La prostitución de El Universal: entre la cobardía y el hamponato

De luto cerrado

El diario El Universal fue comprado por el chavismo hace un par de meses, en una operación disfrazada, con el concurso de mercenarios españoles y con una presidencia de fachada y  de turbia reputación.

Su cambio de contenido no se hizo esperar. Cartas de despido fueron enviadas a columnistas de larga permanencia en el periódico. Un editorial rastrero pretendió hacer pensar que los columnistas despedidos no erán éticos.  El diario se convirtió, subitamente, en una especie de “Meridiano” grande, lleno de noticias sobre deportes y con pocas noticias sobre los problemas graves del país.

Han pasado los días y las semanas y todavía la transacción que hizo cambiar de manos al periódico continúa en el total misterio, en violación ética gravísima.  Nadie sabe quien lo adquirió y cuanto se pagó. El misterio es similar al del certificado de nacimiento de Maduro o de defunción del que murió quien sabe donde , cuando y como o donde lo enterraron.   

El hamponato de la ecuación está representado por los nuevos dueños y sus representantes visibles. La cobardía es más difusa pero no menos trágica.Es compartida por los antiguos dueños y su silencio, por los periodistas, con pocas excepciones y por la indiferencia del país ante esta nueva humillación, un país lastrado por  millones de zánganos improductivos quienes viven de la limosna del régimen.  

Ayer despidieron a Rayma porque era una lúcida voz crítica. Así irán despidiendo a los demás. Están matando el periódico a pellizcos ante los ojos  del país cobarde.

Si Venezuela no va a una huelga general indefinida seguirá  bajo la pezuña de narco generales y analfabetas corruptos. Esa es nuestra realidad.