El colaboracionista Pedro Pablo Fernández me llama "irrelevante"

Significado

 Irrelevante: no merece ser tomado en cuenta, sin importancia

Pedro Pablo Fernández ha escrito un artículo llamado “Al Coronel Chafardett”, ver: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/pedro-pablo-fernandez-al-coronel-chaffardet/ . Aunque bastante flojo y fundamentalmente dedicado a mi amigo  Joaquín Chafardett, me nombra a mí y dice que:

(1), yo vivo en Miami, lo cual es mentira;

(2), carezco de relevancia, aunque se toma la molestia de mencionarme.

El artículo de Fernández está publicado en el diario pro-chavista “Ultimas Noticias”, lo cual ya sugiere su inclinación política, y se debe a que tanto Chafardett como yo, en diferentes escritos, le criticamos por haber dicho en su  artículo anterior que había que apoyar a Maduro. En mi caso, lo cité ad verbatim, no inventé nada. Quienes deseen leer mi artículo y el de él lo pueden hacer en mi blog:   http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2016/06/carta-pedro-pablo-fernandez.html

Cuando Fernández dice, despectivamente, que mi opinión es irrelevante muestra su naturaleza fascista. Uno puede decir que una opinión es equivocada pero nunca irrelevante, si es que nos anima un talante democrático. Además, mis credenciales ciudadanas son, al menos, tan buenas como las de él y cuidado si no mejores. Es asunto de comparar. 

Sin embargo, lo esencial no es eso.  Lo esencial es que Fernández es un colaboracionista del gobierno de Nicolás Maduro y yo soy un firme opositor. Yo nunca he sido visto en una reunión con Maduro, como la que Fernández llevó a cabo, a pesar de que la oposición en pleno se negara a asistir.  Nunca he sido acusado de colaboracionista con el gobierno, como Fernández ha sido acusado por sus colegas del COPEI.

La gente dice que la postura política de Pedro Pablo Fernández tiene que ver con las aspiraciones presidenciales de su padre, Eduardo. Yo no lo creo. Eduardo ha sido un gallardo defensor de la democracia. No creo que a estas alturas de su vida vaya a claudicar en sus principios por una aventura política sin esperanzas. Eduardo es un activo de la democracia venezolana y, aunque se muestre demasiado ansioso por dialogar con la pandilla chavista, creo que lo hace de buena fe, aunque esté equivocado.

Sobre su hijo tengo una opinión menos favorable.