LA CURSILERÍA LOS DERROTA ANTE EL MUNDO
El payaso está en guerra contra los empresarios, contra España, contra la
prensa, contra Obama, … contra el mundo. El payaso Nicolás Maduro se va
auto-aislando, empeñado en ser mártir. Salir del poder por incapacidad es el
peor destino que puede tener un gobernante y Maduro, asesorado por los expertos
en fracasos, los hermanos Castro, está tratando de achacarle su trágico
desempeño a factores externos. Así podría decir, cuando llegue a Zimbabue, que fue un mártir.
Pero ya eso no lo cree nadie. En el mundo entero la opinión sobre Maduro es
una inmensa carcajada. Lo que para nosotros los venezolanos es una inmensa
tragedia, para el espectador externo es una farsa divertidísima: los discursos
pomposos, los dobles, la mujercita vestida de campesina rusa, la recolección de
firmas, las amenazas contra países democráticos, todo ello ha colocado a Maduro
en el grupo de la farándula que divierte, una especie de Kim Kardashian con
bigotes.
Es necesario incrementar la presión popular interna sobre el payaso.
Motivos para tomar la calle sobran: están tratando de inhabilitar a los
opositores que aún no están en la cárcel, acusándolos de irregularidades con
sus declaraciones de impuestos. Irregularidades en sus declaraciones deben
tener los ministros, los miembros del Poder Ciudadano, los magistrados del
Tribunal Supremo, los embajadores, el Alto Mando Militar, los contratistas de
PDVSA, los miembros del PSUV en la Asamblea Nacional, es decir, la pandilla.
Quisiera ver la declaración de impuestos de Rafael Ramírez o de Nelson Merentes
o de los miembros de la familia “real”.
Pero el payaso Maduro dice ver la brizna de paja en el ojo de sus
adversarios mientras no le molestan las enormes vigas en los ojos de los
hampones que están a su lado. Esta
rotunda asimetría de tratamiento hacia los venezolanos por parte del régimen es
lo que los lleva al colapso definitivo. El empeño en pelear contra todo el
mundo es una demostración de su enorme estupidez.
Hasta Giordani, payaso retirado, lo dice: "somos el hazmerreír del planeta".
Gracias. Esperemos que esta tragedia, que no es farsa, termine pronto.
ResponderEliminarPronta recuperación, Gustavo Coronel.