Su viaje hacia el horror comenzó con una frase de arrogante optimismo: “Tendremos que quitarnos los inversionistas a sombrerazos” y termina, 16 años después, con una trágica
admisión : “Somos el hazmerreír de América Latina” . En estos 16 años de viaje
ininterrumpido hacia el foso social del planeta usted ha sido uno de los
principales culpables. Usted ha sido uno de los funcionarios más corruptos que
ha tenido este grotesco régimen. No hablo de robo al erario público, lo cual no
me consta, sino de la destrucción que usted y sus locas ideas han causado a
este pobre país. La peor forma de corrupción es aquella que hace que un hombre
incapaz ocupe posiciones de autoridad que le permitan hacer daño. La peor forma
de corrupción es la de aquel que sabe el daño que está causando y sigue
empecinado en causarlo. Esa fue su trayectoria durante estos 16 años de
tragedia y tristeza para Venezuela.
Usted llegó al poder de manos agarradas con el difunto sátrapa. Para aquel
poco culto paracaidista (que nunca saltó de un avión) usted, de mayor edad y
con pretensiones académicas que resultaron ser de dudosa certeza, representaba
la figura ideal del consejero paternal. Su primera gran idea fue la de
construir un emporio de riqueza al sur de Venezuela, a lo largo del eje fluvial
Orinoco-Apure. “Esta será la columna vertebral de Venezuela”, dijo el difunto
con entusiasmo, ver: http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/Eje-Orinoco-Apure-sera-columna-vertebral-de-Venezuela/.
Hasta el avinagrado Alberto Müller
Rojas se sumó con entusiasmo a la idea, al decir: “[construyamos allá ] un centro de importancia política, militar, científico y
cultural. Cabruta,
tal como lo pensó Ramiro Nava, el Julio
Verne venezolano, podría ser el sitio ideal para tal propósito”.
Uno
de los componentes más absurdos de este plan fue anunciado por el difunto con bombos y platillos: el
Gasoducto del Sur, que iría de Venezuela hasta Argentina. Ninguna de estas locuras
se concretó pero el país gastó alrededor de $200 millones en estudios y
actividades de uno u otro tipo y miles
de horas-hombre desperdiciadas
Obligado
por el progresivo deterioro financiero del régimen usted abandonó sus
grandiosas pretensiones de planificador para convertirse en agente directo de
corrupción. Para ello comenzó a
diseñar presupuestos “creativos”, en los cuales el ingreso
petrolero era groseramente sub-estimado a fin de escamotearles a las gobernaciones y alcaldías el dinero que
les correspondía por ley. Ello hizo posible (y todavía lo hizo posible hasta
hace poco tiempo, cuando el barril de petróleo se cotizaba a más de $90) que el poder ejecutivo, léase Chávez primero y
ahora Maduro, utilizaran a discreción miles de millones de dólares, gastados
sin transparencia alguna por el hamponato oficial. Así lo reconoce usted en su
carta cuando habla del gasto alocado y
fuera de control que llevó a un inmenso endeudamiento. Lo que usted no dice en
su carta es que usted fue uno de los
principales responsables de este inmenso crimen contra la nación. Usted también
ha sido una de los principales responsables del ruinoso control de cambio que
ha generado la hiper-corrupción. Unos $30.000 millones han ido a parar a
los bolsillos de empresarios fantasmas y de sus cómplices
del régimen.
Pero
es que, además, usted es una persona torva, a pesar de ofrecer un aire
monástico, propio de quien vive en el mundo superior de las ideas. Si hemos de
creerle a Guaicaipuro Lameda – y yo le creo – usted le expresó que era necesario mantener pobres a los pobres, como estrategia
para perpetuarse en el poder.
Su
carta, dada a la publicidad cuando fue botado del gobierno (ni un día antes),
pretende eximirlo a usted de toda responsabilidad en el desastre que ha ocurrido
en Venezuela. En esa carta usted habla de Chávez como su compañero de viaje, en
busca de “un mundo mejor… y de la patria grande”. Para ello ustedes se
embarcaron en un política suicida de dádivas a los pobres y a los regímenes ideológicamente
fines de América Latina, la cual - lejos
de sacar a nuestros pobres de la pobreza – los hizo más dependientes del estado
populista y paternalista. Al hacerlo hostigaron sistemáticamente a la clase
media que es el pilar esencial de generación de riqueza en cualquier país.
En su
carta usted se confiesa uno de los padres de esa horrible criatura que se llama
“Plan de la Patria”, documento
cursi y fraudulento que es una de las principales razones por la cuales somos
el hazmerreír de América Latina y del planeta. Habló usted en esa carta de tres
grandes objetivos: (1) Sacar del abandono a sectores marginados; (2), desmontar
la máquina de poder que habían instalados grupos externos e internos,
recuperando a PDVSA y alineando a la Fuerza Armada con los “intereses populares”;
y, (3), crear un aparato productivo público.
Para lograr lo primero recurrió usted a la política de dádivas y limosnas
que ha puesto a las amas de casa venezolanas a caerse a trompadas por un pollo.
Para lo segundo trata de exhibir como logros lo que han sido, en realidad, acto
de destrucción: una PDVSA endeudada y degradada; un Banco Central satélite de
los abusos de poder; una Fuerza Armada prostituida y en cuyo seno habitan con
total impunidad los narcotraficantes. En
cuanto a lo tercero, solo cabe preguntar: Giordani: dónde está ese aparato
productivo?
Confiesa usted en su carta que en las elecciones de Octubre 2012, las
cuales fueron fraudulentas desde el inicio, al presentarse un ser agonizante
para una elección que – de ganar - lo
comprometía con el país por seis años, se llegó al uso ilegal de recursos financieros
que han debido ser utilizados para el bien de la nación y no para garantizar la
permanencia en el poder de la pandilla que usted integraba.
Admite usted en su carta que, a fin de lograr los recursos necesarios para
mantenerse en el poder, se endeudó a
PDVSA, se endeudó el gobierno central internamente y se puso al Banco Central a
imprimir dinero inorgánico, al mismo tiempo que se mantenían grandes contingentes
de empleados públicos, a pesar de que las empresas del estado fueran deficitarias y no necesitaran
una burocracia inflada. En otras
palabras, convirtieron al Estado en una
inmensa maquinaria de comprar votos. Le
cayeron ustedes a realazos a los pobres y promovieron una importación suntuaria para dar una ilusión de
abundancia. Se repartieron neveras, televisores y toda clase de aparatos
electrónicos entre los pobres y casas y automóviles entre los militares.
Habla usted de la unión cívico-militar como condición necesaria para
preservar lo que usted llama “la independencia nacional”. Esta es la doctrina
del fascista, anti-semita y difunto Norberto
Ceresole. Ello ha llevado a una Fuerza Armada corrompida hasta la raíz,
traficando en drogas, colocándose al margen de la constitución. Todo lo que
ustedes tocaban se pudría.
Confiesa usted que la enfermedad de Chávez causó rupturas en el gobierno.
Con ello demuestra que no existía un equipo, que el gobierno era Chávez, que no
había tal revolución sino chavismo, que ustedes seguían a un vulgar caudillo, un
salto atrás al siglo XIX.
Dice usted que los problemas se acentuaron al mostrar PDVSA y el BCV “signos
de independencia”. Es paradójico que usted diga esto, puesto que estos
organismos deben ser autónomos. El problema real fue la baja calidad gerencial
y moral de quienes han manejado estas instituciones, incluyéndolo a usted.
Habla usted de un Maduro botarate e incapaz. Pero debo recordarle que Chávez
también fue un botarate incapaz, más dañino aún que Maduro porque tenía más
autoridad para hacer desastres y tuvo más dinero para botar.
Habló usted de enfrentar la corrupción, pero lo que hizo fue pedir más
controles. Más controles no terminan con la corrupción, la aumentan. Lo que
termina con la corrupción es el castigo a los corruptos y usted en 16 años no
ha acusado a nadie por ese motivo. Ha sido parte del problema, no parte de la
solución.
Su viaje insensato de
destrucción nacional ha terminado con una admisión de fracaso. Así lo
registrará la historia
Excelente filípica contra este marxista inepto. Mil puntos. Especialmente me adhiero a este párrafo:
ResponderEliminar"Habla usted de un Maduro botarate e incapaz. Pero debo recordarle que Chávez también fue un botarate incapaz, más dañino aún que Maduro porque tenía más autoridad para hacer desastres y tuvo más dinero para botar."
Creo que esto hay que decirlo machaconamente. Maduro no es sino el epígono de Chávez, el creador del desastre y traidor que nos entregó a los cubanos.
el monje se confiesa, sin querer. Dominicano de nacimiento, castrocubano de Corazon, chuleador de Venezuela. Principal protagonist de la inmensa tragedia en la que los chavistas han transformado a Venezuela
ResponderEliminarFelicitaciones al Dr Coronel. Excelente escrito. Hace falta gente como ud. valiente y sin pelos en la lengua. A esta constelación de mediocres que hoy gobiernan en Venezuela hay que decirles las cosas de frente y sin miedo. Este sr. Giordani hoy pretende desvincularse de tan alta responsabilidad que ha tenido en la destrucción de un país tan hermoso como nuestra querida Venezuela/
ResponderEliminarimpecable articulo.
ResponderEliminarMe encantan sus escritos Sr. Coronel. Ud dice "al pan pan y al vino vino",como debe ser, sin pelos en la lengua. Lo felicito por su visión exacta y su forma de exponer nuestra tragedia. Porque es un tragedia lo que vivimos en Venezuela.
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