Lo
ocurrido ayer en la OEA no fue una clara victoria por nocaut para la oposición
venezolana pero si una clara derrota para el régimen chavista que acogota a
Venezuela. Ayer ese régimen estuvo contra las cuerdas, tambaleante. Lo sucedido
ayer puede definirse como parte importante del proceso de estrangulamiento, por
parte del mundo exterior, de un régimen que ha llegado a la etapa de la
implosión y que no tiene vuelta atrás.
La
derrota del régimen en la OEA estuvo ilustrada por tres eventos: (1), la aprobación
del Consejo permanente para escuchar el Informe de Luis Almagro y su rechazo a
la petición del régimen chavista de pedir la renuncia a Almagro; (2), la
lectura del Informe sobre el régimen venezolano y sobre la tragedia del país, por
parte de Luis Almagro, y, (3), la destemplanza y patanería de Delcy Rodríguez,
la canciller de Maduro, un contraste notable con la compostura de Almagro. A
esto debemos añadir la presencia frente a la OEA de un nutrido grupo de
venezolanos, quienes fuimos a solidarizarnos con la posición del secretario
general Luis Almagro. Este grupo estaba compuesto por gente mayoritariamente joven,
muchas mujeres – como de costumbre -
algunas con sus niños al hombro, llenas de entusiasmo democrático. Me
decepcionó un poco ver solo a dos o tres de mis contemporáneos,
aunque si tuve el placer de ver a dos ilustres médicos venezolanos haciendo su
parte. Detrás de nosotros había una fila de unos 10 mercenarios contratados por
Bernardo Álvarez Herrera, de aspecto lamentable, gritando a favor de Maduro.
Este pobre lumpen se ganó sus dólares y luego se marchó. Vi a una de sus integrantes,
una pobre mujer, caminar con la pequeña bandera venezolana que le habían dado hasta
un pipote de basura cercano, donde la botó para irse a su casa.
La
lectura del informe del Secretario General fue un acto sin precedentes en la
OEA. Por un largo rato la audiencia escuchó de boca de una de las máximas autoridades de la organización una
descripción detallada y aterradora de la situación venezolana, sin que el
régimen de Maduro pudiera impedirlo. Puede decirse, sin exageración, que el
régimen maldito fue sentado en el banquillo de los acusados por decisión de la
región latinoamericana. Quienes se opusieron a oírlo, pero tuvieron que oírlo, fueron
los parásitos del ALBA: Bolivia, Nicaragua y Ecuador, algunos paisillos del Caribe
y una desprestigiada delegación de la República Dominicana, país que ha servido
de celestina a Zapatero y sus compinches para tratar de engatusar a la
oposición con un diálogo “a la Maduro”, ver diagrama arriba.
La
larga lista de desafueros del régimen y de tragedias venezolanas retumbó en las
paredes del salón, mientras la pobre Delcy y el cada vez más rotundo Bernardo Álvarez
(ponte a dieta, chico) escuchaban el severo enjuiciamiento sin poderlo evitar. Ese
fue el momento en el cual la correlación de fuerzas dentro de la OEA cambió
claramente. Ese evento abre las puertas para una intervención de la región en
la sufrida Venezuela, una intervención claramente contemplada en sus
reglamentos, ciertamente no una “injerencia”, como si ha sido la cubana en
Venezuela, hasta el extremo de que Maduro deba consultar con Raúl Castro hasta
para ir al WC.
Cualquier
intento de diálogo que pueda ser propuesto por la OEA seguramente no será “a la
Maduro”, sino con mediación realmente
independiente y con condiciones muy claras. Todavía creo que ese diálogo no se
llevará a cabo si no se establecen las condiciones de permitir el revocatorio
este año y de liberar los presos políticos. Y si llegara a concretarse, no
tendrá éxito porque los objetivos del régimen de permanecer en el poder y
arruinar al país en nombre de una ideología que se pudrió en la Montaña, son
totalmente rígidos e inaceptables para un país ya hastiado de verlos.
Ayer
en la OEA los países de América le apretaron las tuercas al agonizante narco-régimen
venezolano.
La OEA no tumba dictaduras. Pueden hablar todo lo que quieran, por sin resultados concretos. Al regimen criminal y autoritario Chavista no lo tumba ni siquiera el parlamento con la MUD. Ni siquiera unas elecciones en el 2019, que se van a tratar de robar como sea. El pueblo tiene que salir a la calle con enormes manifestaciones para tumbar a esos ladrones y criminales del poder.
ResponderEliminarOjala algo bueno salga de todo este embrollo de reuniones de en la OEA,
ResponderEliminarEsta es una de las razones por la cual gobiernos como el de Morales y algunos otros no quiren dejar el poder.
http://www.amaliapandocabildeo.com/2016/06/cronologia-de-una-relacion-impia-evo.html
por favor compartan el enlace de arriba con todos los que puedan!
gracias
O>E>A o sin O<E<A, hacer un bloqueo ECONOMICO a Venezuela es lo que hicieron a CUBA...!
ResponderEliminarTendria que hacer guerras civiles y muchas muertes para un avance armado de los cascos AZULES...!
A menos que TRUMP quiera invadir, que seria igual de catastrofico en muertes! A que haga sitio militar y obligue a la bandera BLANCA de "rendicion"...!
Pero TRUMP no es todavia, y CLINTON no lo haria...!
SI SE QUISIERA, Maduro y PSUV, pudiera arreglar las cosas un poquitou para salvarse el "pellejito"...!
EL TROPICO y TURISMO es asi aun para CUBA...!
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