Sr. Henri Falcón
Gobernador del Estado
Lara
Venezuela
Apreciado
Señor Falcón:
Gracias
por su amable carta. La aprovecho para enviar un mensaje a todos los
venezolanos, a fin de explicarles con claridad el significado de la amenaza que
el régimen que ostenta el poder en su país – no el pueblo venezolano –
representa para los Estados Unidos. Es una amenaza que se deriva de las relaciones
del régimen político venezolano con el tráfico de drogas y el terrorismo, ambos
nexos debidamente comprobados por los servicios de inteligencia de mi país.
Venezuela no representa una amenaza militar para los Estados Unidos, eso es
evidente, ni es nuestra intención invadir su territorio, una idea que solo
existe en la afiebrada imaginación del régimen de su país. Sabemos que el pueblo
venezolano es pacífico, ya que bien lo ha demostrado en los últimos 15 años.
Comprendemos
perfectamente que serán ustedes quienes
tendrán que resolver sus agudos problemas económicos, sociales y políticos. Al
sancionar a funcionarios del régimen venezolano por acciones que violan los
derechos humanos de sus compatriotas, no estamos interfiriendo en los asuntos
internos de su país, ya que las sanciones a estos funcionarios aplican a nuestro territorio y a los bienes que ellos puedan tener en
nuestro territorio y en el sistema bancario internacional, del cual somos parte importante. Ya en 2012 nuestro país emitió
la llamada Acta Magnitsky, para
sancionar a funcionarios del régimen político ruso por violaciones de similar
naturaleza, de manera que nuestra decisión no está dirigida de manera
particular a Venezuela. Por ello, pedirme, como usted lo hace, que derogue el
decreto que sanciona a funcionarios del
régimen venezolano está fuera de toda consideración. Nosotros no tomamos
decisiones improvisadas. Es como si yo
le pidiera a usted que definiese su ambigua posición frente al régimen político
de su país.
Los
Estados Unidos mantiene una defensa internacional de la democracia y de los
derechos humanos. Por ello las sanciones a las cuales se refiere usted deberían
ser aplaudidas por los amantes de la democracia, en lugar de ser vistas como
una injerencia en los asuntos internos de Venezuela. Le recuerdo que su país es
signatario de tratados de derecho internacional que tienen vigencia
constitucional en su país. Desconocerlos equivale a colocarse en una posición de régimen forajido. Los derechos
humanos no tienen fronteras, Sr. Falcón.
Le
agradezco sus palabras sobre nuestras conversaciones con Cuba, país que viene
de regreso de la larga noche que su país insiste en transitar y cuyo gobierno
ha pedido nuestra ayuda para mejorar la situación económica de la isla, en base
al quid pro quo de una democratización pari passu de su sistema político.
Sr.
Gobernador Falcón: Como Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica apelo
a su sinceridad como demócrata para que coopere con los amantes de la
democracia y de los derechos humanos del hemisferio en lo que debe ser el
pronto retorno de Venezuela al grupo de países donde prevalece el estado de
derecho.
Con
mis mejores saludos,
Barack
Obama
NOTA:
Esta carta imaginaria ha sido traducida por Gustavo Coronel
Se queda uno con la duda de si la carta es ``imaginaria`` o verdadera. Gustavo Coronel debería aclarar este concepto. El contenido, por supuesto, es muy apropiado...
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