Por supuesto que no se irán por
las buenas. Tendrán que irse por las malas. Es una pandilla maldita que ha
destruído buena parte de la nación y destruirá la otra si se mantiene en el
poder. Con sus bandas de embajadores invertebrados, magistrados castrati,
gerentes ladrones, técnicos de pacotilla, ideólogos chimbos, ministros ineptos,
boliburgueses insaciables, castristas entrometidos y militares alcahuetas han hecho desastres en
apenas 15 años. De tal manera que Venezuela necesitará dos generaciones para
recuperarse de esta podredumbre. El poder de este grupo infecto se ha aliado a una parte de la llamada “alta” sociedad venezolana,
gente de apellido que tuvo pretensiones elitistas pero que ahora chapotean
alegremente en el estiércol junto con los forajidos de baja ralea. En realidad,
se ha tratado de un encuentro espontáneo entre ladrones que vienen de abajo y ladrones que vienen de arriba, para conformar
un grupo parásito que amerita castigos que no existen en nuestras leyes.
El país está hoy en caos. Nadie
dispone, nadie gobierna, los insultos y las amenazas diarias del payaso presidencial
carecen de impacto, ni siquiera divierten,
como divierte el buen bufón. La gente se da golpes por un pollo y los
motorizados paran el tránsito cuando lo desean. Los castristas intervienen a
placer en los asuntos venezolanos y su embajador forajido se permite amenazar
publicamente a los ciudadanos de nuestro país. Cualquiergobierno digno lo hubiera
expulsado inmediatamente, no este castrado régimen. La gentuza cubana enquistada en nuestras
instituciones por obra de la traición del difunto controla la pandilla nativa,
demasiado ocupada con adquirir aviones, caballos, yates, casas en Europa y en Florida,
para preocuparse por los asuntos de la nación. Confían en PDVSA para seguir robando
y en la Fuerza Armada para mantenerse en el poder, esa trágica simbiosis de
instituciones que debieron dar prosperidad y defensa y que solo han servido en estos
15 años paraapuntalar al régimen maldito.
Castración
Y es frente a este estado de
cosas que aun se oyen vocecillas llamando al diálogo, a la convivencia
pacífica, a la reconciliación. En que país de fantasias estarán viviendo esas
vocecillas? En medio del incendio que nos consume hablan de la necesidad de
tomarse un vaso de agua. Se convierten en cómplices del crimen.
Esta Venezuela hecha harapos se
encamina hacia un desenlace que puede ser muy doloroso, como puede serlo una
cauterización, una amputación, una extirpación radical. La demora en atender la
gangrena probablemente hará necesario ese camino. Se acerca el momento.
hay rumores de renuncia de algunos ministros y hasta de la renuncia del ilegitimo presidentoche.
ResponderEliminarNo creo que ocurrra porque saben que les tocara pagar carcel una vez no esten en el poder.
Pero cuando el rio suena.......