URGENTE: Gran Frente Nacional para desconocer y acelerar la salida del régimen

Son pocos los venezolanos quienes se dan cuenta de que el régimen nos está matando a pellizcos. Hoy leo que el joven Pedro Pablo Fernández sigue pidiendo un “consenso” entre gobierno y oposición, algo que es imposible.  Edgar Zambrano , líder de AD, le ha pedido infructuosmente 51 audiencias a Nicolás Maduro para tratar de lograr una “amnistía” para gente que no ha cometido delito alguno y ni siquiera, en su inmensa mayoría, han sido objeto de  juicio . El presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, pide “la urgente unificación del tipo de cambio”. Los padres venezolanos protestan en contra del adoctrinamiento ideológico en las escuelas. La gente de los barrios hace interminables colas en mercados, por la falta de los insumos más esenciales, ante lo cual la hiena  Schemel dice que ello es debido “al dineral que tiene la gente”. Los economistas publican un documento diciendo que la economía está en ruinas y que el régimen oculta las verdaderas cifras del desastre. Las morgues están llenas de muertos.  La Federación Médica advierte sobre el desastroso estado de la salud en el país. Los viajeros están desesperados porque no pueden salir de Venezuela y las aerolíneas dicen que si no les pagan no vuelan, mientras la hiena Ramírez dice que ello se debe al campeonato mundial de fútbol. Los comerciantes están atrapados entre le delincuencia y los abusos del régimen. No hay agua, no hay electricidad, no hay gas natural. La vialidad es un desastre.

Pocos pueden ver que los problemas sectoriales son parte de un solo e inmenso problema:  la presencia de una pandilla de hampones ineptos en el poder. Cada uno de los venezolanos desea que se les arregle su parcela del asunto, lo que más le duele, pero pocos son quienes advierten la existencia de una pudrición sistémica que no admite soluciones parciales o sectoriales. Estamos inmersos en un inmensa crisis, la cual demanda un reemplazo total del régimen como única via de salvación nacional. Y si el régimen está sostenido en el poder por la fuerza bruta y prostituida  habrá que desafiarlo abierta y masivamente, no importa las consecuencias.

Una pandilla no puede seguir en control del poder, arruinando al país. Hace falta que un grupo de líderes, casi todos ya identificados,  unifique la protesta y la haga masiva. Si continúa el predominio de pedidos sectoriales nos seguirán matando a pellizcos. He sugerido varias veces la celebración de un Congreso por la Democracia, en el cual se sienten las bases de un gran Frente Nacional, el cual pueda utilizar todas las herramientas constitucionales que existen  para acelerar la salida de la pandilla. Creo que la FF.AA. debe abandonar su prostituída postura de apoyo a la pandilla y  dejar , ellos mismos, de ser pandilleros para ser dignos guardianes de la democracia y de la libertad. Los militres honestos quepuedan quedar deben  decirle a la pandilla que la fiesta de la muerte, de la ruina  y del  latrocinio  se acabó.  

Seguir de resignados pasajeros en un autobús destartalado  conducido por choferes corruptos e  ignorantes es un acto suicida y es, lamentablemente, un reflejo de nuestra baja calidad ciudadana.

                                                                   Recomendación

1. Un grupo de personas, a lo Maria Corina Machado,A ntonio Ledezma, Diego Arria, Enrique Aristeguieta Gramcko deberían convocar a una reunión preliminar de  los representantes de Sociedad Civil (son muchos para enumerarlos aquí) , por ejemplo, Sindicatos, Fedecámaras,  Colegios y Asociaciones Profesionales, Estudiantes, Partidos Políticos, Gente del Petróleo, Frente Institucional Milita, Sociedades de Vecinos.  
2. En esta reunión se sentarían las bases para convocar un Congreso Por la Democracia  de dos  tres días de duración, del cual emerga un Gran Frente Nacional por la democracia.  
3. Este Gran Frente debe tomar un postura pro-activa pr acelerar la salida del régimen, usando todas las herramientas permitidas en la Constitución, incluyendo el pedido de cooperación de organizaciones de Derechos Humanos de otros países y las denuncias a las organizaciones de Justicia Internacional.