Ver:
La noticia que leo sobre el kilo de carne cercano a valer Bs. 4000 en
Venezuela me causa perplejidad. Como tengo 13 años que no vivo en Venezuela, a
pesar de estar bastante bien informado de lo que allá sucede, no tengo idea de si
ello es un precio razonable. Por lo tanto, voy a buscar información en Internet y encuentro
que el salario mínimo en Venezuela es de Bs. 386 diarios, a partir de Mayo
2016. Ello significa que un venezolano
en salario mínimo deberá trabajar casi once días para comprar un kilo de carne.
Cuando los franceses le cortaron la cabeza a Luis XVI la razón inicial
fundamental fue que el kilo de pan llegó a costar tanto que un plebeyo francés
tenía que trabajar hasta cuatro días para adquirirlo (si es que lo encontraba).
Pero hoy en día al Venezolano que gana salario mínimo y que deberá trabajar
casi once días para comprarse un kilo de carne se le pide que espere otro año
para ver (nada de garantías) si salimos de los monstruos podridos y malolientes
que están enquistados en el poder por la vía constitucional del referendo
revocatorio.
Y se les pide esto, mientras ese venezolano puede oír y leer como los
miembros de la “monarquía” chavista hace depósitos en Andorra, Suiza y España por miles de millones de dólares,
mientras una analfabeta como María Gabriela Chávez es embajadora y vive como reina
en Nueva York, mientras Diego Salazar, el primo de Rafael Ramírez, da propinas
de miles de euros. Ve que el inmoral y mal poeta Isaías Rodríguez es embajador
en Italia y come ternera todos los días, que los bolichicos compran castillos
en Europa y los narco sobrinos son defendidos por costosas agencias de abogados
pagadas con el dinero nuestro.
La gente anda muriendo por falta de medicinas y alimentos, mientras el
Secretario de Estado del Vaticano prepara viaje a Venezuela “a ver” cómo está
la situación y mientras la Canciller Argentina dice que no hay que apresurarse
para tratar el caso venezolano. ¿Cómo pararle a Monseñor Parolin cuando este
alto representante de la Iglesia pide diálogo con los criminales mientras
probablemente almuerza en paz y en tierra civilizada con un buen plato de espaguetis
a la boloñesa y un Chianti del Gallo Nero?
¿Cómo aceptar esperar con
paciencia mientras el narco-ex- presidente Ernesto Samper mantiene a UNASUR en
silencio sobre Venezuela y Delcy Rodríguez inunda de su metano a la OEA para
impedir que la organización actúe sobre la tragedia venezolana?
Al venezolano que debe trabajar casi once días para comprarse un kilo de
carne se le pide que actúe enmarcado en
reglas del juego que la otra parte no reconoce. En efecto, se le pide que muera,
sin chistar, dentro de la constitución. Yo digo que pedir eso a los venezolanos
no tiene justificación.
Lo absurdo de ese pedido es que hay iniciativas perfectamente
constitucionales que no tienen por qué seguir esperando meses y años, sobre
todo porque ya se sabe que toda iniciativa enmarcada en la pacífica obediencia
a la constitución será desvirtuada por un régimen maldito que ya ha dado toda clase
de señales de estar alzado en contra de la constitución y las leyes.
La rebelión está consagrada en más
de un artículo de la larguísima
Constitución de 1999. Y no solo como un
derecho sino como un deber de los ciudadanos. Es ya intolerable que, a quienes
claman por una rebelión abierta en contra de la dictadura, en total apego a la
Constitución, se les siga tildando de “radicales estúpidos”, como lo hace el
filósofo Fernando Mires después de una visita de 48 horas a nuestro país.
El kilo de carne a Bs.4000 y la miseria que esto significa para el
venezolano de la calle contrastan de manera obscena con la actitud adulante de Hermán
Escarrá, con los robos multimillonarios en PDVSA, con los narco-generales, con
la ineptitud y corrupción de Eulogio Del Pino, con Merentes y sus banqueros
amigos y amiguitas en bikini, con las familias Chávez y Maduro Flores
involucradas en fraudes y drogas.
El costo de la vida en la Venezuela de Chávez y Maduro es una bofetada para
la Venezuela digna y no puede ser tolerada.
Para quienes deben trabajar casi once días para comprar un kilo de carne
a Bs. 4000 el único camino abierto es el del desafío abierto contra el régimen.
Pregunta para Torrealba, Forrest Gump -Capriles- y Ramos Allup.
ResponderEliminarPor cierto, en Italia non si mangia spaghetti alla bolognesa. No existe tal cosa nel Belpaese.
Mientras los Chavistas de a pie(los que ponen la cara en la calle por ladrones de alto nivel) no sean rechazados por su entorno, no se les considere cómplices de nuestras desgracias no habra cambio. La revolución francesa no empezó en Versalles, los que apoyaban a los reyes fueron los primeros.
ResponderEliminarQue cómodo debe resultar invitarnos iniciar una rebelión contra esta banda de delincuentes que tomaron este país como su botín desde la apacible Virginia USA. Sabes esta gente incrustada en el poder teme tanto perderle, que están dispuestos a matar.
ResponderEliminarVendría Ud. a encabezar la rebelión?
La verdad no se a quien darle la razon. Estoy muy consciente que la banda va a dispararle a la cabeza a la gente pero, por Dios, Coronel es octogenario. Yo no critico a quien se fue, mucho menos si es persona mayor. Demasiado hace estando tan activo y con este blog. Yo, en su lugar y a esa edad, estaria decansando.
ResponderEliminarAqui en venezuela hay escasez de todo menos de culillo, y con razon porque en este pais lo unico que se ha sembrado es odio parejo, y por eso es que el gobierno hace lo que le da la real gana, porque uno no sabe de donde saltara la liebre, o sea uno no sabe si puede ser linchado por delicuentes afectos al gobierno o por funcionarios policiales que practicamente son lo mismo,(muchisimo infiltrado) y la impunidad que existe, hay parcelamientos que han sido abandonados por los pequeños productores porque es imposible acercarse por ahi sin ser objeto de robo etc etc. y si no lo roban el hampa comun, entonces lo hacen los funcionarios que llegan martillando lo que consigan.no se que ira a costar un kilo de yuca en diciembre, solo por decir eso.
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