Reflexiones dominicales (en sábado)
Mañana estaré viajando por unas dos semanas. Envio mi reflexión dominical hoy sábado.
Sobre Venezuela cae
aceleradamente un telón narcomilitar. Lo
que el régimen no reprime lo compra, de manera tal que ya casi no existen
televisoras o diarios realmente independientes. Los pocos que aun sobreviven
tratando de dar la cara se encuentran bajo presión del régimen para que cierren sus puertas
o se auto-censuren hasta un punto de castración.
En ese ambiente, creado por una
alianza podrida de militares narcotraficantes, extremistas y masas ignorantes acostumbradas
a la limosna, el país ha entrado en una etapa de oscurantismo acentuado, el
cual hubiera parecido inimaginable hace apenas 15 años. Ello ocurre ante la mirada
de una región cómplice o indiferente, de manera que no hay que esperar nada de
la gentuza agrupada en UNASUR o en la OEA, nada de líderes alcahuetas e
indignos como los miembros del ALBA, o como Mujica, Kirchner, Roussef y hasta Santos. No
es posible esperar nada de los paisitos del Caribe, tristes comparsas del
proveedor de petróleo. No es dable esperar mucho del ejecutivo estadounidense,
al mando del peor presidente que ha tenido los Estados Unidos en los últimos 50
años, aunque si del Congreso de ese país, que está activo en defensa de la democracia
venezolana. No podemos esperar mucho de
Europa, distante e inmersa en sus propios problemas.
Los venezolanos que vivieron en
un país libre y civilizado sufren hoy bajo el yugo de un régimen de
analfabetas, ineptos y corruptos apoyado por las armas de militares quienes han
traicionado su razón de ser. Por ello,
las fuerzas armadas venezolanas, perdida esa razón de ser, deberían ser eliminadas en un futuro.
Miles de venezolanos ya se han ido, no para olvidarse de la tragedia
venezolana, sino para evitar vivir bajo la podredumbre chavista. Esa ha sido
una decisión tomada por quienes no podían aguantar la opresión y tuvieron la
oportunidad y el coraje de hacerlo. En Venezuela quedan millones de ciudadanos
amantes de la democracia y de la libertad que no pueden o no setreven a salir
del país, o piensan que su lugar está en el país. Ambas decisiones son merecedoras
de respeto.
Quienes no merecen respeto son
quienes se resignan, doblando la testuz, a vivir como esclavos.
Hoy en día el samizdat, la
generación de documentos contra la opresión estaliniana que circulaban de mano
en mano entre los patriotas soviéticos, ha sido reemplazada, con ventaja, por
el internet, medio instantáneo, de difusión masiva y casi imparable. El twitter
y los blogs son los nuevos samizdats. Desde 2007 tengo este blog, en el cual he
escrito unos 4600 artículos sobre Venezuela, sobre la necesidad de recuperar la
libertad y la democracia en Venezuela, sobre la necesidad de darle una patada
histórica a la pandilla de hampones que se ha enquistado en el poder, sobre los
casos de corrupción en el régimen podrido, en espacial en PDVSA, sobre la invasión cubana
en el país, sobre la cursilería que caracteriza a la pandilla hamponil, en fin,
sobre la tragedia de un país embrutecido y mediocrizado por la acción de una
marabunta .
Lo hago para defender el concepto
abstracto de democracia, porque estoy indignado por lo que ha sucedido en
Venezuela, porque desearía ver a Venezuela vivir en paz, con un gobierno civilizado
y no de bestias . No lo hago por defender fortunas que no tengo o por sentirme
afectado a título individual, ya que vivo tranquilamente en un bello rincón de
los Estados Unidos, país que me ha recibido generosamente, al cual amo tanto
como a mi país y donde terminaré mi existencia.
Usemos el moderno “samizdat” con
pasión venezolana, como intrumento de libertad y democracia, como medicina
contra la hipertensión, como desahogo para nuestra frustración. Digámosle a los
hampones chavistas lo que pensamos de ellos .
Dicen que mientras mas brutos o sin pocos estudios, mas sagaces y corruptos son !
ResponderEliminarConmovedor, sobre todo ese párrafo donde dice "Estados Unidos, país que me ha recibido generosamente, al cual amo tanto como a mi país y donde terminaré mi existencia."
ResponderEliminarYo creo no saldré de Venezuela, aunque lo deseo. Mi área profesional no va a encontrar mercado y no estoy en edad de comenzar en otra. Sólo deseo que mi descendencia encuentre esa oportunidad, ya no en USA, porque los médicos no tienen oportunidad allí, sino en Europa, con gran esfuerzo porque tampoco son gratis pero sí más al alcance de uno -los postgrados en salud son incosteables en USA y no hay becas pero sí les han dado becas en "politología" y similares a joyas como Izarra, el padre, y Tibi-.
Una observación: lamentablemente los únicos remedios contra la hipertensión se encuentran en las farmacias. En Venezuela, mejor dicho, NO se encuentran. Lo dice un paciente -en todos los sentidos de la palabra-, de hipertensión y del criminal desabastecimiento de medicinas.
Feliz viaje. Cómo me gustaría un día conocerlo y saludarlo personalmente. Si salimos de esto -y tenemos que hacerlo- a lo mejor... (ahora, ya no puedo darme mi gusto de viajar una vez al año al exterior; también eso nos quitaron)
Gracias por su comentario. Ojalá nos encontremos en alguna ocasión. Aquí he encontrado tranquilidad y felicidad que hubiera deseado para todos mis compatriotas. No ha sido posible. Algun día tendremos un país de ciudadanos y su descendencia leerá sobre estos años como una pesdilla.No se imaginaran lo que fué esto.
ResponderEliminarSigamos en contacto,
Gustavo