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amigo www.analisislibre.org
acaba de publicar un brillante análisis de Javier J. Jaspe, verlo completo en: http://www.analisislibre.org/venezuela-nicolas-maduro-abandona-la-presidencia-analisis-febrero-17-2016/,en
el cual argumenta con aplastante lógica que Maduro abandonó el cargo.
De ese
análisis destaco lo siguiente:
“Artículo 236. Son atribuciones y
obligaciones del Presidente o Presidenta de la República:
1. Cumplir y hacer cumplir
esta Constitución y la ley.
2. Dirigir la acción del
Gobierno.”
El abandono del cargo como causa de falta
absoluta – Esta causal tiene una connotación especial en materia
constitucional, que no debe ser confundida con la significación que el abandono
del trabajo tiene en materia de derecho laboral, donde generalmente se le
asimila con la falta de asistencia del trabajador al lugar de trabajo y el
incumplimiento de otros deberes de éste derivados del contrato de trabajo. En
el caso del Presidente de la República, el abandono del cargo tiene que ver
fundamentalmente con el incumplimiento, por acción u omisión, de las
obligaciones que la Constitución le impone a quien desempeña esta investidura,
entre ellas las que han sido exigidas en el Artículo 236 arriba citado.
La relación de causalidad
directa y necesaria que digo existe entre el abandono del cargo por el
Presidente de la República y la falta de cumplimiento de sus obligaciones
constitucionales, por lo demás, se encuentra corroborada por la misma
significación de la palabra “abandono”, según lo recoge el diccionario de
la Real Academia Española (RAE). De acuerdo con el RAE (Vigésima segunda
edición, Tomo I, página 3), “abandono” es la acción o efecto de “abandonar”, y
“abandonar” es, según el mismo RAE:
“8. Descuidar los
intereses y las obligaciones”
Maduro ha descuidado el cumplimiento de sus
obligaciones – Efectivamente, Maduro ha descuidado el
cumplimiento de la expresa obligación que tiene el Presidente de la República,
por imperativo del artículo 236, numeral 2, de la Constitución, de dirigir la
acción del Gobierno destinada a formular e implementar medidas para enfrentar
eficazmente la grave crisis económica y social que vive Venezuela. Al incurrir
en este incumplimiento, Maduro también ha faltado a su deber fundamental de
cumplir y hacer cumplir la Constitución y la ley, en los términos exigidos por
el artículo 236, numeral 1, también arriba citado.
La conducta de
incumplimiento de Maduro, al deber constitucional de dirigir la acción del
Gobierno ha sido puesta en evidencia por distinguidos analistas del acontecer
económico y social venezolano. Baste señalar brevemente tres ejemplos que se
transcriben a continuación (las negrillas en los textos son de JJJ), los cuales
por su contundencia no ameritan mayores comentarios:
Dios no proveyó – En un notable artículo,
dos destacados economistas del país (Ricardo Hausmann y Miguel Ángel Santos)
han denunciado como Maduro y su gobierno han mantenido una conducta
absolutamente pasiva frente al avance de lo que caracterizan como la más graves
crisis económica y social del país. Dicen los indicados autores, que Maduro se
limitó a invocar a Dios para que este proveyera y su gobierno lo que hizo fue
agravar esta crisis, por cuanto:
“…aprovechó para declararle la guerra al
sector privado, poniéndose a competir con importaciones baratas, racionándole
el acceso a divisas para importar, expropiándolo u ocupándolo, regulándole los
precios y márgenes, criminalizando los inventarios e inclusive la exportación y
sujetándolo a un sin número de regulaciones que acabaron por extinguir su
rentabilidad.
Las consecuencias de esta cadena de
políticas en términos de abastecimiento fueron camufladas detrás de un enorme
boom de importaciones financiadas con petróleo y deuda. Y así se creó la
ilusión del socialismo posible, mientras se debilitaba nuestra capacidad
productiva y se hacía al país más vulnerable a una eventual caída del petróleo
que hoy se ha materializado…..
Los países no desaparecen, pero sí pasan
por momentos de extrema dificultad que dejan cicatrices duraderas. El gobierno
de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro no sólo nos trajo hasta aquí tras diecisiete
años de disparates en la política económica, sino además se ha quedado
inerte mientras la crisis se extiende y profundiza, pretendiendo enfrentar la
realidad con mentiras como la “guerra económica” o el lanzamiento de algún
eslogan como “los trece motores.
Éste es el drama en el cual nos
encontramos. Sin un nuevo gobierno que recurra a la ayuda internacional, y
promueva una renegociación ordenada de la deuda externa, Venezuela no levantará
cabeza. Con esto no queremos decir que vamos a evitar los momentos difíciles,
que son consecuencia de la improvisación, parálisis e insistencia en un modelo
económico fracasado que ha dejado exangüe a la economía del país. Pero sí es
posible minimizar el dolor, acelerar los plazos de recuperación y abrir la
posibilidad de iniciar la reconstrucción.
Es una alternativa algo más responsable y
productiva que esperar a que Dios provea.”(http://prodavinci.com/blogs/dios-no-proveyo-por-miguel-angel-santos-y-ricardo-hausmann/).
No gobernar es inmoral – Otro destacado analista y
columnista (Armando Janssens) aporta elementos de significación para observar
que al regreso de un viaje al exterior por más de cuatro semanas, se encuentra
con comentarios de la gente de su barrio, como los siguientes:
“—Ni siquiera se abrió el supermercado a
tiempo, y luego no había nada para comprar.
—Yo conseguí algo de margarina y harina de
maíz: ¡Feliz Polar!
—Pero los precios de los otros productos
por las nubes y mi dinero, ¡cada vez menos me alcanza!
El sentimiento colectivo es uniforme: “¡Es
un desastre, no hay gobierno! ¿Cuánto tiempo más se aguantará esto?.”
E igualmente agrega:
“No entiendo al gobierno ni al presidente
Maduro que dejan llegar tan lejos la situación y llevar a la pobreza extrema a
tanta gente. ¿De dónde la incapacidad para tomar decisiones, para
intervenir con alguna eficacia? Tanto tiempo que todo el país
está esperando el aumento del precio de la gasolina, y nada. Tanto
tiempo que estamos esperando una acción contra los colectivos armados que
aterrorizan a la población, y nada. Tanto tiempo esta inflación que
empobrece especialmente a los más pobres, y nada. Tanto tiempo
rodeado por la corrupción, el engaño, y nada. Y los medicamentos,
los reactivos y los insumos medicinales escasean hasta el extremo, y
nada. Es como un juego macabro abriendo esperanzas y quemándolas en la
indolencia de gobernar. No puede ser una actitud consciente, y no se puede
pensar que se está envenenando la situación para llegar a situaciones militares
que afectarán a todos.
Y especialmente, la violencia callejera que
nos rodea a diario en cualquier sitio, esperado o no. Son ciertas las cifras de
la fiscal o las del Observatorio Venezolano de Violencia, pero son cifras
desproporcionadas para un país normal que no está oficialmente en guerra. ¡Y
nada!)La violencia se organiza mejor y dentro de poco viviremos todos a
cargo de en un “pran”, presos en nuestro propio país.” (http://www.el-nacional.com/opinion/gobernar-inmoral_0_791920930.html).
La doctrina de Tao, la política de la
inacción – Finalmente, un distinguido abogado e historiador (Gustavo
Pereira):
“reconoció que Venezuela vive una
situación “dramática”. Insistió en que “hay que hablarle con la verdad” a la
gente.
“No creo encontrar un calificativo más
apropiado (…). Yo lo vivo, no me lo cuentan, se trata de un desabastecimiento
atroz, una inflación desbordada, incontrolable y esto es desde el año
pasado….”
En pocas
palabras, la última alocución de Nicolás Maduro para anunciar su paquetazo
decepcionante demostró que no tiene nada que ofrecer a los venezolanos para
solucionar eficazmente la grave crisis económica y social que vive el país. Es
decir, que con Decreto de Emergencia Económica o sin él, no hará absolutamente
nada significativo para formular y poner en práctica medidas efectivas para
solucionar la crisis nacional, en la misma forma que desaprovechó y mal utilizó
la Ley Habilitante vigente por un largo periodo y hasta finales del pasado año.
En los párrafos que anteceden se han expuesto consideraciones preliminares
sobre las razones que justificarían la declaratoria de Nicolás Maduro
en falta absoluta por abandono del cargo, por parte de la Asamblea Nacional,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 233, en concordancia con lo
establecido en el artículo 236, numerales 1 y 2, de la Constitución, a los
cuales remitimos. Tiene la palabra la Asamblea Nacional. Veremos…”.
Hasta aquí el
brillante análisis de Jaspe, el cual combina vigor jurídico con una sabia
apreciación de la crisis humanitaria que sufre hoy nuestro país.
Maduro abandonó
su cargo hace tiempo ya. Fuera!
Tocará hablar con los dueños del circo, los hermanos Castro.
ResponderEliminarEn sumarium pueden ver al correveydile de eulogio del pino hablando del sector militar como empresa de servicios de pdvsa. Cuando le preguntan dice que es mejor hablar de la opep. Que desastre.
ResponderEliminarEstos imbeciles no saben que hacer. Son corruptos y completamenta ineptos y el pais cae en caos y ruina.
ResponderEliminar"No entiendo al gobierno ni al presidente Maduro que dejan llegar tan lejos la situación y llevar a la pobreza extrema a tanta gente. ¿De dónde la incapacidad para tomar decisiones, para intervenir con alguna eficacia? "
ResponderEliminarCorrecciones:
-No es "gobierno" sino Desgobierno o "Regimen Criminal". Cleptocracia, full chola, en esteroides.
- Cuando entenderan muchos que no se trata de ineficacia ni siquiera ineptitud?
No.
Son sumamente eficaces y extremadamente aptos para ROBAR.
No les importa ni "el pueblo" ni lo que digan en el exterior. Les importa su BOLSILLO y el poder. Saben ya que este poder es temporal osea que estan simplemente RASPANDO LA OLLA y llevandose hasta el ultimo dollar, euro, oro, o lo que sea.
Pero para Lavar tanta plata robada, hace falta tiempo, contacto, mucha eficacia y bastante aptitud.
Ya empezamos a entender?
Se me olvido otra correccion : No es "El Presidente Maduro".
ResponderEliminarNo.
Es El chofer de autobusetas, sin estudios ni educacion alguna, malandro, Colombiano (pero mucho menos educado que los Colombianos), usurpador de poder, ilegitimo, enchufado por el pajarito comandante eterno supremo.
Ni Cabello era "El Presidente de la Asamblea Nacional"
No.
Es un choro, criminal, malandro de barrio, narco-traficante, Mega-Ladron.
Las cosas y los animales por su nombre, por favor.