Ernesto Samper: un mercenario del régimen venezolano

Ver declaraciones de Ernesto Samper en EFE:

El Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, aseguró que el organismo regional está listo para apoyar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la solución del conflicto político y social interno que afecta a ese país.

"Estamos pendientes de la situación social en Venezuela y listos para apoyar al Gobierno del presidente Maduro en lo que sea necesario", señaló Samper desde Paramaribo (Surinam), donde efectúa una visita oficial.

Ernesto Samper es una persona quien llegó a la presidencia de un país latinoamericano de respetable historia. Uno pensaría que algún prestigio debería acompañarlo. Sin embargo, ya su ascenso a la presidencia había estado muy contaminada por las denuncias de su relación con el narcotráfico, acusación que parece documentada.

Ahora, como secretario general de una organización llamada UNASUR, integrada por naciones de América del Sur, con una sede en Quito, Ecuador, que ha sido objeto de duras críticas por su pomposidad y alto costo, casi enteramente financiado por el régimen venezolano,  y por la estatua del  mediocre Néstor Kirchner, este personaje interviene de nuevo en los asuntos venezolanos y dice que “están listos para apoyar el gobierno de Nicolás Maduro en todo lo que sea necesario.

Esta aseveración constituye una amenaza para los venezolanos quienes se oponen al régimen corrupto y destructor de Maduro y del narco-militarismo. Parecería sugerir Samper que ese apoyo pudiera ser hasta de la fuerza armada de los países miembros, lo cual representa una grosera extra-limitación de sus funciones. Ya lo hizo cuando fue a Venezuela a decir que el país estaba “en las mejores manos”, refiriéndose a Maduro. Lo hizo por segunda vez cuando habló de la participación del para-militarismo colombiano en el asesinato de Robert Serra, en Venezuela, crimen que resultó ser un asunto bastante torvo, en el cual los criminales fueron miembros del propio entorno del asesinado. Lo hace ahora por tercera vez, al intervenir, como elefante en cristalería, en los asuntos venezolanos.

Samper debe ser destituido por los miembros de UNASUR después de haberse manifestado claramente como un incondicional del régimen venezolano. Ese señor no está moralmente capacitado para desempeñar esa labor.