El video que anexamos nos muestra
una conversación de 45 minutos llevada a
cabo en la sede del Council of the Americas, en Nueva York, con Henri Falcón, seguida
de una sesión con los economistas Orlando Ochoa y Francisco Rodríguez, quienes
están asesorando a Henri Falcón en materia económica. La sesión se refirió a un
programa que Falcón, Ochoa y Rodríguez han comenzado a promover, el cual
estaría basado en un plan de recuperación económica para Venezuela, a ser
ejecutado por un gobierno de UNIDAD NACIONAL.
Henri Falcón
En su conversación Henri Falcón
comenzó diciendo que respondería todas las preguntas, pero sus respuestas no
tuvieron mucha relación con los preguntas. Dijo que el gobierno debía buscar
vías de solución a la crisis. Si el gobierno rectifica, dijo, en Venezuela podemos
estar todos juntos, sin exclusión ninguna. Se requiere un gobierno de Unidad
nacional. No dijo si habría un revocatorio este año pero afirmó que eso era lo
que la mayoría deseaba, ya que las demoras en este revocatorio pueden llevarnos
a la violencia abierta. Falcón vio la cámara fijamente para decir: “queridos
hermanos, soy un dialogante natural”. Pero, advirtió, hay quienes quieren una
Venezuela en blanco y negro, hay gente con odio. Pero hoy hasta el Papa habla
de diálogo. Cuando alguien preguntó: ¿Con quién dialogar?, respondió: “El
diálogo es de dos, habrá que hacerle concesiones a la otra parte”.
Añadió Falcón que aunque el
régimen de Maduro está muy mal evaluado en las encuestas, el Chavismo tiene una
mucha mejor aceptación sentimental. Es aparente que Falcón tiene todavía un
lugar en su corazón para el sátrapa que arruinó a Venezuela. Citó a su amigo y
asesor, Américo Martín, quien le dijo que sería grave que los “perseguidos de
hoy sean los perseguidores del mañana”, para referirse a los venezolanos quienes
piden castigo para los bandidos del régimen. Como hermanos, enfatizó Falcón, todos
debemos pensar en Venezuela.
Sus respuestas fueron vagas,
generales, de llamado a la concordia nacional, al diálogo fraternal. Fue muy
felicitado por el moderador Víctor Sierra, por sus contribuciones a la patria.
Esta es la primera vez que vemos
a Henri Falcón. Aún a riesgo de ser injusto con él, la impresión que nos causó es que una mezcla de Hugo Chávez, modelo 1998,
con Bernardo Herrera, modelo 2016. De aquel Chávez hasta meloso, con tono de
predicador, Falcón tiene rasgos físicos similares, algunos de sus manerismos,
el uso frecuente de la palabra “hermanos” y los insistentes llamados a la
concordia que luego Chávez eliminaría de su retórica una vez ganada la
presidencia. De Álvarez Herrera tiene el aspecto reposado y desapasionado y la
habilidad de hablar extensamente sin decir mucho en concreto.
La esencia de su postura es que
debe haber un diálogo dual, uno político y, en paralelo, otro económico. Esto
suena sensato, si no fuera porque olvida el problema ético de dialogar con una
pandilla de malhechores que no tiene honor, ni acepta reglas del juego de la
gente honesta ni tiene propósito alguno de hacer la menor rectificación. Quien
vaya a un diálogo con gente como esta, ignorando lo que hemos visto estos
trágicos 16 años, peca de ingenuo. Peor aún, este grupo pro-diálogo alimenta la
creencia de que quienes rechazan el diálogo por razones éticas y hasta
estratégicas de mucho peso, solo desean violencia y venganza, pasar de ser
víctimas a victimarios.
Si Falcón parece vivir en un
planeta de mermeladas y leche tibia, los economistas Rodríguez y Ochoa hablaron
de manera más concreta, por lo cual es más fácil comentar sobre lo que dijeron.
Orlando Ochoa piensa
que debe estructurarse una estrategia de recuperación económica basada en los
activos petroleros del país. Piensa que un buen plan económico sería factible y
que es posible encontrar chavistas moderados con quienes hablar. Se requerirían
unos $50000 millones en unos dos años para recuperar la economía venezolana. A
una pregunta del moderador Toro, de donde vendría ese dinero, dijo que el Fondo
Monetario Internacional sería una fuente lógica de financiamiento pero si ello
no fuese posible por razones ideológicas del gobierno, habría que basarse en
una alianza entre PDVSA y China para lograr el dinero. Buena parte del dinero
que se obtenga, advirtió Ochoa, tendrá que ser destinado a los pobres, vía programas
sociales, ya que la mitad de la población necesita ayuda. Francamente, lo que
dijo Ochoa se me pareció mucho al ‘plan” que desarrolla el régimen, ese de
pedir prestado a China para seguir usando el dinero en subsidios a su clientela
política, aunque Ochoa pidió una disciplina
fiscal que no ha existido en el régimen. Ochoa reveló que el plan económico de
UNASUR que Leonel Fernández ofreció en Venezuela era obra del economista
Francisco Rodríguez.
Francisco Rodríguez dijo que
Venezuela estaba en terapia intensiva pero no tenía una enfermedad terminal. Tenía
un paro cardíaco y requería de
transfusiones de sangre. Si no se hacía nada esta situación iría a empeorar
pero Venezuela no estaba arruinada, ya que un país con 300.000 millones de
barriles de petróleo en el subsuelo no podría estarlo. Ese tesoro petrolero
haría fácil encontrar financiamiento del exterior y aseguró que no habría
problemas en encontrar el financiamiento. Debería, agregó, estimularse la
participación del sector privado en los sectores petroleros y mineros.
Estos comentarios de Rodríguez
suenan excesivamente optimistas. Los recursos petroleros de la Faja no son una garantía
de financiamiento tan seguro como él lo piensa. Este es un petróleo costoso de
producir y comercializar, el cual requiere de inversiones de largo tiempo de
maduración que no se ven en el horizonte. Peor aún, la tendencia global es la
de ir eliminando el uso de este tipo de hidrocarburos fósiles muy contaminantes,
por lo cual la ventana de oportunidad para los crudos de la faja se reduce, en
mi criterio, a algunas décadas más. Estos factores, aunados a la inestabilidad
política del país, no van a promover fácilmente ese petróleo como fuente de
financiamiento.
Los dos economistas fueron muy
críticos del Fondo Chino, de su falta de éxito y su baja transparencia, lo cual
sonó contradictorio con el optimismo que tienen sobre una continua ayuda por
parte de ese país. Dijeron que no habría “default” si se obtiene financiamiento
y se reestructura la deuda, más fácil de decir que de llevar a cabo.
Me pareció muy interesante esta
sesión con los tres compatriotas arriba mencionados. Ellos están vendiendo un
programa diseñado para lograr una suave transición política, definida como
Gobierno de Unidad Nacional. Este programa, en mi opinión, no tiene muchas
posibilidades políticas o económicas de concretarse en las actuales
circunstancias del país, con los actores que tenemos a mano. Creo que lo que
proponen: diálogo, gobierno de unidad nacional, reconciliación, sentido común
financiero y reactivación de la industria petrolera, es una “suite” poco
realista en la atormentada Venezuela de hoy, donde el cuadrado se enfrenta al
círculo.
Los obstáculos de naturaleza
ética a este Plan son importantes: ¿Gobierno de Unidad Nacional con quiénes? ¿Perdón
para quién?
Me lo contó una amiga que vivió una temporada, con su hermana y el esposo de esta, en una urbanización para oficiales jóvenes. Según el asunto, tras la aparente cordialidad que priva en cualquier comunidad, las relaciones de vecinos estaban regidas por los dibujitos que tuviesen los hombres de la casa sobre los hombros de la guerrera. Parecía un vecindario normal de clase media con apetencias de ascenso, con vecinos reuniéndose a hacer parrilladas, vecinas chismeando y muchachos jugando, pero una implacable lógica vertical conducía las relaciones. Cuando bebían un domingo en el patio de alguno y surgía un pleito por una pieza del dominó, nadie perdía de vista que, tras las ropas de civil, el mayor tenía más razón que el capitán, y este tenía menos culpa que el teniente.
ResponderEliminarY ante una discusión por dimes y diretes, la mujer del mayor podía pegarle cuatro gritos a la del capitán, la cual se tragaba sus opiniones en espera de la oportunidad de desquitarse con la del teniente. Y el hijo del mayor era malcriado y retrechero con el del teniente quien, educado en esa lógica, sabía que su destino era esperar un ascenso del padre para pagarla con el hijo del que viniera atrás.
En otra anécdota, en los comienzos de “la revolución”, alguien me contó con desencanto, que en un evento realizado en el auditorio de una institución pública, dirigido por un antiguo “camarada”, el protocolo dispuso un férreo sistema de clases en el cual, en las primeras filas se sentarían los directivos, en un segundo bloque el personal administrativo y, al fondo, el personal obrero.
Esas dos logias (militares y ñángaras), anteriormente enemigas, en algún oscuro punto de nuestra historia pactaron para ir tras la búsqueda del poder. Y lo consiguieron. Y, tras 17 años de esa alianza, entre las cosas buenas que podemos sacar en limpio, es que nos quitamos de encima, de un mismo plumazo, dos mitos que se habían cimentado en nuestra sociedad, gracias a la ausencia de pruebas que pudiesen corroborarlo: la honestidad de los ñángaras y la eficiencia de los militares.
ResponderEliminar*
Tienen mucho en común: se trata de gente que nunca arriesgó su propio capital, que nunca produjo empleo, que nunca desarrolló iniciativas concretas y comprobadas para sacar a la gente de la pobreza. En pocas palabras, gente que nunca supo cómo funciona el mundo real fuera de sus sociedades secretas. Que siempre vivió de alimentar los monstruos de la sociedad. “Yo tengo estas armas para cuidarte de un potencial enemigo”, decían unos. “Yo tengo estas armas para liberarte de la opresión del capitalismo”, decían otros. Abstracciones, demonios, amenazas. Parecían inocuos, hasta que a la gente le dio por pararles la oreja.
Y aquí estamos.
Las empresas de unos eran utópicas y las de otros burocráticas. Los ñángaras iban a acabar con las injusticias, pero no tenían ninguna experiencia en eso de generar riqueza (porque decían estar reñidos con el Capital). Y los militares siempre han sabido gastar el dinero, pero jamás han sabido reproducirlo. Todo lo que a ellos compete entra en el rubro de “gasto” de alguna partida estatal.
Y a falta de enemigos reales, su guerra es contra la ciudadanía, contra los civiles, contras los que no comulgan con la violencia, contra la gente productiva. Y al estilo clásico: en la retaguardia la cúpula y en la calle la tropa.
ResponderEliminarLa misión de los comandantes es llenar de odio a sus huestes.
*
Esta semana, como cosa rara, los militares vuelven a ser noticia. En su laberinto. Uno de ellos anuncia que se cocina un golpe. Otro le pone nombre al cabecilla del mismo. Y una tercera comenta por twitter que señaló de traidora a un persona humilde que estaba firmando por la activación del revocatorio, porque la revolución le había dado su casita. No el Estado, la revolución.
En fin, tomaron un país (con los defectos e injusticias que puede tener cualquier sociedad) y devolvieron un cuartel. Pero el del ejército derrotado. Y pensar que, cuando llegaron, la masa los aclamó poniendo toda su fe en dos promesas cuyo cumplimiento parecía posible, dado que en la vieja mitología los militares ostentaban una férrea disciplina operativa y los ñángaras una férrea disciplina ideológica. Gente eficiente y honesta que iba a a) poner orden en el país y b) acabar con las cúpulas podridas.
El chiste amargo se cuenta solo.
Hector Torres.
Que casualidad que cada vez que el r'egimen se siente acorralado empiezan a moverse alrededor del tema del di'alogo. Cuando aprenderemos?. El Sr. Falc'on es solamente un pe'on del r'egimen tan falso como todos ellos. Ninguna persona decente y en su buen juicio pensar'ia en dialogar con simios carentes de formaci'on intelectual y moral (lo digo basado en los resultados de la obra de estos 'ultimos 17 a#os, los cuales hablan por s'i solos). Estos delincuentes deben irse de una forma de otra o la situaci'on de vida para el pueblo Venezolano empeorar'a hasta niveles para muchos impensable.
ResponderEliminarEl creador del “Socialismo del Siglo 21”, Heinz Dieterich, aseguró que por la crisis en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro perderá las elecciones parlamentarias de este año y saldrá a más tardar en el 2016 del poder, sea por referéndum revocatorio, renuncia o intervención militar.
ResponderEliminar“La crisis económica se ha convertido en una crisis política terminal para el gobierno de Maduro. Es prácticamente imposible que el oficialismo revierta este escenario”.
Para el teórico Dieterich, Maduro tiene el 85% de la población en contra. A lo que suma varios factores que considera contribuirán a su salida del poder .
“Con China negándose a inyectar más liquidez a una política económica idiota y suicida; con una oposición unificada y ganadora de las elecciones parlamentarias y la cobardía sin límites de los gobernadores y líderes del PSUV para cambiar el rumbo del país, el oficialismo ha perdido todo poder de negociación para salvarse”, sentenció.
Maduro se despide del poder en 2016.
Parece que la propuesta para el establecimiento de un "Gobierno de Unidad Nacional" es la misma idea ya introducido por otros, que son amigos del régimen. Ellos desean establecer un Estado Corporativo que, en teoría, va a representar los intereses de todos los sectores de la sociedad venezolana y, de esa manera, mantendrá la paz hasta que la economía del país se recupera y la gente puede reanudar su vida normal. Esta es la misma proposición para un "Pacto de Estado" el llamado "constitucionalista" Herman Iscarra flotó a la FAN en diciembre pasado.
Hay varios fallos críticos en la propuesta, uno de los cuales usted ha identificado ya Gustavo--"unidad con quiénes?" Cooperación requiere un compromiso por parte de todas las partes interesadas y la voluntad de colocar el mayor bien del país por encima de los intereses individuales. Es obvio que esa condición previa no existe en Venezuela. El objetivo del régimen es impedir el restablecimiento de la democracia porque eso va a poner en peligro su permanencia en el poder. Por eso, no es útil hablar de soluciones cooperativas cuando la cooperación es imposible. El único enfoque que ofrece una promesa para el futuro de Venezuela es la confrontación.
Pero hay otras razones por que la propuesta va a fallar. Los problemas económicos de Venezuela son numerosos. No es sólo el fracaso del modelo chavista. También hay un fracaso del modelo rentista. Con el crecimiento de los pagos públicos del tesoro nacional durante los últimos 18 años, el modelo rentista deja el país y sus pobres vulnerables a las fluctuaciones en el precio del petróleo en los mercados del mundo. Venezuela necesitará nuevas ideas sobre la manera de reestructurar la economía y cambios de este tipo sólo puede venir de los expertos que han sido entrenados como pensar en nuevas formas inteligentemente. Teniendo esto en cuenta, hay que mencionar que los chavistas no sólo son analfabetos económicos, sino que también son criminales que se ocuparán de preservar la falta de transparencia que les ha permitido vivir en libertad hasta ahora. Ellos no pueden tener lugar en cualquier solución que ofrece la promesa de éxito.
Venezuela debe hacer frente a sus problemas con honestidad. Los problemas son demasiado grandes para intentar soluciones rápidas. Los chavistas deben salir.
Estoy de acuerdo sobre la dificultad de producir el petróleo de la faja. Ese tema lo he estudiado por muchos años, y he notado que se habla mucha paja sin contenido real. Por ejemplo, un tema que no se toca mucho es la diferencia en calidad de los yacimientos, que varían enormemente en el sentido vertical y por supuesto el horizontal. Hay muchas empresas cuyos ingenieros y geólogos no tienen la menor idea de cómo producirlo, que se metieron "a ver qué pasa", o que tienen visiones muy optimistas de lo que más bien parece ser un desastre en cuanto al factor de recobro.
ResponderEliminarExcelentes comentarios. En relación a lo dicho por Fernando Leanme, hace años, trabajando para Phillips Petroleum, hice un muy detallado estudio geológico del campo de Morichal,el cual es parte de la Faja, tratando de seguir las arenas en sentido horizontal a través del campo. A pesar de lo reducido del área, estas arenas se mostraban lenticulares y aparecían y desaparecían en materia de uno a dos kilómetros. Lo mismo pasaba con el desarrollo vertical, era muy aleatorio, propio del ambiente en el cual estas arenas fueron originalmente depositadas. Hoy en día la limitada cantidad de pozos existentes en los 50.000 kilómetros cuadrados de la faja no permiten una estimación confiable del petróleo en sitio, mucho menos de la manera como los múltiples yacimientos se comportarían en el tiempo y de la continuidad de las arenas productoras. De allí que un factor de recobro del 20% aplicado a toda el área es totalmente arbitrario y opuesto a la definición de reservas probadas que rige internacionalmente. En corto: es un fraude. Lo peor, sin embargo, es la baja calidad del petróleo. Pura etiqueta roja, no hay etiqueta negra, en términos de whisky.
ResponderEliminarY yo que creia que Ochoa era serio...
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