REFLEXIÓN DOMINICAL
El cuerpo humano está programado
para ir entrando progresivamente en la comarca de las insuficiencias. Generalmente
la celebración de los 80 años coincide con el umbral de esta comarca. Suben la glucosa y la creatinina, se comienza a sentir un dolorcito en el brazo cuando la
caminata enfrenta una cuesta, el dolor osteo-artrítico se convierte en inseparable compañero, la vista se opaca, los sonidos se van transformando en
ruído. El médico le dice a su amigo y paciente:
“estás en buena salud, pero hay cositas a las cuales hay que atender”. Y
procede a enumerarlas: “Un preludio de insuficiencia cardíaca por aquí, señales
de insuficiencia renal más allá, insuficiencia auditiva y visual, ese molesto reflujo
gástrico, problemas arteriales periféricos, posible prostatitis . De resto, todo bien”.
Este es el precio de entrada que
muchos octogenarios deben pagar por ingresar a la república de la longevidad. Una inmensa mayoría
de quienes comienzan a transitar esta comarca se ve enfrentada a la que es,
probablemente, la más peligrosa de las insuficiencias: la insuficiencia presupuestaria.
La ciencia moderna se ha hecho muy sofisticada y ello le permite alargar la vida
del ser humano, siempre y cuando pague. El costo de proteger al octogenario de
los riesgos de su viaje por la comarca de las insuficiencias se ha hecho mucho
mayor, hasta el punto de que la oferta médica es maravillosa pero, con frecuencia, no hay con que pagarla. Esto sucede en todos
los países, por razones diferentes: en unos, por su atraso en el campo de la salud,
en otros por su estructura del sistema de salud , en todos, por la hiper-especialización que existe en la atención médica.
El tema es importante dado que la
población de octogenarios plus ha crecido mucho, mientras el costo de su atención
médica parece haber crecido aún más rapidamente, a pesar de las soluciones de
Seguridad Social, cada vez más difíciles de aplicar con éxito, o de tipo humano que existen como excepciones y al márgen del sistema.
No parece existir una solución
real a este dilema o paradoja, como lo llamaría el Dr. Francisco Kerdel Vegas ( Ver: “Paradojas Médicas”, www.cognitiobooks.com ) . La
hiper-especialización en la atención médica ha disparado los costos de esa
atención. Y el médico internista se ha ido transformando en un centro de
distribución de tareas para sus colegas
especialistas: los cardiólogos, urólogos,
gastroenterólogos, gerontólogos y otros ólogos. SI el paciente no tiene el dinero, le tocará ponerse en manos de un paleontólogo,
para ser examinado como especie extinta.
Es deseable buscar una fórmula
que le permita al octogenario transitar, de la mejor manera posible, por la
comarca de las insuficiencias, a tráves de un programa que permita la estructuración de una línea base médica para cada paciente que
tenga un costo razonable, combinado con un contacto personal más intenso, el
cual le permita al paciente tomar decisiones
sensatas conjuntamente con el médico, a fin de optimizar el binomio costo- atención médica y sortear los precipicios y cascadas que presenta la comarca.
Hoy, más que nunca, la atención
de salud es un asunto que requiere una gerencia que tome en cuenta no solo el aspecto
médico como tal sino el aspecto socio-económico y humano, que no sea tan
impersonal y automatizada.
Mientras tanto hay algunas cosas
que el octogenario debe meter en sus alforjas
para transitar con relativo éxito por la comarca de las insuficiencias: la risa,
recurso afortunadamente renovable e
inagotble; buenos libros con letra grande; la música; el buen cine; uno que
otro Malbec o Pinot Noir; breves excursiones por sitios no muy lejanos; respirar
profundo; la bendición del amor familiar y de los amigos.
Y sobre todo, seguir caminando,
porque alguien lo viene siguiendo, como decía Satchell Paige.
Bueno,y vivir fuera de Venezuela
ResponderEliminarPor supuesto, anónimo,
ResponderEliminarwell said!!!
con esa inseguridad galopante que hay en Venezuela, si no vives fuera, no llegas a viejo.
Malheureusement, J'habite toujours ici au Venezuela !
ResponderEliminarEn criollo: desgraciadamente, todavía vivo en Venezuela...
Excelente reflexion. Gracias Don Gustavo. Un abrazo.
ResponderEliminarIC
Eso, y NO vivir en Cubazuela.
ResponderEliminarLa forma de enriquecerse en el Communismo Revolutivo es el método capitalista!
ResponderEliminarCOMPRA Y REVENTA CON SOBREPRECIO!
O sus variantes! El robo directo en contratos de muchas formas!
LO MARAVILLOSO DE LA REVOLUCIÓN!
Tomas a un país que la población no tiene forma de defenderse, te apoderas del poder y del dinero! Y LOS HACER TUS ESCLAVOS!
LOS CASTRO HICIERON SUS ESCLAVOS MUCHO MAS SOMETIDOS!
LOS ESCLAVOS DEL CANADÁ SON TODOS, PERO LOS POBRES SON LOS ESCLAVOS MAS SOMETIDOS Y DESPOSEIDOS!
DEBE ser que para ellos llegar a viejos no importa! Ni como está el país realmente!
YO NO TENGO REAL PAZ NI EN EL CANADÁ!
NO DEJAN DE AGREDIRME DE ALGUNA FORMA MÉDICA O NO MÉDICA MAORMENTE DESCONOCIDA POR LA POBLACIÓN!
Pero créame! Ni Canadá ni USA creen en mi libertad de expressión ni de mi niche en la sociedad!
Malbec o Pinot Noir? Que tal de Carmenere o Cabernet Sauvigonn o todavia mejor, Cabernet Sauvigonon con Cabernet Franc con una gotita de Merlot y de Petit Verdot?
ResponderEliminarYo lamento tanto que tengamos que leerlo Gustavo desde tan lejos, como lamento que tantos y tantos se hayan ido porque la verdad ya no es cuestion de decision, es de SOBREVIVENCIA.
ResponderEliminarDe todo esto tiene culpa Ochoa Antich, principal estimulador de la logia golpista junto a Santeliz que ya salio a llorar porque lo retiraron del asunto Esequibo. Tambien, es culpa de un hombre de experiencia llamado Heinz Azpurua y de un tipo detestable, el contralmirante Daniels.
Se perdio la Republica, y no podemos sino llorar lo que como hombres no supimos o no se si no pudimos defender.
weights, cardio and indoor pools...
ResponderEliminarweights, cardio and indoor pools...
lot of community centres in your neck of the woods. xp
never too old to leg press,
never too old to pedal,
well you get the message :-)
“No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”
ResponderEliminarUna de las frases mas célebres de la historia…. Dicha por la sultana Aixa a su hijo el sultán Boabdil(último sultán/rey moro de Granada},luego de que éste perdiera la ciudad de Granada.
Me hizo recordar... "la Alhambra"