Caos en Venezuela mientras el payaso se aferra a Ciliaflores

Mientras hay largas colas y hasta motines en Venezuela para comprar un pollo, mientras los estantes de los mercados están vacíos, mientras el enano Villegas dice que son los hijos de papá quienes están infiltrando colas para descarrilar al pueblo, mientras la prensa internacional habla de una inminente cesación de pagos, mientras el Gato Briceño asegura que los cubanos están evacuando Venezuela (es decir, se están yendo del país, porque la otra acepción no es reciente), mientras el fanatismo religioso lleva a cabo masacres en Europa….

Mientras falta en Venezuela  la leche en cualquier presentación, pollo, carne, servilletas, café, té, jabón en polvo, jabón panela, jabón baño, desinfectantes, cloro, aceites de todo tipo, pan de “sandwich”, harina de trigo, arroz regulado o no, chocolates, azúcar, champú, desodorante, tintes cabello, medicinas, vitaminas, pañales, azúcar, lava plata, papel sanitario, Nicolás Maduro, el payaso, y la primera combatiente andan disfrazados de mujiks en China, pidiendo limosna para tratar de permanecer un poquito más en el poder. Los chinos, sin embargo, le negaron más dinero y los vagos acuerdos firmados son para financiar proyectos específicos. Como garantía para firmar le han exigido a los payasos que les entreguen el control de la CVG, a fin de asegurarse de que la producción de las empresas aumente y la corrupción disminuya.

Para quienes hicieron un lema sagrado de aquello de la “soberanía”, esta nueva humillación sufrida por el payaso Nicolás ante China representa el punto más bajo de la llamada “revolución”.  Los payasos comenzaron por entregarse progresivamente a los Castro, hospitalizándose en La Habana, viajando en Cubana de Aviación, comprando comida a través de intermediarios cubanos, regalándole el petróleo a los Castro, aceptando sus asesorías y tutelaje en puertos, aeropuertos,  en electricidad, agricultura e identificación nacional, en espionaje y represión de venezolanos, supeditándose a ellos en política internacional y asuntos militares.

Después de esas numerosas bajadas de pantalones, los indignos payasos comenzaron a hipotecarle la Faja del Orinoco a China. Hoy día un 25% de la declinante producción de petróleo venezolana está hipotecada a China, como pago de préstamos que ya se despilfarraron, incluyendo una buena parte para la campaña electoral del difunto, mientras que otro 25%  se regala a Cuba, ALBA y PetroCaribe. Áhora , el payaso Nicolás y su primera combatiente han ido juntos a pedir más dinero pero les han cerrado las puertas en las narices. Regresarán a Venezuela, si es que regresan, con los rabos entre las piernas, resignados a tomar medidas de último recurso, incluyendo una devaluación.

Pero ya es tarde para salvar el circo. Lo único que aún no ha sucedido es que los enanos crezcan. Izarrita y Villeguitas todavía andan pegados al suelo. De resto, ya todo ha sucedido. El país está en las puertas de una rebelión abierta, la cual ha tardado demasiado. Cabello está como caimán en boca é caño, esperando su turno en el poder. El pueblo no cree ya en más gorilaje, en más revolución fraudulenta, en más corrupción e ineptitud.