VENEZUELA
Y PETROLEO (I)
Quiero
compartir una serie de artículos dedicados al tema petrolero. Hablar de una
mejor Venezuela sin comprender el asunto petrolero es una irresponsabilidad.
Nuestro país ya tiene 100 años de historia petrolera y hemos hablado por años
de sembrar el petróleo. Estoy convencido de que es hora de cosecharlo; esto es,
por un lado, apalancar el bienestar de millones de venezolanos brindándoles
oportunidades reales de superar la pobreza, y, por el otro, apalancar el
progreso, a través de la generación de millones de empleos productivos en una
economía finalmente diversificada. Porque nunca debemos olvidar el fin último
de una política petrolera: generar paz, bienestar y progreso.
El
petróleo es y tiene que ser una bendición para el bienestar y el progreso del
pueblo. Creo que hay que dejar atrás esa conseja pesimista de que el petróleo
es una maldición. Somos el país con las mayores reservas de petróleo del mundo y esto es
una gran bendición si sabemos aprovecharlas y desarrollarlas de manera
responsable para las generaciones futuras del país.
GUSTAVO: Creo que se nos acaba el tiempo. Las
“reservas” de petróleo venezolano son de baja calidad, requieren refinerías
especiales para su mejoramiento, las cuales no se han construido en estos 15
años.
Excremento
del diablo, durante años el pensamiento político con respecto al petróleo se
resumía en esa frase de Juan Pablo Pérez Alfonzo. La premisa básica ha sido que
el petróleo es dañino y causante de nuestros males económicos y culturales y
que nos ha impedido avanzar hacia la economía diversificada. La frustración es
comprensible: el Estado venezolano hoy más que nunca es un modelo de derroche,
corrupción, ineficiencia y de pretensión de todopoderoso que quiere controlar
la sociedad.
Una
manera de entender las distintas alternativas de la política petrolera que, por
supuesto, tiene varias implicaciones, es mediante una fórmula muy sencilla: el
ingreso fiscal petrolero es igual al precio multiplicado por su volumen
multiplicado por la tasa. Así vemos cuál ha sido la prioridad de la política
petrolera en Venezuela en los últimos años.
Durante
el siglo XX la prioridad estuvo alrededor del volumen. En primer lugar, tenemos
un enfoque en el que se inscriben los pensamientos de Rómulo Betancourt y de
Pérez Alfonso, y dominante durante una buena parte del siglo XX. Consistía en
no explotar una tasa demasiado elevada del volumen del petróleo, porque no
teníamos suficientes reservas para dos ni tres generaciones.
El
otro criterio es el precio, el cual pasa a ser el factor dominante en la visión
del manejo de la industria petrolera. Esto ocurre fundamentalmente a partir de
1973, con el boom petrolero. Al tener altísimos niveles de precios, el volumen
no era lo más importante. Coincidió el tiempo de la nacionalización con el
momento de más producción, pero también hubo pérdidas en la capacidad
productora, lo que llevó a una franca caída durante una buena parte de los años
finales del siglo XX.
Priorizar
el precio sigue siendo la visión dominante. El gobierno actual ha buscado darle
prioridad al precio para “venderles” a los venezolanos que gracias a su
política el precio ha alcanzado altos niveles. Nada de esto ocurre realmente.
La realidad está relacionada con el empuje de la demanda, fundamentalmente, y
durante los últimos años los precios han crecido y, por lo tanto, el ingreso
fiscal.
GUSTAVO: Con “reservas” como las
que existen en la Faja, con un escenario de limitada vida útil, dada la
situación energética cambiante, parece poco sensato aferrarse a una política de
priorización del precio, en lugar de pensar en una política de priorización de
volumen. Estoy de acuerdo con Leopoldo.
Pero
hoy vivimos la peor crisis económica a pesar de que hemos tenido los precios
más altos de nuestra historia petrolera. Caída de la producción, corrupción,
incapacidad gerencial, desenfoque estratégico y desaprovechamiento de oportunidades
de negocios son sólo algunas de las causas que han llevado a la situación de la
industria hoy. No pretendo detenerme en ilustrar esto último, que ha sido
suficientemente abordado por expertos en la materia; preferimos plasmar cuál es
nuestra visión de una política petrolera para la mejor Venezuela, pero esto
será materia de la próxima entrega. Fuerza y fe Venezuela.
VENEZUELA Y PETROleO (II)
En el artículo anterior analizamos
cómo durante años el pensamiento político con respecto al petróleo ha estado
signado por una visión negativa, al punto de ser tildado como “excremento del
diablo”. Repasamos brevemente cuáles han sido las prioridades de la política
petrolera venezolana durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI hasta llegar
a la situación de la industria hoy, caracterizada por la caída de la
producción, corrupción, incapacidad gerencial, desenfoque estratégico y
desaprovechamiento de otras oportunidades de negocios en el mundo, lo que nos
ha llevado a la triste ironía de vivir la peor crisis económica a pesar de
haber tenido en esta etapa los precios más altos de nuestra historia petrolera.
En esta oportunidad queremos
proponer para el debate una visión sobre la política petrolera. Una visión que
concibe el petróleo como una bendición que tiene nuestro país y no como una
maldición o un excremento del diablo. Una visión que es profundamente
nacionalista y soberana, sin olvidarnos del carácter global que caracteriza al
negocio petrolero.
Quiero mantener el foco en que
nuestro objetivo como venezolanos debe ser construir la mejor Venezuela. No
cualquiera. La mejor. Y esta mejor Venezuela requiere de una visión sobre la
política petrolera, porque esa Venezuela no es posible sin comprender
seriamente el tema petrolero. Y no se trata de plantear una mayor dependencia
del petróleo, por el contrario; se trata de que podamos avanzar hacia elevados
niveles de bienestar, de paz y de progreso.
¿Y cómo lo hacemos? Propongo cinco objetivos
estratégicos. En primer lugar, convertirnos en el líder mundial del negocio de los
hidrocarburos, para lo cual debemos plantearnos ser el principal productor y
exportador de petróleo del mundo y ser el principal exportador de gas del
continente americano.
GUSTAVO: Este objetivo es técnica y financieramente irrealizable
para Venezuela, inclusive en el largo plazo. Más aun, no es lo estratégicamente
deseable. A pesar de que aumentar la producción en alguna medida es
deseable, la realidad venezolana es que
los recursos remanentes que podrían incrementar significativamente nuestra
producción de petróleo están en la Faja del Orinoco y requieren cuantiosas
inversiones y un largo tiempo de desarrollo. Y mientras nosotros expandimos la
producción otros países también lo harían, en especial USA, Arabia Saudita, Rusia
y la misma China.
En segundo lugar, democratizar el
negocio petrolero y fomentar la participación de los venezolanos en la
industria. Y quiero ser muy claro, no se trata de privatizar la industria
petrolera. Estamos en total desacuerdo con esto; se trata de abrir la industria
a la participación de los venezolanos en pequeños, medianos y grandes
proyectos.
GUSTAVO: La industria petrolera venezolana está ya
significativamente privatizada, como lo demuestra el hecho de que empresas
extranjeras seleccionadas por razones políticas tienen el control del 40% de la
producción en múltiples bloques de la Faja. Debería privatizarse mucho más, invitando a
las empresas extranjeras que si conozcan el negocio a invertir y participar
activamente en el desarrollo de la industria petrolera. Se requiere
urgentemente un nuevo modelo petrolero, como el que he esbozado en el artículo:
http://www.ensec.org/index.php?option=com_content&id=371:venezuela-chavez-and-pdvsas-oil-woes&catid=128:issue-content&Itemid=402.
El rechazo de la participación del capital privado en la industria petrolera
venezolana es un dogma que nos ha hecho mucho daño.
Como tercer objetivo estratégico, debemos apalancar el
bienestar de los venezolanos a través de la creación del fondo solidario para
la atención de la pobreza extrema y para capitalizar un sistema de seguridad
social eficiente. El petróleo tiene que generar bienestar.
GUSTAVO: Pienso que los fondos para dádivas y limosnas son
inconvenientes. Es preferible pensar en un esquema como los planteados por
Monaldi , Quiros y Kurowski, entre otros, de repartir parte del ingreso
petrolero como dividendos directos a los venezolanos.
Un cuarto objetivo estratégico es apalancar el progreso a
través de la generación de miles de empleos productivos y emprendimiento
mediante el desarrollo de la industria “aguas abajo” y realización de nuestro
potencial petroquímico y la estimulación del sector no petrolero, utilizando el
petróleo como palanca para la diversificación de la economía. El petróleo tiene
que generar progreso.
GUSTAVO: En este sentido creo deseable utilizar el
ingreso petrolero para promover el turismo, entre otras actividades
no-petroleras.
Por último, debemos diversificar las fuentes
de energía y garantizar un equilibrio entre el desarrollo de la industria y el
ambiente. El petróleo debe generar un mejor medio ambiente.
GUSTAVO: Este objetivo va de frente contra el
primero, ese de constituirnos en el mayor productor petrolero del planeta. El
petróleo de la Faja presenta inmensos problemas de tipo ambiental.
Ahora bien, sobre el primer objetivo
estratégico, para convertirnos en el principal productor y exportador de
petróleo del mundo, en primer lugar debemos plantearnos la meta de duplicar nuestra
producción petrolera en un plazo no mayor de seis años. Con ello podríamos
triplicar los ingresos petroleros y generar una reactivación, crecimiento y
diversificación de la economía venezolana nunca antes vista.
GUSTAVO: De nuevo, pienso que establecer metas
imposibles o improbables de lograr es políticamente contraproducente porque
conduce a la falta de credibilidad. Es lo que el régimen forajido actual ha
hecho, hablar continuamente de metas irrealizables e irrealizadas. No es
posible duplicar la producción petrolera venezolana en seis años, sobre todo
porque –repito- el aumento tendrá que venir, esencialmente, de la Faja y esa es una producción que deberá
ser mejorada en instalaciones que aún no existen.
Esto significa darle prioridad al
volumen y hacer lo que, de alguna manera, la Pdvsa de hoy no hace, aun
cuando lo ha prometido todos los años: aumentar los niveles de producción. En
la próxima entrega veremos cuáles son las ventanas ciertas de oportunidades
para lograr ese objetivo que a primera vista pareciera algo grandilocuente y
cargado de nacionalismo: convertirnos en el principal productor y exportador
mundial de petróleo. Fuerza y fe, Venezuela.
VENEZUELA Y PETROLEO (III)
Gracias por la receptividad a
nuestra intención de abrir un debate sobre el petróleo y nuestro destino como
nación.
En nuestra primera entrega propusimos
debatir la aproximación cultural-política que hemos tenido con el petróleo. ¿Es
una maldición? ¿Ha sido y es el causante de nuestros males? Pensamos que no y
que ha sido el uso discrecional, poco transparente y mal enfocado dado por años
a nuestra principal riqueza. Ante el petróleo como maldición,
proponemos asumirlo como una bendición y como la más importante oportunidad que
tenemos para dar un brinco histórico hacia la Venezuela que siempre hemos
soñado.
GUSTAVO: Estoy de acuerdo en que ha sido siempre un
instrumento que nosotros hemos utilizado mal. Solo deseo recordar que estamos
ya tarde en nuestro deseo de “dar un brinco histórico” basado en el petróleo. Aumentar
producción, si. Pero nada de propósitos fantasiosos.
En segundo lugar, para alcanzar ese país propusimos en el
artículo anterior una visión petrolera nacionalista y soberana que orienta una
política petrolera que se plantea cinco objetivos estratégicos. El primero de
ellos es el de convertirnos en el principal productor y exportador del mundo. ¿Podemos
lograrlo? A primera vista pareciera un objetivo grandilocuente y cargado de
nacionalismo, pero, aunque esto es cierto, no lo es menos que Venezuela
concentra 20% de las reservas petroleras del mundo pero apenas representa 3% de
la producción mundial. Venezuela tiene el coeficiente reservas/producción (R/P)
más alto entre todos los países productores. Ya fuimos el primer exportador del
mundo, ¿por qué no volver a serlo? Según la Agencia Internacional de Energía
(2012), el primer exportador es Arabia Saudita (8,9 millones b/d), seguido por
Rusia (7,2 millones b/d) y los Emiratos Árabes Unidos (2,6 millones b/d). Con
llevar la producción a 4 millones b/d, nos convertiríamos en el tercer
exportador mundial (hoy somos el noveno).
GUSTAVO: Toda esta sección es muy débil. Admite que
el objetivo de llegar a ser el mayor productor de petróleo del planeta es “grandielocuente
y cargado de nacionalismo”. Parecería conceder que es irrealizable. Pero, de
seguidas, Leopoldo dice “Por que nó”? Y la razón es la que hemos expresado
antes. Toda la nueva producción que sería necesaria para que esto sucediera tendría
que venir de la Faja. Llevar la faja a 8 millones de barriles diarios
representa una meta muy improbable, aun a largo plazo, debido a consideraciones
técnicas, de financiamiento y de logística. Pondría a todo el país a pensar solo
en la Faja y esto no es deseable. La meta deseable y lograble sería incrementar
la producción en la Faja en unos dos millones de barriles diarios, para una
producción nacional total de unos cuatro millones de barriles diarios, a fin de
generar ingresos para promover otras actividades.
Venezuela cuenta con petróleo
¡infinito! pero tiene fecha de vencimiento (la edad de piedra no se acabó por
falta de piedra, la era de los hidrocarburos probablemente no se acabará por
falta de hidrocarburos).
También debemos tener cuidado de
generalizar y categorizar nuestras reservas como de “baja calidad”; ese es uno
de los paradigmas que estamos determinados a cambiar. Venezuela es tres países
petroleros en uno: el de crudos convencionales, el del crudo extrapesado y el
gasífero.
Sólo en crudos convencionales
(medianos-livianos), Venezuela cuenta con reservas mayores a los 80.000
millones de bbl (40 veces las que tiene Colombia, 5 veces más que Brasil). Con
este nivel de reservas, podríamos incrementar la producción significativamente
solo en crudos convencionales. Hablemos de los más de 200.000 millones bbl de
crudo extrapesado que tenemos en la faja. Si bien hace apenas 20 años no era
comercialmente viable (solo lo pensábamos para la Orimulsión), hoy con los
altos precios y los avances tecnológicos esas reservas son tan fungibles en el
mercado como cualquier otro yacimiento. Por eso nosotros proponemos poner la
mirada lejos y asumir que podemos y debemos ser el principal productor y
exportador del mundo. Aquí entran las consideraciones de que no es posible, que
se requiere mucha inversión y que si lo hacemos “desbalanceamos” el mercado y
nuestro cartel predilecto, la OPEP. Ante estas consideraciones, válidas todas,
nosotros pensamos que el capital para invertir está disponible y que con un
plan serio que entusiasme y genere confianza dentro y fuera del país podemos
atraer el financiamiento necesario. Es cierto que debemos recuperar la
confianza. Esto no es imposible; las empresas y países con estas capacidades
siguen interesados en Venezuela; mucho siguen aquí, solo están esperando que se
den las condiciones adecuadas para acompañarnos, en una relación de respeto, a
alcanzar estas ambiciosas metas. Teniendo las mayores reservas del planeta, no
podemos conformarnos con ser un país de 3 millones b/d. Debemos ocupar el
puesto que nos merecemos. Fuerza y fe, Venezuela.
GUSTAVO: Para entretener estas ambiciosas metas en alguna medida,
creo que un nivel de 4 millones de barriles diarios, máximo 5 millones de
barriles diarios, sería el adecuado, a
fin de no convertir a Venezuela en un país internamnte desequilibrado, volcado
totalmente hacia la producción petrolera. Será necesario llamar al capital
privado internacional y abrirnos a esa participación. Repito que no es posible
hacerlo de la manera “nacionalista” que Leopoldo esboza en sus artículos. Esto
es indeseable y dañino para el país. El
prurito nacionalista es lo más anti-nacional que conozco.
Venezuela y el petróleo (IV)
Otro objetivo estratégico que nos hemos planteado es la
democratización del petróleo. Hay que democratizar, en primer lugar, el debate
sobre el tema petrolero. Es y ha sido de las élites que gobiernan. La peor
época la vivimos hoy, cuando no tenemos un simple presidente encargado de
gerenciar Pdvsa. Tenemos un zar corrupto millonario y que maneja la industria y
el petróleo como si fuese suyo. Además de la evidente corrupción del sistema de
justicia y el secuestro de todos los poderes públicos por quienes gobiernan,
porque el petróleo es un asunto de los “expertos petroleros”. Mientras el
monopolio de los temas petroleros sea de los “expertos” y de quienes gobiernan,
la tentación de privatizar la renta petrolera como lo hizo Gómez y hoy lo hace
este gobierno seguirá intacta.
Una vez democratizado el debate, el siguiente paso es dar
participación real a los venezolanos en el negocio petrolero abriendo
oportunidades de inversión y ahorro en la industria petrolera.
Venezuela no es un país petrolero, son tres países
petroleros en uno. Tenemos un país de crudos convencionales (medianos-livianos)
en nuestros campos de oriente y occidente, tenemos otro país de crudos pesados
en la faja petrolífera del Orinoco, y tenemos un país gasífero. Cada uno de
estos países necesita una estrategia distinta para lograr su máximo desarrollo
y aprovechamiento.
Un ejemplo muy claro para invertir es la faja petrolífera
del Orinoco, pero son proyectos de altísimo nivel de inversión con estructuras
de financiamiento distintas de la de los crudos convencionales. Los proyectos
requieren inversión tanto nacional como foránea. Incluso si no pudiésemos
participar en las inversiones de estos proyectos, a los venezolanos las leyes
nos deberían garantizar la oportunidad de invertir en fondos de ahorros o
compra de acciones en las empresas mixtas de la faja, con lo cual se
garantizaría la transparencia de ellos, pues el gobierno se vería obligado a
presentar cifras públicas. Adicional a esto se debería promover y apoyar a
empresas de bienes y servicios de contenido nacional para que realicen sus
actividades en la faja.
En el país de los crudos convencionales de oriente y
occidente, la realidad actual es lamentable. Durante los últimos años, la
producción de estos campos ha venido cayendo en picada (pérdidas de más de
500.000 barriles diarios desde 2008, el tamaño de la producción completa de
Ecuador).
Sólo en crudos convencionales Venezuela cuenta con
reservas superiores a los 80 millardos de barriles (40 veces las que tiene
Colombia, 5 veces más que Brasil). Podríamos incrementar la producción de este
tipo de crudos al activar una porción importante de los más de 20.000 pozos que
hoy están cerrados; además, optimizar, gerencial y tecnológicamente, los que
continúan activos.
Es en este país de los convencionales donde nosotros
vemos la mayor participación activa del talento, capital y protagonismo de los
nacionales. Impulsando empresas mixtas gerenciadas y capitalizadas por
venezolanos, que produzcan y que se dediquen a optimizar el potencial de esos yacimientos
asignados. En esta dimensión de los convencionales, proponemos la vinculación
directa con los mercados de capitales, el criollo principalmente. También, que
una parte de estas empresas vaya a la bolsa con la intención de abrir la
oportunidad de ahorro y participación de los particulares, así como el impulso
de la tan necesaria transparencia en el manejo del negocio petrolero.
Como
vemos, democratizar el petróleo va más allá del punto evidente de democratizar
la renta, que ha sido el único punto de debate a lo largo de nuestra historia
rentista. Se trata de que todos los venezolanos sean conocedores del petróleo,
se trata también de que podamos participar del negocio invirtiendo en su
producción.
GUSTAVO: Creo que lo fundamental es debatir sobre el modelo
petrolero que el país debe adoptar. Pienso que para ello será necesario despojarnos
de todo dogma o mito, de los que nos han acompañado por años. Petrobras, por
ejemplo, usa todas las modalidades posibles de asociación con el capital
privado, incluyendo la figura de las concesiones. También ha colocado hasta un
30% de sus acciones en el mercado de valores. Eso contribuye a democratizar el
negocio petrolero. Nada de nacionalismos populistas. Creo que PDVSA en su forma
actual es irrecuperable y debemos pensar en otras alternativas.
Esperemos que Leopoldo no tenga planes de seguir manteniendo al forajido de Maldonado. Disculpe Don Gustavo que ponga esta nota aquí que he copiado de la web de la BBC. Vivo en Londres y en las noticias de la BBC, esta nota ya tiene 3 o 4 días en pantalla.
ResponderEliminarOjalá usted pueda poner el artículo siguiente completo en su blog como una entrada y no como un comentario que es lo que estoy haciendo yo. Me habría gustado tener su email.
Gracias por seguir luchando sin flexibidad moral alguna. Usted es hombre de sólida moral y es nuestro orgullo.
http://www.bbc.co.uk/sport/0/25157499
http://www.bbc.co.uk/sport/0/25157499?print=true
FORMULA 1
Andrew BensonCHIEF F1 WRITER
29 November 2013
Pastor Maldonado: Lotus snap up ex-Williams driver for 2014 season
Pastor Maldonado will join Romain Grosjean at Lotus in 2014.
Maldonado replaces Kimi Raikkonen, who will drive for Ferrari next season, and has won his seat largely because the team need an injection of funds.
A planned investment deal with the US-Middle Eastern consortium Quantum has so far failed to materialise.
That meant Lotus could not sign their preferred driver, German Nico Hulkenberg, who has only limited personal backing.
Maldonado comes with significant funds from the Venezuelan state oil company PDVSA, which has paid £30m a year for him to drive at Williams since 2011.
"It is a fantastic opportunity for me," said Maldonado.
"It's no secret that I have wanted a change of scene and the Lotus F1 team offered the very best opportunity for me to be competitive next season.
"The regulations and cars will change significantly so it is a very good time for a fresh start."
Lotus team principal Eric Boullier said: "It is clear that Pastor has pace and potential, demonstrated by his 2010 GP2 Series title success and strong races throughout his career at Williams.
"We are convinced we will be able to provide the correct environment to enable him to flourish regularly."
Lotus, who finished fourth in the constructors' championship, have made no secret of the fact they have had cashflow problems this season - Raikkonen quit the team two races before the end of the season because he had not been paid all year.
The team owe him 17.15m euros (£14.5m) because of a salary of eight million euros and a bonus scheme worth 50,000 euros a point.
Hulkenberg will now drive for Force India, where sources say his deal has been done.
He is expected to be joined by Mexican former McLaren driver Sergio Perez, who is on the verge of concluding his own deal with Force India.
Hulkenberg's Sauber seat will be taken by German Adrian Sutil, whose contract is also said by sources to be secured but has not yet been announced.
The identity of the Swiss team's second driver is not yet known, but they are likely to stick with Mexican Esteban Gutierrez for a second season.
This year's other Force India driver, Scot Paul Di Resta, will lose his place in F1 and is hoping to land a seat in US-based IndyCar racing.
Lotus is a major step up for 28-year-old Maldonado, who won one race for Williams in Spain in 2012 but whose driving has often been erratic.
He has made it clear that he felt Williams had held him back this season, while the team were also happy to part company. Williams have signed ex-Ferrari driver Felipe Massa to join promising Finn Valtteri Bottas.
Pastor Maldonado
• Born: 10/03/85, Maracay
• Nationality: Venezuelan
• Career wins: 1
• Career pole positions: 1
• 2013 points total: 1
Nico Hulkenberg
• Born: 19/08/87, Emmerich am Rhein
• Career wins: 0
• Career pole positions: 1
• 2013 points total: 51