La baja estofa de la pandilla chavista quedó en evidencia una vez más
cuando todos los líderes reunidos, ver foto, luciendo un grave semblante,
hicieron ayer un anuncio que consideraron muy importante para la Nación. Quien
llevó la voz cantante fue Aristóbulo. Dijo: “Les informo, por orden del
presidente, que en Venezuela no se trabajará ni Miércoles, ni Jueves, ni
Viernes. Sábado y Domingo serán días de descanso. La revolución ha hecho
posible que nuestro pueblo pueda, al fin, vivir sin trabajar”. Si estas
no fueron sus palabras textuales, este si fue el mensaje. Ese pequeño hampón,
alborozado por ser “vicepresidente”, ha quedado para hacer los mandados más denigrantes.
Después de 16 años de revolución chavista el país se ha ido apagando progresivamente,
para llegar a donde está hoy: a oscuras, sin agua potable, sin divisas, sin
comida o papel higiénico, sometido a colas interminables hasta para comprar un
analgésico cualquiera, embrutecido y humillado. Ha sido gobernado por
traidores, ladrones, torturadores, expropiadores, ineptos y extranjeros, quienes
la han ido destruyendo sistemáticamente.
Asombrosamente, todo ello ha ocurrido en medio de una casi total
indiferencia, inercia y hasta cierto regocijo masoquista por parte de nuestro
pueblo. Más que el predominio de una pandilla corrupta e ignorante, lo más
revelador sobre nuestro país ha sido la conducta laxa de nuestro pueblo. Le
hizo caso a un demagogo quien hizo el anti-milagro de despilfarrar la mayor
riqueza que ha tenido Venezuela en toda su historia. Vio con aprobación como
mucha de esa riqueza se iba al exterior, a los bolsillos de los amigotes del
difunto y vio con aprobación como esa riqueza se mal utilizaba internamente en
dádivas, limosnas, regalos, misiones fraudulentas y francachelas populistas que
creaban una ilusión de prosperidad y que han dejado al país mucho más pobre hoy
de lo que era cuando estos bárbaros llegaron al poder.
Los venezolanos dignos que se rebelaron en contra de estas humillaciones y
que creyeron hacerlo interpretando los sentimientos del “bravo” pueblo están hoy presos y semi-abandonados
hasta por muchos de sus propios compañeros, quienes se han ido “amoldando” a la
“realidad”. Afortunadamente estos venezolanos
dignos cuentan con la solidaridad de países democráticos que presionan por su
libertad.
Al ver su situación actual es
necesario aceptar que Venezuela ha sido destruida por un chavismo malvado, sí,
pero con la complicidad de un gran sector, cobarde y codicioso, del país. Esto
es necesario decirlo porque tiene relación importante con el país que seremos
en el futuro. ¿Nos estará anunciando Aristóbulo, el pequeño ser, la Venezuela
del futuro? ¿Será la Venezuela del futuro un país habitado por gente que vaya
cerrando puertas de sitios vacíos, apagando luces, abandonando logros, colgando
la hamaca en el corral cuando se va la luz, resignándose a un regreso colectivo
a las cavernas? Recordemos que este Aristóbulo que hoy anuncia, con aspecto de
gran estadista, que ya no se trabajará más porque no hay luz, es el mismo
Aristóbulo que era alcalde activo y entusiasta en una Venezuela democrática. De
aquel Aristóbulo animoso no queda hoy sino este bagazo moral que anuncia la
total inactividad laboral para la nación, ya que sus compinches destruyeron
Guri y se robaron los reales de las plantas termoeléctricas. Lo que debería
haber hecho este deplorable espécimen humano es declarar una emergencia
nacional y poner su gente a trabajar
24x7 para lograr superar una crisis que ya no es solamente eléctrica, sino de
agua, de comida de medicinas, en suma, de actitudes. Lo que debería hacer este náufrago
del decoro es pedir la cárcel para quienes han llevado al país a esta
situación, así tenga que comenzar por él mismo.
Aristóbulo aparece hoy como símbolo
de una Venezuela prostituida, embrutecida y humillada. Como él hay millones
quienes ya tiraron la toalla, quienes olvidaron sus anhelos de ver un país
pujante, trabajador, progresista. Y esto es lo realmente grave para el país,
que la gente que lo habita haya perdido el deseo de ser dignos.
Por supuesto, hay venezolanos dignos. No debe pensarse que todos los
venezolanos son como el chavismo destructor. Pero si debemos aceptar que la
permanencia de este régimen en el poder, después de haber demostrado hasta la
saciedad que es incapaz de gerenciar un país hacia la modernidad y el progreso,
revela que hay una masa crítica de zánganos, vividores, cobardes, adulantes y
ladrones, una Venezuela aluvional que representa una terrible carga para
quienes desean ir adelante.
Y esto es lo fundamental: ¿podremos con esa carga? Por lo que veo, lo dudo.
Ya no se que decirles a estos ineptos. Por los momentos.... El CDSM.
ResponderEliminarIncreible que los Indios nativos que encontró Cristobal Colón al arrivar a esta "Tierra de Gracia" hace 600 años disfrutaban de una mejor calidad de vida que los Venezolanos de estos tiempos. Hasta alla nos dejamos arrastrar por la plaga Castro-Chavista.
ResponderEliminarRegimen tramposo, vulgar y al mismo tiempo son cobardes. Hagan lo que hagan van para afuera, ya es intorelable su estadia y el pueblo ya se esta arrechando de verdad.
ResponderEliminarFrancisco Franco, Dios lo tenga en su gloria, salvó a España cuando exterminó a los rojos. Luego Don Augusto Pinochet, a quien los chilenos deberían reverenciar cada mañana, sacó a Castro y a los cubanos de Chile. A Venezuela le faltó un Franco para exterminar a los miserables rojos y sus guerrillas, a quienes el viejo Caldera liberó de toda culpa, y un Pinochet para poner en orden a la logia golpista que operaba bajo la protección de Muller Rojas y Jacinto Perez Arcay. Si lo que le hace oposición a Fidel Castro es Capriles "pongan Salsa" Radonsky y la MudA, se jodio Venezuela, lamento mucho no poder dar buenas noticias. Ya Maiquetia no es una opción para quienes no lograron salir. Mi esperanza es la de unos pocos: que aún haya alguien de esos héroes que salvan al final de la pelicula. Pero visto esto que esta pasando creo que no lo hay.
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