Nunca pensamos que ello fuera
posible. Cuando comenzamos a oír hablar a Hugo Chávez por la televisión cometimos el
error de pensar que sus pachotadas, rebuznos, necedades y grotescas
deformaciones de la historia serían suficientes para hundirlo ante la sociedad
venezolana. “Déjenlo hablar”, pensé, para que se suicide politicamente.
Lo que jamás imaginé es que mucha
de la audiencia era aún más mediocre que quien hablaba. Nunca pensé que cuando aquel personaje hablaba de petróleo o de Bolívar o de geopolítica, cometiendo los errores más
garrafales, los venezolanos aceptarían sus palabras como verdaderas. Mis compatriotas,
en conjunto, probaron ser más ignorantes que él.
Tuvo, pués, que llegar un Chávez a la
escena pública para que se revelara la mediocre textura de nuestro pueblo. Durante
el siglo pasado se había ido difuminando la memoria colectiva de nuestro último
rústico, Juan Vicente Gómez y los años de civilidad de Betancourt, Caldera, Leoni,
Perez y Herrera nos habían acostumbrado a pensar que éramos un pueblo
discretamente bien informado y de aceptable nivel cultural. Con problemas que
no eran de naturaleza estructural.
Chávez y, ni que decirlo, Maduro,
terminaron brutalmente con esta percepción, imponiendo desde Miraflores un
bajísimo estándar. Deformaron la historia, degradaron el lenguaje, insultaron,
se convirtieron en formidables agentes de embrutecimiento. Y, lo más trágico,
se encontraron con una sociedad hasta mayoritariamente dispuesta a caminar con ellos por esa vía hacia
la degradación colectiva. Las pachotadas, los insultos, las mentiras, las trágicas
muestras de fanatismo e ignorancia encontraron seguidores entusiastas cuando no
una audiencia sumisa e indiferente. Y de
esta manera, la Venezuela que pensábamos que existía, la de clases medias
empeñosas y de clases trabajadora con deseos de superación, cambió de apariencia
abruptamente, exbibiéndose como una
Venezuela simiricuire, de limosneros, rancho y quincalla.
Nadie puede tener tanto poder de
convencimiento y de persuasión para hacer cambiar a un pueblo, en solo 15 años, convirtiéndolo de grande en mezquino. Ha sido, más bien, la llegada al poder de maneras y lenguajes
bastardos que encontraron eco inmediato en las rendijas más oscuras del alma
venezolana, sacando a flote lo peor de nuestro pueblo.
Ahora, debemos aceptar que la Venezuela
del siglo XXI es un país embrutecido, una sociedad fallida que deberá ser
rescatada de la única manera posible, por un largo y sistemático proceso de
educación. Hoy estamos en el grupo de países más atrasados del planeta, algo
facilmente constatable al ver los índices económicos y sociales internacionales
y no los delirios de Eljuri.
Mi orgullo de ser venezolano ha
dado paso a la verguenza y, si antes me escudaba sin reservas bajo la sombrilla
del gentilicio hoy trato, con mi modesto esfuerzo, de hacer ver al mundo
exterior que en Venezuela también hay gente decente.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAl juntarse la carga genética psicopática de los primeros españoles conquistadors (Tesis Herrera Luque) on los indígenas y los negros, siglos de mala alimentación, ausencia de instrucción y promiscuidad y el añadido de los antivalores de la TV que, con Pasquali, añado, el resultado no sorprende.
ResponderEliminarUn dictador sanguinario, Pérez Jiménez, tuvo, no obstante sus múltiples defectos, algunas virtudes y una fue el impulso a la inmigración europea, que ya había comenzado antes por la huida de las guerras mundiales.
Por si acaso, lo dice un mestizo clase media con mucha sangre española e italiana, un poquito de negro y de indio y también, probablemente, una pizca de árabe o judío.
Al juntarse la carga genética psicopática de los primeros españoles conquistadors (Tesis Herrera Luque) on los indígenas y los negros, siglos de mala alimentación, ausencia de instrucción y promiscuidad y el añadido de los antivalores de la TV que, con Pasquali, añado, el resultado no sorprende.
ResponderEliminarUn dictador sanguinario, Pérez Jiménez, tuvo, no obstante sus múltiples defectos, algunas virtudes y una fue el impulso a la inmigración europea, que ya había comenzado antes por la huida de las guerras mundiales.
Por si acaso, lo dice un mestizo clase media con mucha sangre española e italiana, un poquito de negro y de indio y también, probablemente, una pizca de árabe o judío.
Esa fórmula étnica es la de la gran mayoría nuestra. Un dia mi hijo mayor, aun niño me trajo de la escuela, en Lafayette, LA, una carta de l maestra pidiéndome que le informara que raza era mi hijo.
ResponderEliminarLe envié algo así como est:
White 65%
Indian 25%
Black 9%
Other minute components 1%
La maestra me pidió ir a hablar con ella para saber quien era yo, porque nadie le había dado nunca una respuesta parecida.
Jajaja, muy bueno. Probablemente ando por allí, porque mi componente andino por parte de uno de mis padres sube el % indio en mi caso. Cordiales saludos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGustavo
ResponderEliminarLo que no sabiamos es que en verdad Chavez era como tú.....
zapeeeee!
ResponderEliminarEl presidente Hugo Chávez “pasó de problemas de triglicéridos y colesterol hace 20 años a una bipolaridad en tratamiento desde hace una década, y de ahí al agresivo tumor en la pelvis que exige quimioterapia y es de muy mal pronóstico”. Al menos así lo publica la revista M Semanal, que recogió declaraciones de Salvador Navarrete, quien integró un equipo de galenos venezolanos en el Palacio de Miraflores.
ResponderEliminarQue querian? Un Oscar Arias? No joda, desde el principio Ochoa Antich y Santeliz colaboraron para lo que paso. Ya Castro logro lo que queria, gracias Ochoa Antich.
http://www.leopoldolopez.com/confusion-causa-diferimiento-de-juicio-de-lopez-y-estudiantes-para-miercoles-13-de-agosto/
ResponderEliminarDa vergüenza la mediocridad de una buena parte de los compatriotas venezolanos pero más que nada me entristece que después de más de medio siglo de un supuesto progreso y mejoras en educación, nivel de vida y cultura democrática, el país se ha dejado arrebatar todo para caer en manos de una banda de ladrones, corruptos y traidores. Buena parte de la responsabilidad de ésta caída es de los llamados ¨líderes¨ politicos que no han tenido liderazgo, seriedad, estrategias inteligentes ni capacidad para desarrollar una oposición a la basofia cubanoide que hoy controla y destruye a Venezuela. Con pocas excepciones como Maria Corina Machado, Leopoldo López y quizás Ledezma, los demás sólo han actuado en respuesta a las acciones del regimen en lugar de tomar la iniciativa. Los valientes jóvenes que se han volcados a las calles a protestar ante la opresion del regimen, no han tenido el apoyo de acciones políticas por parte de los partidos tradicionales. Parece que los domina la flojera, la falta de ideas, el partidismo barato y la incapacidad.
ResponderEliminarya que estan hablando de aspectos raciales , soy uno de los pocos descendientes delo que ustedes llamarian en otra epoca blanco peninsulares europeo , y he sentido en carne propia el racismo a la inversa que nacio con El corrupto mayor Hugo Chavez alias el cadaver andante el cual solto todo el veneno primero odio racial, luego el odio de clases, los cual creo en los 40 años de la 4ta no vi tanto odio entre los venezolanos , me recuerdo aquel video de Orlando Urdaneta del 2005 donde con palabras profeticas decia igual que yo en el 1998 el iluminado de sabaneta vendria con todo en contra de nosotros y mis vecinos decian "no vale yo no creo " ya es tarde para darse golpes de pecho y criticarse unos contra otros , sino como organizarse y salir de estos vagos que estan en el poder de una vez por todas .
ResponderEliminar