en que Venezuela solo
entró a la modernidad a la muerte de Juan Vicente Gómez, en 1935. Hasta ese
momento Venezuela conservó su fisonomía de país rural, donde el campesino era
presa del paludismo, la desnutrición y la desesperanza y donde la brujería era
preferida a la medicina como fuente de curación. Los caudillos, decimonónicos
eran, con algunas excepciones, seres bastante primitivos. Tan rara era la
tradición intelectual, tan escaso el respeto por la educación, que Guzmán
Blanco se hizo llamar el Ilustre Americano, a fin de resaltar su sofisticación
para deslindarse de los rústicos de la época: Julián Castro, Ezequiel Zamora o
los hermanos Monagas. El país carecía de
carreteras, de hospitales, de base industrial diversificada, vivía endeudado,
bajo la influencia de una u otra potencia extranjera, con poco que exportar que
no fuera café, cacao y cueros.
La democracia que comenzó con Eleazar López Contreras, continuó
con Medina Angarita y alcanzó su apogeo bajo las presidencias consecutivas de
Rómulo Betancourt, Raul Leoni y Rafaél Caldera I, se fué estancando con
Lusinchi, CAP II y Caldera II, para comenzar su galope de retorno al siglo XIX
al llegar a la era de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Varias particularidades de esta era permiten definirla como una
grosera involución. Entre ellas:
1.
La prostitución
del lenguaje oficial, en especial el presidencial. La dignidad del lenguaje que
llegó a su punto más alto durante las presidencias ciudadanas de Medina, Betancourt,
Leoni y Caldera se vino abajo con Hugo Chávez y llegó a un punto francamente
cloacal con Nicolás Maduro. Chávez puso de moda el insulto a la oposición
doméstica e internacional. La vulgaridad, el machismo y la patanería
caracterizaron sus discursos interminables: te
doy lo tuyo, María Isabél, eres un burro genocida, Bush, la victoria de ustedes
es de…mieeeeerda, cerdo Capriles, son pequeñas muestras de la indecencia
del difunto pero las hay más y peores. Por su parte Nicolás Maduro, el ilegítimo,
ha mostrado y demostrado sin rubor una crasa ignorancia geográfica, histórica y
política, así como un desconocimiento de lo que ocurre en industrias esenciales
como la petrolera. En sus labios el insulto, que podia hasta divertir a sus
seguidores cuando salía de la boca del difunto, suenan chocantes y desabridos en
la boca de este Cacaseno.
2.
El retorno de las
epidemias ya desaparecidas, como el paludismo, la sarna, el sarampión. Mientras
tanto, La Red de Sociedades
Científicas Médicas Venezolanas denunció que en la actualidad “de un total de
42 mil camas en los hospitales del Estado solo se cuenta con 16 mil camas
operativas”. Esto lo dice María Yánez, presidenta del gremio científico
venezolano
3.
El
abaratamiento y degradación de los símbolos patrios. Quien vió jamás a Betancourt
o Gallegos o Medina con una bufanda tricolor, o una gorra con la bandera o
quien vió jamás a soldados desfilando con la bandera pintada en la cara, como
payasos de circo de pueblo? Chávez instauró ese pernicioso hábito, exagerado ahora
por Maduro, quien probablemente usa calzoncillos tricolor como si el
patriotismo entrara por el fundillo. Es lamentable ver como la opoiión lucha
por imitr al régimen en esta exhibición patriotera. Menos gorras y más pago de
impuestos, amigos! Menos bufandas y más producción agrícola, Nicolás!
4.
El retorno de
los brujos. Aunque nunca se han ido del todo de Venezuela, porque en todas las
épocas hemos tenido brujos y brujas como consultores políticos, o en los negocios
y en el amor, hoy vemos una verdadera explosion de superstición, salmos,
piedras mágicas, curas que ponen la efigie de Arias Cárdenas en el altar, rezos
y cuanta basura de este tipo pueda concebirse. Si usted va por la carretera de
La Mariposa se encontrará con no menos de unos 20 centros de brujería, en los
cuales se llevan a cabo misas extrañas, sacrificio de animales, tratamientos
anti-pava, lectura del Tabaco por varias vías y otros portentos . Los informes de
prensa hablan de largas colas de lujosos autos con placa oficial que esperan su
turno para que los altos dirigentes del régimen oigan de su brujo favorito si les tocará ministerio o empresa del estado,
si les saldrá embajada en estos días de gran incertidumbre o de como caerle
bien a la gran sacerdotisa de Sai Baba en Venezuela.
5.
La montonera por sobre el ejército
institucional. Han proliferado los grupos para-militares, las milicias de reposeros
y viejitas con furor uterino, las maniobras anti-invasión hechas por empleados
de PDVSA quienes deberían estar produciendo petróleo, grupos de motorizados
terroristas, de tupamaros, de La Piedrita, grupos semi-anárquicos glorificados,
por cierto, en un libro escrito por un sandalista recientemente bautizado (el
libro) nada menos que en la Biblioteca
Carter, en Atlanta: “We Created Chavez: A People’s History of
the Venezuelan Revolution” por George Ciccariello-Maher, $26.
6. La adulancia. Esta
práctica alcanzó su maxima intensidad en la Venezuela del Siglo XIX. Recordemos
a Delpino y Lamas, el chirulí del Guaire, autor del inmortal verso: “Cuando por tu vergel vaya un canario y entre flores te
cante divino, no lo espantes, que es mi humilde emisario, tu cantor, Francisco
Antonio Delpino”. Esto para que ustedes
vean que el pajarito apareció hace mucho tiempo en la picaresca venezolana. Durante
el régimen chavo-castrista hemos tenido especímenes mucho más avanzados en esa materia
de la adulación: los hermanos Escarrá , Arias Cárdenas (convicto y confeso),
Isaías Rodríguez, Diego Molero, Fernando Vegas Torrealba, Roy Chaderton Matos,
Nicolás Maduro, Pedro Carreño, Rafaél Ramírez, y siguen miles de firmas
arrastradas.
7. El resurgimiento
de la limosna como Política de Estado. Después que el período democrático había
hecho logros en materia de empleos, educación, infraestructura física (ayudada
en esto último por la dictadura de Pérez Jiménez) y caminado un buen trecho en
la dirección de construír un ciudadano y
no un parásito, la llegada de Chávez coincidió con un violento salto atrás
hacia la Venezuela de la limosna, del estado paternalista, del taita a lo
Gómez, a quien había que escribirle carticas pidiéndole casa, dinero,
empleo. Chávez se convirtió en el taita
Venezolano del siglo XXI. Con el dinero de todos los venezolanos procedió a
estructurar una política de dádivas para una parte de los venezolanos, aquellos
quienes le daban lealtad política a cambio. “A los otros, ni agua” , fué su
consigna. En un momento de soberbia, amenazó con sacar a los tanques a la calle
si la oposición triunfaba en las elecciones. O es que ya el país no lo
recuerda?
8. El abandono. La
suciedad es una característica de la Venezuela de hoy. Hay que ver el aspecto
de las ciudades, la basura no recolectada, el descuido de la gente en las
calles. La obesidad, una señal de mala nutrición, ha hecho estragos entre los
venezolanos de ambos sexos. Es mi
imaginación o las barrigas y los fundillos que se ven en las calles son ahora
más prominentes que hace 20 años?
9. Las vías de comunicación. Depués de
ser el país con el mejor sistema vial de América Latina el país ha regresado a
la época en la cual viajar de Caracas a Valencia era una aventura de largas
horas. La via existe, hecha por la democracia, pero su mantenimiento ha
colpsado. Los puentes se caen, los huecos proliferan, llegar a Margarita es una
odisea, ir a Los Andes es peligroso. Viajar en el país es, de nuevo, arriesgado
por los bandidos del camino y las condiciones precarias de las carreteras.
10. La cursilería. El siglo XIX fué
pródigo en ridiculeces, montoneras y montunerías y gobernantes de medio pelo.
La patriotería de Cipriano Castro, con aquello de “la planta insolente del
extranjero” solo encuentra dignos paralelos en los rimbombantes discursos de
Chávez y el estúpido balbuceo de Maduro. Por ejemplo, dice Maduro: “Si llegaran a hacerme algo a mí, la ira de los
Dioses y de los pueblos sería incontenible". Ha escuchado usted alo tan
pomposo y estúpido como esto? Y dice
Cabello: "Le
recordamos a los medios de la derecha que hoy es el natalicio del Libertador
Simón Bolívar, porque hoy le dan mucho espacio a otro natalicio", como si
una noticia tuviera que asfixiare a la otra. Lo del pajarito y el coro de
castrati del Supremo Tribunal de Justicia, uh, ah…, no tienen rivales en la historia de la cursilería
venezolana.
Galopamos hacia el Siglo XIX con el
conductor Maduro con las riendas en la mano. Un pueblo embrutecido galopa trás él, en silencio, hacia Haití
y Angola, hacia el pasado.
Estimado Gustavo
ResponderEliminarVeo que te has unido al pequeño grupo que tiene ya años diciendo que la pseudo Robolución Bolsivariana no es mas que un pobre movimiento reaccionario, liderado por un tal Hugo, aparentemente salido directo de una montonera del siglo XIX, mas arcaico posiblemente que su supuesto antepasado Maisanta. ¡Imagínate! El tipo ese era tan primitivo que hasta trajo de vuelta la Locha, ya desaparecida porque su misma inflación se la comió allí mismo.
Gustavo
ResponderEliminarYa que estoy comentando, ¿por que no tratas de poner una barra en tu blog para poder twitear tus entradas?
A propósito, lean esta perla:
ResponderEliminarJaua: la característica propia de los fascistas es usar el juego democrático
Mejor autorretrato, imposible
(el comunismo -1- es un fascismo de izquierda)
A 150 por hora, en retroceso...
-1- Y sus variantes caudillistas, populistas y anacrónicas
Hola Daniél:
ResponderEliminarLa verdad e que tengo años diciéndolo, desde el primer día, cuando aun muchos demócratas le firmaban un cheque en blanco: Miguel Henrique Otero, Mayz Vallenilla, Combellas, mi querido Jorge Olavarría, Cervini, para usted de contar.
Gustavo
ResponderEliminarbueno, si, los has estado diciendo siempre pero nunca evocaste el lado "reaccionario" tan claro como los has hecho hoy. :)
Todo muy cierto, pero aderezado con un ingrediente especial: la atadura neocolonial a uno de los dos países COMUNISTAS que quedan en el planeta. La guinda de la torta.
ResponderEliminarMe cuento entre los que calificaron al anacrónico caudillo como lo que era en el alma: CO-MU-NIS-TA. Por eso recibí, allá por los 90, más de una risa desdeñosa.
Otro día les traigo una cita de "los demonios", de Dostoievski, que demuestra lo que siempre fueron los comunistas, aun antes de su acceso al poder por primera vez, que fue un saqueo para pasearse los bolcheviques con las putas luciendo las pieles y joyas robadas. Cosa que siguiron haciendo en todas partes -digo, vivir como reyes-, pues el comunismo siempre fue para el resto, no para ellos.
Pónganle la etiqueta que quieran, pero no enmascaremos la realidad: estos sujetos tienen el alma en La Habana ¿O no?
Gustavo, me ha parecido excelente tu escrito de esta semana. En 1998 no quedaba alternativa distinta a la de emigrar. Con el "crack" de la democracia y la pérdida de fé en el liderazgo (?) político, no quedaba otra opción: Irse.
ResponderEliminarComenzaba la inseguridad, la pérdida del poder adquisitivo y el desvío hacia el sálvese quien pueda que es hoy eso que se llamaba Venezuela. Lo de Chávez fue la ¨Crónica de la Muerte Anunciada¨.
O es que, ¿Nadie recuerda que en 1994 fue a La Habana a decir en la Universidad que iban a hacer la Revolución?
Como Venezuela no era un país de emigrantes, pues tardamos mucho en adaptarnos a esa circunstancia. Además el pasaporte venezolano era respetadísimo en el concierto de naciones. Aún hoy entramos con 90 días a la Unión Europea, por ejemplo.
Los Mayz, Olavarría, Otero, Combellas, etc. etc. etc, son en mucho responsables de lo que vino después. Ojo, no hay que olvidar qué y quiénes nos metieron en el atolladero del que salió Chávez triunfante. Busquen a Caldera y su soberbia permanente, que lo llevó a destruir todo a su paso sin importarle el país.
Muchos de estos personajes apoyaron a Chávez se sumaron a él buscando las dádivas del poder. Sumen al Marqués del Toro Reencauchado de Singapur, a Roy, etc. Otros se mantuvieron frontales en contra, y nada les mancha hoy día. Aunque en su mayoría hayan tenido que largarse. Pero para esta gente decente no quedaba otra opción.
Algún día se escribirá esa historia, como hoy podemos leer a nuestras anchas la tristísima de 1933 en Alemania.
"Galopamos hacia el Siglo XIX con el conductor Maduro con las riendas en la mano. Un pueblo embrutecido galopa trás él, en silencio, hacia Haití y Angola, hacia el pasado."
ResponderEliminarSin embargo, Angola abandonó el marxismo hace años y los hermanos haitianos adoptaron un presidencialismo moderado tipo Francia y el analfabetismo ha bajado del 90% del Papá Doc a menos del cuarenta, que aún es demasiado alto y el número de liceístas y universitarios porcentualmente aumenta lentamente. Son avances, quizás milimétricos, pero avances al fin
Aun cuando no es "Santo de mi devoción", me revienta ver al candidato de la oposición vistiendo con atuendo deportivo, como si tratase de llegar a los fanáticos chavistas y lograr que se fijen en él y cambien su voto.
ResponderEliminarPor lo menos en España, está mal visto vestir con mono deportivo cuando NO se está practicando algún deporte, la gente que usa esa indumentaria es catalogada como, cómodos, ordinarios o vagos o una mezcla de todos ellos, y he escuchado a periodistas mofándose y haciendo chistes sobre quienes así lucen incluyendo a Capriles.
Con esto me refiero a la imagen de HCR ante la opinión pública internacional, debe cuidarla un poco más, se puede vestir de manera informal sin necesidad del "mono y la gorrita tricolor" (que como Ud. refiere; no aumenta el patriotismo) que lo que parece es que se quiere imitar al VEGESTORIO ENFERMO CUBANO, al MUERTO o al ILEGÏTIMO.
O será que su asesor de imagen es un infiltrado chavista.