Acabo de regresar de seis días en
Inglaterra: Cambridge y Londres, via Oxford, donde llevé a cabo una versión personal
de una mini- blitzkrieg en contra de la corrupción venezolana, en especial la
enquistada en Petróleos de Venezuela. La llamo así porque fue intensa si bien
de reducida dimension, más afín a los esfuerzos de un francotirador, con posibles
efectos más simbólicos que cuantificables. Eso sí, disparé proyectiles
verdaderos contra un objetivo muy específico: la gerencia hamponil de Petróleos
de Venezuela y su responsabilidad en el desastre nacional de los últimos 15
años.
Especificamente, en esos seis
días llevé a cabo tres conferencias: una en Jesus College, de la Universidad de Cambridge, una en Canning
House, un centro de estudios anglo-latinomericana de larga trayectoria situada
en Belgrave Square, un bello sitio de Londres y una en la Cámara de los
Comunes, del parlamento Inglés, auspiciada por la Sociedad Henry Jackson. El
como llegué dar esas conferencias es, en
sí mismo, una bonita historia de solidaridad por parte de un pequeño grupo de
personas venezolanas e inglesas, algunas de quienes no había conocido antes.
Debido a las iniciativas de ese pequeño grupo y gracias a las maravillas del Internet,
en poco tiempo recibí invitaciones para esos tres importantes centros de
opinión pública Inglesa. He contraído una gran deuda de gratitud con ellos, quienes
me hicieron objeto de una maravillosa cordialidad y una hospitalidad que rebasó
todas mis expectativas. En breves días recibí manifestaciones de amistad que me
durarán toda la vida.
Mi viaje no estuvo exento de
tristes circunstancias. El domingo 8 debía viajar, primero a Oxford a almorzar
con mi viejo amigo Ken Wetherell, quien vive en la bellísima aldea de
Dorchester y luego a cenar y pasar la noche en el hogar de otro querido amigo,
Oliver Campbell, en Wembley. Al llegar
adonde Ken, él me informó que Oliver Campbell había sufrido una hemorragia
cerebral masiva. Oliver falleció horas
después y su muerte me produjo una profunda tristza, ya que con Oliver compartí
muchos años de actividad petrolera, primero en Shell y luego en Maraven. Oliver había sido uno de los organizadores de
mi presentación en Canning House, junto con Desmond Watkins y Anthony Westnedge
y de la cena que me darían después en el Club Caledonian, el centro de los
escoceses en Londres.
En Jesus College, Universidad de
Cambridge
Mi primera actividad fué en Jesus
College, Universidad de Cambridge. Fuí invitado a pronunciar uno de los
discursos de cierre de una Conferencia sobre Economic Crime, Crímenes
Económicos, que ya lleva 31 años consecutivos reuniéndose en esa Universidad,
bajo la coordinación del Dr. Barry Rider, de quien recibí la invitación. Ella
no hubiera sido posible a no ser por la inciativa del Dr. Francisco Kerdel
Vegas, un Venezolano excepcional, de infinita capacidad para establecer redes entre
personas que comparten ideales similares, lo que en fútbol se llamaría un gran
armador. Kerdel Vegas tiene una larga asociación con Cambridge y con el Dr.
Rider y ello hizo posible la invitación. Una maravillosa y distinguida pareja,
Jack y Carlota Wigglesworth, participó generosamente en la coordinación de mi
visita a Cambridge y viajó a Cambridge especialmente para mi presentación. Me
sentaron al lado de ellos junto a la mesa principal en el banquete de cierre,
un evento mágico en el Hall principal del Colegio, muy parecido al Hall
principal de Hogwart (Harry Potter). Jesus College fue fundado en 1496, por los
años del descubrimiento de América, pero ya existía en forma de abadía desde
1146. Algunos de los cuartos de estudiantes fueron ocupados por gente como
Oliver Cromwell. Frente a mi mesa en el banquete había un retrato de Thomas
Cranmer, Arzobispo de Canterbury durante el reinado de Henrique VIII y uno de
los dos arzobispos de Canterbury que fueron ex-alumnos del colegio.
Di mi discurso en el acto de cierre
de esta conferencia que tuvo casi 1000 participantes de 91 países, incluyendo a
Margarita de Tablante, periodista venezolana, quien hizo un excelente
presentación sobre la asfixia de la cual son objetos los medios venezolanos. El
texto de mi conferencia está en este blog, en la entrega inmediatamente
anterior a esta. En esta conferencia denuncié el asesinato de Venezuela a manos
de la hiper-corrupción existente en la industria que provee a la nación con el
96% de sus exportaciones, la casi única fuente de ingresos de divisas que tiene
el país. Nombré nombres porque la
corrupción no es un ente abstracto sino que tiene nombres y apellidos. Mientras
los corruptos no sean castigados el país va a permanecer en el pantano del cuarto
mundismo y una mafia de gerentes y contratistas seguirán enriqueciéndose de
manera obscena. El conferencista que me
siguió, John Maher, ex-Decano de la Escuela de Derecho en la Universidad de
Pennsylvania, me miró y dijo que el había aprendido mucho de estas conferencias
en Cambridge pero que era la primera vez que recibía una lección en coraje, un
comentario que para mí fue equivalente a una condecoración en el campo de
batalla.
En Canning House
Mi charla en Canning House fue
posible debido a la inciativa de varias personas, entre otras : Desmond Watkins,
mi viejo amigo de Shell y ex- Chairman de esa organización, Anthony Westnedge,
Juan Urdaneta , el Embajador John Flynn y mi amigo fallecido Oliver Campbell. Entre
la concurrencia estuvo mi antiguo compañero de Directorio en PDVSA, Alirio
Parra, y el gran economista venezolano Pedro Palma. En esa charla pude entablar
un diálogo con la audiencia y abundar en detalles sobre la corrupción en PDVSA,
mencionando nombres relacionados con los inmensos fraudes que se han cometido en
esa empresa, con la participación de gente de fuera y de gente de dentro. Hablé
del Aban Pearl y de las empresas semi-fantasmas creadas para manejar ese
contrato, del Fondo de Pensiones de los empleados, mencionando que el principal
responsible estaba en prisión… pero no en Venezuela sino en USA, de los
contratistas a lo Derwick Associates, de la comida podrida de PDVAL/PDVSA, del
desvio de los ingresos petroleros a fondos manejados con total discrecionalidad
por cuatro hombres: Chávez, Giordani, Merentes y Ramírez, a quienes denominé como
la version tropical de la Pandilla de
los Cuatro (recuerdan la China de Mao?).
En el Parlamento Inglés
Por primera vez entré en el
Parlamento Inglés, esa institución centenaria que es una de las cunas de la
democracia parlamentaria en el mundo, el escenario de grandes eventos en la
historia moderna. El recinto es de proporciones heróicas y está saturado con el
recuerdo de sus grandes estadistas, entre otros: Lloyd George, Winston Churchill, Aneurin Bevan, Enoch Powell, Iain
Macleod, Michael Foot, Roy Jenkins, Tony Benn, Harold McMillan y Margaret
Thatcher. En especial, la figura de Churchill parece rondar cada rincón de ese
imponente sitio. Allí, en uno de sus salones, hablé ante una audiencia no muy
numerosa, integrada por algunos miembros del parlamento y visitantes por
invitación de la Henry Jackson Society, un grupo conservador que incluye
miembros de la Cámara de los Comunes. Esta visita estuvo coordinada en Londres
por Flor Kent, por iniciativa de amigos como Diego Arria.
La charla fue esencialmente la misma que dí la noche anterior en Canning
House. Hubo nuevas preguntas, entre ellas una de un miembro del parlamento que
se definió como de izquierda. Me preguntó si yo no podía desligar el problema
de la corrupción en Venezuela con la politica social de Hugo Chávez y que si no
pensaba que esta había sido positiva.
Est pregunta me dió la oportunidad de decir que corrupción
no era solamente embolsillarse los dineros de la nación, sino también y hasta
peor que el robo, desempeñar funciones públicas para las cuales no se está capacitado.
En ese sentido dije, en el parlamento Inglés, que Hugo Chávez y, más aún,
Nicolás Maduro no tenían credenciales para manejar país alguno y que los
resultados habían sido predeciblemente desastrosos. Dije que Maduro, en
especial es un analfabeta funcional. Dije que lo positivo de Chávez habia sido
su intento de incluír a sectores de la poblacion previamente excluídos pero,
agregué, que ello había terminao siendo negativo porque, en paralelo, había
excluído a importantes sectores de clase media baja y media que eran la columna
vertebral de la sociedad venezolana. Lo que trató de hacer con una mano lo destruyó
con la otra. Chávez, dije, quiso ser un Mandela pero resultó ser un Mugabe. La
razón por la cual su política social había sido un fracaso y un crimen, agregué,
era que estaba basada en dádivas, en limosnas y que no eran más que un pez
diario pero no enseñar a pescar. Dije que si uno da insulina a un diabético este
deja de serlo pero solo mientras reciba insulina (dinero). Cuando ya no la
reciba vuelve a ser diabético (pobre). La dádiva jmás puede ser una solución estructural
al problema de la pobreza.
En la BBC
Inmediatamente después de mi charla en el Parlamento fuí a
los estudios de la BBC, en Millsbank Road, donde fuí entrevistado por 30
minutos por Ed Butler. Durante esa entrevista para la radio, no sé cuando
saldrá, dije que la nación venezolana está en caos, inducido por la ineptitud y
la corrupción del régimen. Butler acaba de visitar a Venezuela y confirmó lo
que yo decía. Se entrevistó con la gente de la calle quienes le hablaron de la
carestía de alimentos, de la criminalidad, del aire de descomposición reinante
en el país. Su programa, me dijo, va a todo el mundo.
Té con Alek Boyd
Después de salir de la BBC me encontré con Alek Boyd, el
gran investigador venezolano sobre materias de corrupción y conversamos sobre
proyectos communes. Alek tiene mucho más habilidad que yo para investigar y sus
conocimientos de las vías para buscar información son extensos. Como yo, Boyd actúa por deber cívico, no por
interés pecuniario. Ni a mí ni a él nos pagan. La única vez que me han pagado
por escribir sobre corrupción en Venezuela gue en 2006, cuando escribí un
ensayo largo y con muchos detalles sobre la corrupción venezolana, para el Instituto
CATO. Mientras tanto las personas a quienes denunciamos ganan miles de dólares
por minuto, sin temor a ser castigados. Cuando yo tomo un bus para ir a
Cambridge ellos se mueven en sus jets privados, tomndo champaña. Mientras llego
a la pension de Doña Juanita ellos llegan al Ritz Carlton. Mintras veo la hora
en mi TIMEX ellos ven la hora en sus ROLEX,
Patek Philipe o Girard Perregaux. No los envidio pero esta supremacía de
la corrupción sobre la honestidad que existe en mi país constituye un incentivo importante que me hace luchar contra ellos, contra la injusticia. En mi hogar
me enseñaron que el bueno siempre triunfa sobre el malo y esa convicción es
parte de mi sencilla brújula moral. Aun la batalla está en la balanza y creo
firmemente que esta pandilla de ladrones
e ineptos tendrá su merecido.
Sr. Coronel,
ResponderEliminarme encantó la respuesta que le dió al parlamentario British-chaveco ése; ya era hora que alguien comenzara a desmontar la fábula sobre la inclusión que la izquierda Europea repite con tanta convicción e igual ignorancia. Mis felicitaciones y más profundos respetos para usted,,,
Sr. Coronel Sigue echandole plomo. Vuestras riquezas estan en el cielo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Excelente! Con la exclusión de todos los comentarios de oposición en los medios, la opinión de una autoridad como usted en campo petrolero tiene mucho valor. Aunque dudo que cambie algo en Venezuela, por lo menos los que pensamos como usted y no tenemos el vehículo para hacer saber nuestras opiniones nos sentimos respaldados. Gracias mil.
ResponderEliminarGustavo. Hablando en serio, has considerado la posibilidad de contratar proteccion personal?
ResponderEliminarQuerido Leopoldo:
ResponderEliminarTengo 80 años. He actuado libremente toda mi vida y he dicho siempre lo que tengo que decir, sin pensar en las consecuencias. Se que corro riesgos pero no puedo callar ante lo que veo en Venezuela. No tengo dinero para contratar protección personal que, si es buena, debe ser costosísima y 24x7.
Lo de los 80 años es para decir que he vivido plenamente y que a esta edad no puedo morir callado.
Pero no soy insensato. He tomado algunas medidas, en lo possible.
Estimado Gustavo, a muchos venezolanos nos arropa la desesperanza cuando vemos la impunidad, la corrupción galopante, el desastre ecoómico, aparato productivo destrozado y pare de contar, sin ver a ciencia cierta una salida inmediata o a mediano plazo. pero al ver acciones como la suya nos alienta, porque sabemos que existen venezolanos que hacen ingentes esfuerzos en mostrar al mundo entero la realidad triste de un pais casi en ruinas. Un abrazo.
ResponderEliminarExcelente trabajo Gustavo. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn gran abrazo,
Juan L. Santana
Excelente Sr. Coronel. Su trabajo incansable de hacer conocer y denunciar la realidad de Venezuela, es encomiable. Dios lo bendiga a Ud. y su familia. Josefina Triebwasser
ResponderEliminarExcelente¡
ResponderEliminarPersonas como Ud. nos alientan y esperanzan para creer que sí hay un futuro mejor para Venezuela, la desidia y el dejar hacer nos hace pensar que Venezuela no nos duele pero luego leyéndolo, renace nuestra fe en un porvenir que rogamos no esté muy lejano...continúe Sr. Coronel, le necesitamos. Gracias
Após a morte de Hugo Chávez, aqui no Brasil pouco ou quase nada se noticia a respeito da Venezuela.
ResponderEliminarO bom sinal disso, é:
- O primeiro passo para limpeza e higienização da América Latina já foi dado, com o fim da poluição sonoro e visual produzida pelo Hugo Chávez.
- O segundo passo para os venezuelanos, é crítico e de grande perigo: por quanto tempo a Venezuela conseguirá sobreviver governada por um governo completamente idiota, comandado pelo Nicolás Maduro, autor dessa preciosidade, "Buscaremos escola por escola, criança por criança, liceu por liceu, comunidade por comunidade e multiplicaremos a arte, assim como Cristo multiplicou os pênis"???
América Latrina... Dilma no Brasil, Cristina na Argentina, Maduro na Venezuela, Evo na Bolívia... quanta merda para uma única latrina!!!