Alberto, sentado, con Yolanda, su esposa, Marianela, mi esposa y yo. Alrededor de 2009
Eran otros tiempos, estábamos ambos activos en la industria petrolera. Lo
conocí en Lagunillas, hacia finales de la década de 1950. Desde entonces hasta
hoy, el día de su muerte, nos unió una estrecha amistad. Era una amistad
simétrica en el afecto, nos teníamos un profundo afecto mutuo, pero asimétrica
en el talento. Siempre vi a Alberto como mi superior, no solo jerárquicamente
sino en capacidad intelectual. Tuve el placer y el privilegio de compartir con
él muchas horas de análisis sobre nuestra industria, nuestra empresa, y nuestro
país. Tenía la virtud de poseer siempre una perspectiva original , un punto de
vista fresco, siempre montado en su particular helicóptero intelectual, desde
el cual podía ver todos los ángulos de la situación. Mientras yo estaba
arañando la superficie ya él andaba en las profundidades del problema y de sus
ramificaciones. Aprendí mucho a su lado, primero con Shell, luego con Maraven y
en Petroleos de Venezuela, donde participamos en las grandes decisiones
iniciales sobre Racionalización de las empresas, el cambio de Patrón de
Refinación, el futuro de la Faja del Orinoco, los planes de Exploración y los
primeros Convenios Tecnológicos y de Comercialización. Fueron innumerables
estas actividades pero no podré jamás olvidar nuestra reuniones con el alto
mando de Shell en Londres para negociar los Contratos Tecnológicos y de Comercialización.
A ellas asistimos Alberto, Jorge Zemella, Arnoldo Volkenborn y yo. De una
posición incial de Shell de $ 70 millones por el paquete, logramos reducirl el
costo a $42 millones, amparados en una planificación de la estrategia a seguir,
en la cual habían participado en Caracas un par de brillantes jóvenes, quienes
luego tendrían extraordinarias carreras profesionales en otros ámbitos : Moisés
Naím, con su PhD de MIT nuevo bajo el brazo y Raúl Arriaga.
Por años me senté cerca de Alberto en las Juntas Directivas de Maraven y
PDVSA (donde él asistía con frecuencia
debido a su posición como presidente de filial)y siempre me sentí muy
identificado con sus puntos de vista. Teníamos una visión similar de la vida,
parecíamos pensar igual aun cuando no nos hubiésemos puesto de acuerdo
previamente. Ello tenía que ver, quizás, con orígenes similares, ambos de una
clase media modesta pero con enormes deseos de progresar. Alberto fue muy pobre
de joven pero siempre estuvo seguro de que no permanecería mucho tiempo en esas
filas. Comenzó cargando tubos en La Concepción y terminó su carrera en el tope
de sus empresas, presidente de Shell de Venezuela, de Maraven, de Lagoven y, si
no hubiera sido por la intromisión de la política, hubiese llegado a la
presidencia de PDVSA, posición para la cual estaba eminentemente calificado. Tendremos
tiempo en alguna otra ocasión para expandirnos en lo que fue una carrera
brillante. Ahora, bajo el choque emocional de su muerte, solo puedo añadir
algunas otras consideraciones sobre lo que Alberto Quirós significó en mi vida.
Al hacernos amigos descubrimos algunas aficiones en común que nos
acompañaron por los 60 años de estrecha amistad. Nos reuníamos los domingos
para jugar billar (me ganaba más de lo que lo que yo le ganaba) en su casa o en
cualquier otro sitio. No éramos reacios a irnos a jugar en sitios poco recomendables,
cerca del Nuevo Circo o, en Maracaibo, en lugares poco seguros pero nunca nos
sucedió nada. Éramos grandes aficionados al boxeo y viajábamos a Maracay, a
Maracaibo o a USA, a ver pelear a Ramoncito Arias, Betulio y, pecando de
optimistas, a ligar a Obelmejías en su pelea contra Hagler. Íbamos al béisbol
con frecuencia. Junto con César Prato y con Eduardo Serrano, el autor de “Barloivento”, teníamos tenidas
musicales en su casa. Allá recuerdo haber alternado hasta con Pedro Vargas. Nuestra
amistad era, pudiera decirse, fraternal. Alberto no tenía hermanos y, en cierta
forma, me adoptó como un hermano menor.
Nuestra relación de amistad estuvo signada por la generosidad y el
desprendimiento. Me ayudó y lo ayudé en momentos duros para ambos. Cuando debí
salir de la industria petrolera por una confrontación con el ministro del sector,,
en condiciones injustas, Alberto reunió a los presidentes de las filiales y se
reunió con el presidente de PDVSA, el General Rafaél Alfonzo Ravard y obtuvo un
tratamiento digno para mi salida, la cual había sido ordenada a los niveles políticos a solo un año de mi
jubilación. Ello me permitió efectuar una transición ordenada hacia otras
actividades, dado que yo siempre había estado en la industria petrolera,
inclusive antes de mi graduación como geólogo (becario de Shell en la
Universidad de Tulsa).
Mi vida estuvo estrechamente ligada a la vida de Alberto Quirós Corradi y
siempre admire su amplia visión de la vida, su cultura enciclopédica y su don
de gentes. Toda su vida se manuvo fiel a sus amigos de juventud, Ramón Monzant,
Albertico Morán, el ñato Carrillo y a amigos adquiridos durante su carrera,
como yo.
Alberto tocó a centenares de personas con su amistad y generoso
tratamiento. Siempre supo sacar de sus colaboradores lo mejor que podían dar. Muchos
llorarán hoy su muerte. Como yo la lloro, sintiendo que con Alberto se me va un
buen trozo de mi propia vida.
Fueron años de amistad fraterna. Hoy
le rindo homenaje a mi jefe, a mi amigo, al gran Alberto, a quien jamás olvidaré
en lo que me resta de vida.
Uno de los venezolanos mas insignes del petróleo mundial. Nada que ver con los insectos que ahora estan en pdvsa. El legado de Corradi se pierde de vista.
ResponderEliminarToda una eminencia en lo profesional y de trato muy cercano, fiel como pocos en su modo de concebir su pais y la industria petrolera a la que todo le dió. Como ex-Maraven y ex-PDVSA sentimos tu perdida pero seguro que haz dejado muy buen legado en tu pais.
ResponderEliminarLamentable su desaparicion fisica. Tu comentario, Gustavo ayudara muchos a comprender a ese insigne venezolano y hombre cabal. C'omo hacen falta mil Alberto Quiros en la golpeada Venezuela de hoy. QEPD
ResponderEliminarEl gran venezolano Corradi, creo que con el se va una parte de lo que verdaderamente significa ser venezolano.
ResponderEliminarEstos procubanos que temporalmente usurpan el poder en Venezuela van a salir uno a uno y el triunfo de la democracia va a ser en honor tambien a este gran caballero que hoy parte al eterno descanso.
Me entero por acá de esta triste noticia. No tuve la fortuna de conocerlo pero sí que leer sus opiniones. Fue un insigne venezolano que se ganó mi admiración y respeto, y que deja una profunda huella y un ejemplo a seguir para cuando nos corresponda reconstruir a Venezuela. Que descanse en paz.
ResponderEliminarLamento esta noticia de una manera sobrecogedora.
ResponderEliminarSiempre lei a Quiros y de hecho sus analisis siempre fueron en mi casa 'autoritas' y sobre sus puntos de vista versaban almuerzos y cenas.
Se nos fue un grande. Un verdadero venezolano. Quizas lo mejor que tuvo, entre tantas cosas buenas, fue su inteligencia superior. Era Alberto de una inteligencia conmovedora.
En mi casa me decian algo de el que hasta el dia de hoy tengo presente: No importa que tengas dificultades o cuentes con recursos limitados, nunca debes perder de vista que si te lo propones y trabajas duro, vas a llegar donde quieres llegar.
En USA hay un termino que define a Alberto Quiros Corradi:
Self-Made Man.
Se levanto estudiando y echando pa lante. No recibio donaciones de nadie.
Grande. La Venezuela decente algun dia cercano en el tiempo le hara un estatua, y su nombre, sera el de una gran Universidad que forme Geologos, Ingenieros e Investigadores petroleros.
Dios mediante asi sea, y que Dios le conceda el descanso merecido a la labor con la que dejo imbudido a su pais (la Venezuela que esta alli latente ya casi lista para renacer).
Lo conocí casualmente junto a otro también fallecido gran venezolano: Rafael Tudela.
ResponderEliminarHombres de esta talla profesional y sobre todo moral, es de lo que carece la Venezuela de estos aciagos días de supuesta revolución pero de segura decadencia
Descase en paz
LGS
Otro gran venezolano que se va sin ver a Venezuela liberada del yugo castrochavista. Paz a sus restos y que Dios lo tenga en su gloria.
ResponderEliminarQue mala noticia. Lo estoy leyendo por aqui primero que por cualquier otro medio.
ResponderEliminarLo vi en varias entrevistas y siempre me parecio muy inteligente y sonaba muy franco en su hablar.
Paz a sus restos.
Don Gustavo, comparto su tristeza. Una persona asi, va a ser extra~ada por mucha gente.