Epidemia de inmoralidad en Venezuela

Nadie se sorprende ya de lo que diga el iletrado Nicolás Maduro. Sin embargo, su última idea de “cambiar”, como si fuera una barajita de “baseball”,  a Leopoldo López, un venezolano digno quien será presidente en algún momento, por un terrorista portorriqueño, a quien – además- ya se le había ofrecido el indulto y prefirió quedarse en prisión, rebasa todos los límites de la degradación. Maduro reafirma su bajísima condición moral con esta propuesta hecha al gobierno estadounidense. La propuesta fue un insulto a todos los venezolanos dignos, un burdo intento aparentemente improvisado, como solía improvisar el sátrapa difunto cuando le provocaba regalar dinero, lo cual demuestra una vergonzosa manera de gobernar. En respuesta a este indignante episodio solo puedo decir: Maduro…púdrete.  Y que se pudra también el pequeño amanuense, Ernesto Villegas, quien dice que la tal propuesta es “constitucional”, como si la constitución autorizara a Maduro a comportarse como una piltrafa humana.

Vicente Díaz, un ex - miembro de la directiva del Consejo Nacional Electoral que siempre había figurado como el único imparcial de ese organismo y criticaba abiertamente el abuso de poder del régimen y la tolerancia de los abusos que caracterizaba a la mayoría de los directores,  aparece diciendo ahora que Oblitas y Lucena, las mujercitas fichas del chavismo, son “gente incapaz de alterar resultados, son gente honesta”, para tratar de validar ante los venezolanos el grosero acto de re-elección de estas mujercitas al directorio del organismo. Que razones puede tener Díaz para decir esto, después de haber dicho lo otro? En la Venezuela de hoy ya todo es posible, en esa dimensión desconocida donde se ha perdido la brújula ética.

Henry Ramos Allup, líder de un partido miembro de la MUD, se ha permitido hablar de gente que lucha contra el régimen como conspiradores, dando crédito a informes que emanan de fuentes corruptas, interesadas en desmoralizar la oposición que no se reúne con el régimen. Cuáles serán sus razones?  Tienen estos ataques de Ramos en contra de Alek Boyd y Thor Halvorssen h, alguna relación con los contratistas petroleros demandados por Halvorssen y acusados por Boyd de fraudes contra la nación? Solo Ramos pudiera responder a esa pregunta.

Sobre Luis Vicente León y José Antonio Gil Yépez ya hemos hablado en nuestro blog.  Sus declaraciones parecerían orientadas a oxigenar al régimen, mientras que –paradójicamente – el resultado de las encuestas de Datanálisis, empresa que ellos manejan, muestran al régimen prácticamente caído.

La sociedad venezolana se ha  ido degradando insensiblemente, día a día, en un proceso que nadie pensó fuera posible. Esto ilustra la necesidad de cero tiolerancia en contra de la inmoralidad de un régimen. Desde el mismo momento de la inauguración del sátrapa difunto se debió poner límite a la grosería y la barbarie, cuando ocurrió  aquél juramento ilegítimo sobre una constitución que el sátrapa calificó de moribunda.

Pero ese día guardaron silencio quienes hubieran podido dar una lección de civismo al bárbaro. Luego, la convocatoria ilegal a una constituyente originaria fue aprobada por una Corte Suprema de Justicia acobardada, con magistrados ansiosos de proteger sus empleos. 

De seguidas apareció la carta cursi e infame del sátrapa a la Corte Suprema, en la cual éste se atribuía la conducción “exclusiva de los asuntos del Estado”, carta insolente que los magistrados de la época recibieron en silencio.

Una vez sufrida en silencio la primera humillación, las élites políticas, económicas y sociales  venezolanas se fueron reblandeciendo hasta llegar, en una apreciable porción, a prostituirse. Cuando Jorge Olavarría dio su valiente discurso del 5 de Julio de 1999 en el Congreso, desnudando al sátrapa, fueron varios los “demócratas” quienes  lo criticaron por irrespetuoso y hasta abandonaron el recinto.

Hay una epidemia de celestinajes y acomodos inmorales  en Venezuela que parecer ser el resultado del dineral que ha corrido por las calles del país durante la satrapía chavista. Más allá de la pérdida material que ha sufrido la nación en estos últimos 16 años, la cual ha sido horrorosa, estaremos enfrentados al problema moral, el cual es peor aún.

El camino de la redención de la sociedad venezolana será largo y difícil.