Valencia, a principios del siglo XX
Otro aspecto que me impresiona es
el deterioro en el tiempo del grado de limpieza urbana y hasta personal. En
1910 no se veía a nadie, ni a un niño que no estuviese correctamente vestido, a
pesar de su pobreza. El país era pobre pero no harapiento. La limpieza de las calles era característica.
Aun en 1960 Venezuela era un país limpio, Caracas era moderna y reluciente. Hoy
en día Venezuela es un país acogotado por la basura, de aspecto andrajoso.
Plaza Baralt, Maracaibo, en los 50. Una calle limpia. Ver la gente bien vestida y bien nutrida
Creo que este es un tema que
merece un análisis en profundidad porque explicaría una buena parte de lo que
nos ha sucedido como país. El aspecto externo de un país o de una persona
tienen mucho que ver con su aspecto interior. Hasta para el observador menos
alerta parece evidente que la vestimenta, el lenguaje, la morfología del
venezolano se han deteriorado dramaticamente en los últimos cien años. Asi como
se dice “mente sana en cuerpo sano” así es posible decir “mente desaliñada en
cuerpo desaliñado”. Decía Wittgenstein que el límite de nuestro lenguaje es el
límite de nuestro mundo. No puede existir un país civilizado si el lenguaje
predominante es lenguaje soez y primitivo. Y el lenguaje de los venezolanos de
hoy, en especial de sus líderes, es así.
Incluyo algunas fotos, un tanto
al azar, para ilustrar lo que deseo decir, pero valdría la pena llevar a cabo
un estudio fotográfico detallado de lo que considero en esta nota, un poco
empiricamente, como la involución del
venezolano.
Presidente Romulo Betancourt
Disfraz actual
Maracaibo, en la década de 1910 a 1920
Maracaibo, inicios del siglo XX
Hotel Sheraton, 2012
e que "Platanote" no es venezolano, eso está de anteojitos. Además, tuvimos ese animalejo de "canciller" de la República, gracias al difunto que irresponsablemente lo designó en el cargo, siendo los asuntos internacionales puestos en manos de un extranjero. No conforme con eso, el sátrapa fallecido lo ungió para suplirle, a toda costa, incluyendo el fraude electoral, como su heredero a la presidencia de Venezuela, para lo cual Tibisay Lucena, rectora principal del CNE, en complicidad con Chávez, admitió de manera sumisa, la inscripción de Nicolás Maduro como candidato presidencial. Ya antes, cuando el sátrapa quizás ya había fallecido en la isla burdel, o cuando no, sin capacidad para designar cargos debido al avanzado estado de su enfermedad, nos salieron con la designación de Elías Jaua como canciller, otro ilegítimo, que bajo las artimañas de Diosdado Cabello, complotaron para para entregarle el país a la jauría de los hermanos Castro. Todos los poderes públicos en Venezuela están en entredicho con ese fraudulento gobierno. Mientras, los militarzuelos k-guetas y sumisos de nuestro país, muy bien, gracias, ¿cuánto hay pa´eso..?
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