Caricatura de EDO
Desde 1998 he mantenido una batalla personal en contra de lo que, de manera
genérica, podemos llamar Chavismo. A diferencia de muchos compatriotas,
incluyendo a muchos quienes se preciaban de demócratas, nunca me engañé con
respecto al difunto, quien logró crear una escuela política, si se puede
dignificar con ese nombre, caracterizada
por:
·
resentimiento
social
·
prodigalidad
con los dineros ajenos
·
un
lenguaje soez, en la creencia de que ello lo hacía popular
·
permisividad
frente a la corrupción, como estrategia para controlar los poderes públicos
·
promoción
del odio entre los venezolanos
·
política
de dádivas a los pobres, exigiendo lealtad como contraprestación
·
la
prostitución de la Fuerza Armada, dándoles la exclusividad del narcotráfico y
el contrabando
Estas y otras características han llevado a la sociedad venezolana a un
nivel de embrutecimiento y mediocridad nunca visto antes, ni siquiera en los
peores momentos del siglo XIX. Aunque Chávez está ya reducido a polvo, pudo
legarle su “filosofía” política a una pandilla de bandidos que continúan
desangrando al país.
Durante los últimos 19 años he batallado, a nivel ciudadano, en contra de
esa tragedia enquistada en el poder. He compartido esa lucha con miles de otros
venezolanos igualmente indignados. En mi caso, soporté vivir en la Venezuela de
Chávez durante casi cuatro años, hasta 2003, escribiendo en su contra,
asistiendo a marchas y protestas de todo tipo. Durante esta macabra etapa de 19
años para Venezuela he escrito alrededor de 9000 artículos en contra del
gobierno, en El Diario de Caracas, El Universal, Notitarde, El Carabobeño, El
Globo, Noticiero Digital, La Patilla y otros órganos de prensa venezolana.
Muchos de esos escritos han sido difundidos por la prensa en Costa Rica,
Argentina, Bolivia, Ecuador, Colombia, Nicaragua, Honduras, Paraguay y otros
países, así como en los Estados Unidos,
en USA TODAY, Miami Herald, el Latin
American Herald Tribune y en los blogs ya desaparecidos VenezuelaTODAY.com y
VHeadline.com. He visitado unas 30 ciudades estadounidenses y casi todos los
países de América Latina, algunos más de una vez, dando charlas en contra del
régimen. He denunciado a los académicos
mercenarios que apoyan al chavismo en los Estados Unidos y me convertí en
sombra del infeliz Bernardo Álvarez, cuando este participaba como embajador de
Chávez en paneles y charlas en Washington.
He participado en discusiones sobre Venezuela en los think tanks más
prestigiosos de la capital de los Estados Unidos, como Heritage, CATO, AEI,
Inter American Dialogue, WOLA y el Hudson Institute. He asistido a tres sesiones
en el Congreso de los Estados Unidos como panelista, para hablar sobre los
desmanes de Chávez. He estado, como soldado raso, en innumerables protestas frente a la OEA y a la
embajada de Chávez y Maduro en Washington. Mi blog, iniciado en 2007, es fuente de referencia para los opositores al
régimen, ver: www.lasarmasdecoronel.blogspot.com Sobre todo en materia petrolera he denunciado con
perseverancia la corrupción de PDVSA y
la ineptitud de los gerentes chavistas. Lo he hecho en Oslo, en el Parlamento
Inglés y en la Universidad de Cambridge. Colaboré extensamente en la investigación para
un libro sobre Chávez, escrito en Noruega.
En fin, creo haber puesto mi granito de arena en la lucha en contra del
chavismo destructor, inepto y corrupto. ¿Y cuál ha sido el resultado de este
esfuerzo? Hay dos posibles respuestas.
Respuesta #1.
El resultado de mis esfuerzos ha sido muy pobre. Basta con ver que el
régimen, como el dinosaurio en el cuento de Augusto Monterroso *, aún está
allí. Después de 19 años de abusos, fraudes, crímenes, violaciones a los derechos
humanos, corrupción de una magnitud nunca antes vista en Venezuela, cursilería,
procacidad de lenguaje y despilfarro desenfrenado, los bandidos chavistas
todavía están en el poder. El país está arruinado, deteriorado física y
espiritualmente, con un nivel ínfimo de calidad de vida, con una población en
constante riesgo de muerte, sin alimentos o medicinas, sujetos a las mayores humillaciones.
La sociedad venezolana tiene todo el derecho (y hasta el deber) de rebelarse
abiertamente en contra de esta trágica situación, pero no lo ha hecho. Esta relativa
inacción representa una de las mayores decepciones de mi vida y me resulta
inexplicable. Yo no vivo en Venezuela ni podría vivir en ella actualmente. No
sufro las privaciones de mis compatriotas pues vivo en un país donde impera la democracia
y el estado de derecho. ¿Por qué tendría que sentir más angustia que mis
compatriotas que sufren los rigores de un régimen absurdo y abusivo? ¿Por qué
pienso en una rebelión abierta en contra del régimen, cuando nuestro liderazgo está aferrado a una solución “pacífica y electoral”
que no termina de llegar y muchos de mis compatriotas consideran que la
rebelión es un acto extremista, de gente radical e insensata? ¿Por qué siguen
tantos de mis compatriotas rindiéndole pleitesía a la Fuerza Armada cuando ella
se ha constituido en el principal agente de embrutecimiento y abuso en contra
de nuestro pueblo?
En base a estas consideraciones pienso que mi esfuerzo, así como el de
muchos otros venezolanos, incluyendo quienes han sacrificado su libertad y
hasta sus vidas para regresar el país a la decencia, parece haber
fracasado. Ninguna de mis denuncias ha
sido procesada, ninguno de mis retos a debatir ha sido jamás tomado en cuenta,
ninguna de mis acusaciones a personajes como Ramírez, Cabello, Chávez, Maduro,
Carvajal, López Padrino, Reverol, Carreño y muchos otros bandidos, ha sido
respondida. La estrategia que utiliza esta pandilla de malhechores es desvergonzada
pero efectiva, simplemente guardan silencio y siguen robando y destruyendo al
país. El cinismo los mantiene impasibles en el poder. Pienso que mis esfuerzos
han fracasado porque se estrellan contra la indiferencia de los bandidos a
quienes acuso. Esa gente no se indigna por lo que le dicen porque solo quienes
tienen honor y una reputación que cuidar sienten la necesidad de defenderse. Ellos
no.
En ocasiones, desanimado, me he preguntado: ¿Por qué y por quién estoy
dando mi batalla? ¿Vale la pena?
Respuesta #2.
Creo que mis esfuerzos se han unido
a los esfuerzos de miles de compatriotas para ir horadando lo que parecía ser
una roca inexpugnable pero que ahora se ha convertido en un fragmento poroso,
gravemente erosionado. Quien eche la mirada
10 años atrás podrá recordar a un
Chávez lleno de dinero, de arrogancia, líder aparente de una región que
codiciaba su dinero y que, para obtenerlo, le rendía pleitesía. El sátrapa
viajaba por todo el mundo con un centenar de guardaespaldas, sobrinos, queridas
y cocineros y en todas partes era recibido con los brazos extendidos y las
manos bien abiertas. Desde Argentina hasta Honduras, desde Paraguay hasta
Brasil todos le sonreían y le hacían pensar que era un nuevo Bolívar. Hoy, sin
embargo, debido (al menos parcialmente)
a los esfuerzos de quienes denuncian, acusan y batallan, el mundo entero ha
llegado a saber cuál era y es la triste realidad de Venezuela. En todos los índices
internacionales sobre calidad de vida, transparencia, gobernabilidad o
competitividad, el régimen venezolano está en los últimos lugares, si no el
último. En los congresos de los países civilizados del planeta se le censura,
en las organizaciones internacionales se debaten sanciones en su contra, en el
mundo financiero se le cierran las puertas, en la OPEP y Mercosur son motivo de
burlas. En PetroCaribe le dan la espalda. En la Fiscalía de Nueva York retienen
a dos sobrinos enjuiciados por narcotraficantes y ya nadie duda de las estrechas
conexiones del régimen con el narcotráfico.
La imagen del difunto se ha ido evaporando, es objeto de burla y su
idolatría ya solo encuentra refugio en Miraflores y en APORREA. La presión internacional ha aumentado
exponencialmente y el payaso de Miraflores (o de Ciliaflores) se ha deshilachado
anímicamente. La oposición aferrada a la solución pacífica y electoral ha
admitido, por fin, que la calle es un factor de presión esencial.
En base a estas consideraciones pienso que mis esfuerzos no han sido un
fracaso sino que se han sumado al de miles de mis compatriotas para debilitar al
régimen. Debilitarlo si, aunque aún no
hemos logrado sacarlo del poder y hemos aceptado, por temor a la extorsión de
la violencia, que la pandilla de malhechores se burle una y otra vez de nuestros derechos
ciudadanos.
Entonces,
El régimen se desmorona, más como resultado de sus propios desatinos
financieros, políticos y sociales que como resultado de nuestros esfuerzos. La
agonía del régimen sigue alargándose indebidamente. Cada día que este régimen
permanece en el poder el país se hunde más y más en la ruina, hay más muerte,
más tragedia. El régimen ha logrado utilizar con éxito la carta de la violencia
para inhibir una acción cívica más vigorosa. No nos hemos dado cuenta de que ya
nadie en este mundo cree en la violencia de la oposición venezolana mientras
que si creen en la violencia del régimen.
Tengo una perspectiva sobre nuestra situación que es probablemente
minoritaria, ya que aún quienes la comparten no desean expresar públicamente su
opinión porque no es “políticamente
correcta”. Es la siguiente: A menos que
tengamos un referendo revocatorio este año, no creo que Venezuela pueda
regenerarse, después de estos 19 años de tragedia y humillación, a menos que
expulse al régimen del poder mediante la protesta general, en la calle. Si el
régimen simplemente implosiona, si hay
una negociación, una transición y borrón y cuenta nueva, el país seguirá
chapoteando en el pantano de la mediocridad. La única manera de rescatar
nuestra dignidad como pueblo es expulsando al régimen, dándole una patada por
el fundillo.
Así me llamen radical, extremista, insensato o senil, pienso que si no hay
expulsión y castigo Venezuela no va pal baile.
*El cuento más corto jamás escrito: “Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, del escritor guatemalteco
Augusto Monterroso.
Marxist ideology is just hatred disguised as love, a destructive fantasy disguised as a promise of paradise. It is the dinosaur that won't die that belongs to a distant, bygone era. It eventually makes everybody that is still alive poor, while the people at the top have all the money because they have all the power. Sound like Venezuela?
ResponderEliminarLo increible es que la mayoria de la poblacion todavia adora y venera al difunto Chavez. No se dan cuenta que fue el quien creo el desastre. Tienen tan corta memoria, que piensan que toda la culpa es del imbecil de maduro.
ResponderEliminarNo, el narcotrafico, la crisis economica, el crimen, todo eso lo genero Chavez. Chavez era la rata mayor, mucho mas rata que Maduro o Cabello. Y estuvo en el poder por muchos años, destruyendo al pais. Al parecer muchos entre "el pueblo" tengo muy corta memoria. O quizas, como habia petroleo caro cuando Chavez, y les daban "regalitos", la gente piensa que Chavez era un heroe. El nivel de ignorancia popular es alarmante..
¿Qué nos pasa a los venezolanos? Un dato que siempre me ha llamado la atención y que veo como un indicio de por qué seguimos empantanadados: Noticiero Digital. Allí escriben muchos buenos articulistas, incluido Ud., que bien debe saber cómo sus artículos son despachados con uno, dos, máximo tres comentarios; así sucede con todos los articulistas. Pero observe cuando un chavista, de esos que pululan para molestar allí, hace una provocación. He contado posts que pasan de 25, 50 o hasta cien páginas, con un contenido lamentable en la mayor parte de las ocasiones. Con gente así, ¿qué se puede hacer?
ResponderEliminarEl escrito más famoso de Gustavo es la carta de Condi Rice a Chavez. Se que muchos la leyeron. Gustavo predijo el fin de Chavez prácticamente cuando nadie pensaría que con un barril a 149 el nuevo rico del vecindario iba derechito al despeñadero.
ResponderEliminarLo que a mi me ha gustado de emigrar, gracias a castro y chavez, es que he conocido gente que jamás hubiera podido conocer si no hubiera salido de Venezuela, aparte, vivo tranquilo y sin sobresalto. Ya Venezuela venía en picada eso hay que tenerlo claro.
Si se recuperara?
Puede ser. Pero que la actual situación mundial me coja en un país próspero es algo que debo valorar.
Sobre noticiero digital, bueno forista, recuerde que a lo sumo serán 100 guerreros del tecladojugando a ser Milton Friedman o Stiglitz. Solo mastiquelos, no los trague. Los cubanos en eso son expertos: hablar de lo que no saben.
Yo agregaria que al venezolano por naturaleza le espanta una biblioteca. No somos un pueblo de gente pensandose como un equipo, a lo Japón, Australia o Suecia, sino un gentio envidiandose y pasando por encima del otro.
ResponderEliminarEso nos tiene aqui luego de 1 millon de millones de dolares.
Estimado Sr.Coronel, la razon por la cual despues de tanto tiempo aun se mantienen en el poder es porque es socialismo del siglo XXI ha resultado ser una conspiracion, todo un plan estrategico bien pensado que para fortuna del Castro-Comunismo coincidio con un periodo de vacas gordas lo cual les permitio avanzar rapidamente.Su objetivo es perpetuarse y extenderse,(preocupacion por Colombia). Parafraseando a George Orwell;lograron controlar el presente, manipularon el pasado y se posicionan bien para el futuro.Pareciera que solo una masiva insurrecion popular podria romper este ciclo perverso.
ResponderEliminar"He who controls the present controls the past. He who controls the past controls the future"
George Orwell, 1984
(Disculpa x la falta de acentos)
Estimado Sr.Coronel, la razon por la cual despues de tanto tiempo aun se mantienen en el poder es porque es socialismo del siglo XXI ha resultado ser una conspiracion, todo un plan estrategico bien pensado que para fortuna del Castro-Comunismo coincidio con un periodo de vacas gordas lo cual les permitio avanzar rapidamente.Su objetivo es perpetuarse y extenderse,(preocupacion por Colombia). Parafraseando a George Orwell;lograron controlar el presente, manipularon el pasado y se posicionan bien para el futuro.Pareciera que solo una masiva insurrecion popular podria romper este ciclo perverso.
ResponderEliminar"He who controls the present controls the past. He who controls the past controls the future"
George Orwell, 1984
(Disculpa x la falta de acentos)
Me siento muy identificado con lo que escribes.
ResponderEliminarPero como decíamos en el Centro Excursionista Loyola del Colegio San Ignacio: Excelsior, siempre mas arriba, hasta conquistar la cumbre y sin importar el cansancio.
Hay muchos Venezolanos ajustadizos y busca la vida que se benefician con la estadia de los rojos pero negocian con ellos, pero el problema principal es el grado de ignorancia auspiciado por la plaga roja y avivado con el odio y resentimiento social sin contar el grado de corrupcion de las FA.
ResponderEliminarEse tal san ignacio era medio marico, amén de misogino.
ResponderEliminarSr Coronel, otra vez coincido un 100 % con sus conclusiones basados en ese balance tan personal suyo pero que muchos compartimos. Cuando me rozaron las balas aquel 11.04.2002 y culminando en la salida, aunque temporal de ese canalla, mi decepción con mis compatriotas solo crece a medida que la situación del país empeora. O recuperamos TODO nuestra posición en una sociedad venezolana fortalecida y con loe principios de honestidad y hacer compre lo correcto, o nuestra Venezuela prospera y llena de oportunidades para los venezolanos solo será un recuerdo, una añoranza.
ResponderEliminarLos narcotraficantes que nos gobiernan no estarían allí sin COMPLICIDAD, particularmente de los banqueros! Estoy totalmente de acuerdo con Usted pero tiene que haber castigo para todos los banqueros que le blanquearon los $$$ a estos asesinos narcos que nos gobiernan . Es más, me parece que a ellos son los que tiene que agarrar de primero!
ResponderEliminarTuve la oportunidad de conocer los dos mundos, me crié en ambiente "elitesco" ( pero creo que éramos pocos los que teníamos valores ) y trabajé con la gente pobre en la etapa de mayor popularidad de Chávez y le digo algo: da mucho asco ( y es más peligrosa) ésta gente de élite que tienen como Dios al dinero. Creo que la gente pobre que todavía venera al difunto puede cambiar en corto tiempo. Trabajé como médico en Petare y allí lo que hay es miseria y mucha gente buena!. A través de mi consulta trataba de educar a la gente en valores y la gente era muy receptiva y hasta me convertí en una especie de consejera con apenas 23 años. En el hospital veía a muchos "malandros" y cuando uno hace las cosas bien y con cariño esa gente responde enormemente. Todo esto es, porque a pesar de la pérdida de valores, si creo que somos un país joven que SI puede responder positivamente a un liderazgo firme, inclusivo y humano y por supuesto demicrático.
Con respecto a los enchufados, banqueros millonarios y elite podrida con éstos solo dos cosas: exclusión social y cárcel.