lunes, 20 de abril de 2015

Gil Yépez: un llamado peligroso a arreglarnos por las buenas

José Antonio Gil Yépez

Hoy leo en “El Universal” un artículo de José Antonio Gil Yépez que me ha dejado un tanto deprimido. Se trata de: “Recuperando la confianza”, verlo en : http://www.eluniversal.com/opinion/150420/recuperando-la-confianza. El concepto es impecable en un contexto general. Para recuperar una relación es preciso restablecer la confianza. La confianza, agregamos, es lo que hace una sociedad próspera. De eso no hay duda.
Pero en Venezuela no estamos frente a un problema de desconfianza entre dos sectores igualmente honestos. No existen interlocutores moralmente simétricos. Lo que existe es un país de víctimas acogotadas por una pandilla de malhechores.
Gil Yépez se cuida mucho en este artículo de nombrar a quienes deberían estarse reconciliando. No hay un solo nombre, ni individual ni genérico. Y la vaguedad es peligrosa porque permite interpretaciones que podrían ser diferentes a las que intentó el autor. En mi opinión, la situación actual de Venezuela no permite otra interpretación de este escrito  que no sea  la de un llamado a restablecer confianza entre la oposición y el gobierno, entre dos sectores que carecen de componentes éticos comunes. Si esta interpretación es correcta el llamado de Gil Yépez representa una entrega.
Leamos lo que dice José Antonio, a quien recuerdo con mucho afecto, pero quien no se me parece aquí al que yo recuerdo:

  “La estrategia para reacercarse no tiene que ser todo o nada. Fue un alivio que alguien sugiriera la recomendación de su abuela: "para recuperar la confianza, no hay que entregar toda la torta de una vez, se puede dar por pedacitos"…. Quien se haya equivocado, conviene que lo reconozca. Pero el otro no debe restregárselo: se dialoga y negocia sobre los problemas y las formas de solucionarlos, pero no sobre las características de las personas. A veces surgen desavenencias innecesarias; hay que revisar si los términos de la relación estaban claros y eran compartidos. Para ello hay que conversar y, sobre todo, escuchar. Pero la experiencia más interesante fue que, al responder un cuestionario sobre nuestras actitudes respecto a personas en quienes confiamos y no confiamos, la mayoría nos dimos cuenta que estábamos siendo duros con aquellos que en algún momento vimos como villanos. ¿Qué hacemos, nos volvemos a acercar, poquito a poquito, a ver qué pasa?”

Quienes pueden ser los grupos de los cuales habla Gil Yépez? Pues la gente que maneja la economía y los asuntos sociales y políticos  venezolanos, por un lado, es decir, el gobierno, y los venezolanos que se oponen a este manejo, por el otro. Y será quienes gobiernan la gente sobre la cual nos dice Gil Yépez que “estábamos siendo duros con ellos”? y, hacia las cuales “debemos acercarnos poquito a poquito, para ver qué pasa”?
Gil Yépez es una persona inteligente y debe haber sabido que su llamado al acercamiento entre  solo podría ser interpretado de la manera que lo hago, en esta Venezuela trágicamente polarizada entre gente honesta y malandros, entre venezolanos dignos y narcotraficantes, entre gente trabajadora y lavadores de dinero.

José Antonio: Acercarnos poquito a poquito, entregar la torta por pedacitos,  significa fundirnos eventualmente en un solo excremento. Ya hay una avanzada que así lo ha hecho. No la sigamos.



2 comentarios:

  1. Este Sr: Gil Yepez esta como la MUD, no dicen con nombre y apellido la situacion en Venezuela. Con Comunistas no se puede dialogar y menos la MUD que le hace el juego al gobierno, que no inspira confianza, en pocas palabras "estamos jodido", no hay nadie que saque la cara por mi pais.

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  2. Gracias, Gustavo Coronel.
    Me parece que este llamado a la paz y a la concordia es un llamado a la capitulación, a la entrega.

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