Desde el 6 hasta el 22 de Julio mi
esposa y yo emprendimos un viaje dentro de ese más amplio viaje que nos
describe Constantino Kafavis en su bello poema “ITACA”. Nos advierte el poeta
que siempre debemos tener a Itaca en nuestra mente, ese puerto mítico que marca
el final de nuestras vidas. Y en ese espíritu nos recomienda:
“Cuando te
encuentres de camino a Ítaca,
desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos. ….
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con qué alegría, con gozo
arribes a puertos nunca antes vistos …”
desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos. ….
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con qué alegría, con gozo
arribes a puertos nunca antes vistos …”
Mi esposa y yo nos dijimos que a mi edad
(tendré
81años dentro de unas semana) era buena idea ver, mientras podíamos, algunos sitios que
nunca habíamos visto.
Los seres humanos tenemos un destino, eso
que finalmente nos ocurre, así como también tenemos sueños y anhelos, algunos
de los cuales logramos realizar.
Este fué uno de ellos. Mi esposa
alimentaba desde hace años el deseo de ver a San Petersburgo y caminar por las
galerías del Hermitage. Yo pensaba en un buen “borscht”, caviar y blinis y una
buena vodka, además de pasearme por Nevsky Prospect. Los dos compartíamos anhelos de conocer los
países nórdicos, comarcas que nos imaginábamos exóticas y que sabíamos poseedoras de una envidiable calidad de vida.
Se nos presentó la oportunidad de hacerlo,
debido a un ingreso imprevisto por traducciones, como el que nos sirvió par
irnos a España hace dos años. Pudimos comprar boletos aéreos para Copenhagen y
reservar una cabina ( “partial obstructed view”) , en un crucero de doce días
por el Báltico en Holland-America Lines. El crucero tocaría en varios de esos
atractivos puertos a los cuales se refiere Kafavis: Talinn en Estonia, San Petersburgo
en Rusia, Helsinski en Finlandia, Estocolmo en Suecia, Warmunde y Hamburgo (Kiel) en Alemania y Copenhagen en Dinamarca.
Al mirar atrás no me parece nada mál para alguien nacido en Catia
y criado en Los Teques haber hecho este civilizado recorrido. Crecí en una apacible y
bucólica Los Teques, de calles mayormente
transitadas por arrieros y beatas, donde el mejor poeta del pueblo, en su mundo
de alcohol, aseguraba que su mejor poema era “La Vuelta a la Patria” de Pérez
Bonalde. Pude llevarles saludos de ese
poeta de Los Teques, muerto hace años, a Pushkin en San Petersburgo, en su bella
estatua en el jardín de Mikhailovsky y a Hans Christian Andersen en Copenhagen,
cuya efigie en bronce exhibe una expresión de severa bondad en la avenida que
lleva su nombre, cerca del Ayuntamiento de la ciudad.
Con Pushkin, en San Petersburgo
Por poco más de dos semanas caminamos, comimos
y nos sentimos breve parte de esos seis
países, siete para ser exactos, porque a
los seis mencionados arriba debo agregarle el hecho de que mucho del personal
del barco era Indonesio y ello me permitió practicar mi Bahasa Indonesia con
ellos y hacerles preguntas sobre ese
gran país, cuya cultura ha experimentado un gran cambio hacia la modernidad
desde que estuvimos allá hace 50 años, trabajando para Shell en Balikapapan.
Decir que nos sentimos parte de esos
países visitados es exagerado y hasta presuntuoso, porque apenas permanecimos
horas en cada uno: dos días en San Petersburgo y Estocolmo, dos días en
Álemania, horas en cada uno de los otros. En verdad, lo posible es obtener
impresiones sobre cada sitio, algunas más vigorosas que otras. Para adelantarles
algunas, puedo decir una sola palabra sobre cada una de las ciudades visitadas,
la cual trataré de sustentar más adelante:
Ciudades visitadas Impresión inicial
Copenhagen, de entrada: Decepcionante, 30 horas
Talinn:
Cautivante,
8 horas
San Petersburgo: Triste, 48 horas
Helsinski: Encantadora,
cinco horas
Estocolmo: Extraordinaria,
48 horas
Warnemunde: Pintoresca,
8 horas
Hamburgo: Elegante,
cino horas
Copenhagen, de salida: Semi-Decepcionante
(72 horas)
Y el crucero?: Bueno
Itinerario
6 de Julio: Vuelo Washington- Copenhagen.
Siete y media horas, en SAS,
extraordinario. Un clase turista muy civilizada. Un Airbus 340, confortable. En
mi monitor puedo ver películas, escuchar música u observar elprogreso del
vuelo, desde el aeropuerto Dulles hacia
el noreste, volando obre Nuev York, Boston, Halifax, Groenlandia, Reikjavik en
Islandia, torciendo ligeramente haci el sureste para sobrevolar el norte de
Escocia y luego, al este, hacia Copenhagen. Llegamos a la ciudad bajo una
ligera lluvia, la única que veríamos en todo nuestro viaje.
7-8 de Julio, COPENHAGEN, de entrada.
Llegamos bajo una ligera llovizna, al
aeropuerto de Copenhagen y utilizamos el tren para ir hasta la ciudad, unos
$12, en comparación con los $65 que hubiera costado un taxi. El tren andaba con
una suavidad soprendente, como sobre terciopelo pero los sectores de la ciudad
que atravesábamos se notaban descuidados, con monte, grafitti en las paredes,
sin la limpieza que uno asocia con los países nórdicos. Esa fué mi primera
impresión. No se disipó al llegar a la Estación Central, tenebrosa, sucia,
descuidada, muy concurrida, situada en el corazón de la ciudad, a una cuadra del Ayuntamiento. Al salir vimos
centenares de bicicletas estacionadas a la salida y muchas colillas de
cigarrillos en el suelo. La gente que vimos no era nada parecida a la que traía
en la imaginación sino una masa mal vestida, tatuada, con aspecto de gitanos, o
de clientes de algun bazar de pueblo. Habíamos llegado a Copenhagen? O a algun
rincón del tercer mundo?
Caminamos hasta el hotel, a dos cuadras,
arrastrando nuestras maletas, como lo hacían centenares de viajeros que salian de la
estacion central. De nuevo, la palabra que me cruzaba la mente una y otra vez
era “suciedad”. El contraste entre la Copenhagen de mis sueños y la que veía
era muy fuerte. En la zona había gente tipo “homeless” con señales de gran
descuido personal.
Llegamos al hotel, antiguo pero de
distinguida fachada, con una pequeña recepción muy pulcra y una atenta
recepcionista. Subimos a la habitación en un ascensor de principios de siglo
XX. La habitación era de pequeño tamaño con una cama igualmente pequeña. Eso
sí, el baño era comparativamente muy grande, con una bañera de heróicas proporciones.
Por un momento pensamos en la posibilidad de dormir en la bañera, porque,
además, el baño tenía una gran claraboya que podía abrirse, dando paso a una
agradable brisa, mientras que la habitación era calurosa.
Después de un descanso de un par de horas
salimos mapa en mano a recorrer la ciudad. Estábamos en el centro, a una cuadra
del famoso TIVOLI, el centro de atracciones en el cual se inspiró Disney para
su Disneyworld. A su lado estaba el hermoso edificio del Ayuntamiento, con una
amplia plaza bastante descuidada y pisos cuarteados por la suciedad. De allí
seguimos hacia la calle Fredericksberggade, parte de STROGET, la zona de compras más importante de
la ciudad, una calle reservada los
peatones que se extiende por unos dos
kilómetros. Sin embargo, esta calle, la cual recorrimos más de una vez, no es realmente
elegante y solo en las últimos metros concentra las mejores tiendas, cerca del
Kongens Nytorv, donde está el Teatro Real y el Hotel D’Angleterre. De resto ofrece
una sucesión de pequeños restaurantes de hasta lóbrego aspecto, tiendas de
segunda categoría, casas de cambio y
mucha venta de souvenirs baratos. Hay cafés con asientos al aire libre, donde
la gente se sienta tomar algo y ver
pasar la muchedumbre, la cual es numerosísima a toda hora. Nos llamó la
atención la tienda Illums, la cual tiene una bella oferta de artículos para el
hogar, de diseño tipicamente danés. El nombre de un pequeño establecimiento nos
pareció raro: “Fish and Love”. Comprendimos de que se trataba al verla bien.
Los clientes llegan, se descalzan y meten los pies y parte de las piernas en tanques
“tramparentes”, como diría Carrasquero, llenos de agua y de pececillos diminutos, los
cuales mordisquean los piés de los clientes, produciendo un efecto, supongo,
placentero, no sé si calmante u orgásmico. Los clientes toman champaña mientras
dura el evento. Me pregunto si tal actividad es muy higiénica o si no hay posibilidad
de contraer alguna infección o, al menos,
de recibir una exagerada y dolorosa serie de mordisquistos.
nos sentamos a ver pasar la gente
Nos sentamos en un café a ver pasar la
gente y a compattir la escena y el ambiente de la ciudad. Vimos algunos de esos seres que permanecen
inmóviles por horas, pintados de dorado o de algun otro color intenso, algunos
suspendidos en el aire de manera inexplicable, varios limosneros ninguno de los
cuales parecía nativo nativo de Dinamarca, muchos turistas vestidos de manera
más apropiada para andar por Zanzíbar, lindísimas muchachas escandinavas ataviadas
con unas cortísimas faldas, casi unos “baby dolls”, alguna que otra dama
entrada en años pero también ataviada con una “baby doll” en abierto desafío al
tiempo, mucha gente tatuada, todo un espectáculo multicolor. A media cuadra,
una “troupe” africana sonaba incesantemente unos tambores.
Al regresar al hotel, via el Ayuntamiento
vimos una gran aglomeración en la plaza adyacente, mucha gente situada alrededor
de unos cajones pintados de negro olocados en el suelo. Se trataba de una
manifestación islámica en contra de Israél y los cajones representaban ataudes de
los palestinos muertos en Gaza. No solo muchos musulmanes sino daneses
figuraban en la audiencia. El sitio había adquirido una fisonomía más árabe que
nórdica. Unos 300.000 musulmanes viven en Dinamarca, la mayoría en la capital.
Almorzamos a media tarde en un
restaurant chino llamado Magasasa, muy recomendado en Internet, el cual llevaba
yo en mi lista de sitios deseables, pero el cual resultó facilmente olvidable. El resto de la
tarde y la mañana del siguiente día nos dedicamos a caminar las calles inmediatamente
al sureste del hotel, incluyendo lo que parecía ser la zona roja de la ciudad. Algunos
borrachitos dormían en la calle y el olor a desechos humanos era fuerte.
Al mediodía nos fuímos al puerto a tomar
el barco “Eurodam”, en el cual haríamos el crucero. Luego
regresaríamos a Copenhagen para pasar tres días, antes de regresar a casa, por
lo cual planificamos visitar otros sectors de la ciudad en esa segunda visita.
Esta primera vista, sin embargo, nos decepcionó bastante.
En el Eurodam, listos para zarpar.
(continuará) ……
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ResponderEliminarGracias por compartir su experiencia por esa parte del Norte de Europa, a la que algun dia visitare. Mientras tanto, leere su historia y me imaginare como es que son las cosas. con respecto a los musulmanes protestando e Israel en Dinamarca, atrevamonos a manifestar contra las atrocidades de los terroristas musulmanes en Nigeria (secuestro de muchachitas de escuela) para que vean como nos caen a palo limpio. NOt al muslims are terrorists, but most of the terrorists are muslims.
ResponderEliminarLLevatelo Willie
Quise decir, vamoa a manifestar contra estos terroristas en un pais musulman, para que vean como nos pulverizan.
ResponderEliminarEl cabotaje de los Vikingos antiguamente!
ResponderEliminarGustavo no se pierda youtube AhoraVision y DTVMundo...!
ResponderEliminarEdoardo Sa_pene y DTV - punto de resistencia !
Y ud puede hacer su youtube channel!
Sitios de la ideo-sincracia latina y cristiana, que todos deberian conocer o saber mas 'acerca' de!:
ResponderEliminar-Vaticano y Roma
-Coliseo
-Atenas, Grecia
-Venecia [ small Venezuela ]
-Spain and Cristobal Colon
-Jerusalem
-Sinai [10-2=8 mandamientos]
-Meguido
-Egipto sin ninguna mencion PIRAMIDES en la Biblia...!