A pesar de los numerosos errores que la Fuerza Armada
venezolana ha cometido durante su historia, apoyando dictaduras, adulando
presidentes y barraganas como estrategia de promoción e involucrándose en tráfico
de influencias y otros tipos de corrupción, nunca antes había caído tan bajo
como en estos últimos 15 años. En esta negra etapa de la vida venezolana los
militares se han convertido en apoyo principal de un horroroso régimen inepto,
corrupto y abusivo. Nunca antes había existido tanta evidencia de militares
incursos en narcotráfico, contrabando y saqueo generalizado del erario público.
Nunca antes había existido tanta injerencia militar en un gobierno forajido
como el que tenemos hoy en día.
El espectáculo de generales dando discursos nauseabundos
sobre socialismo o muerte, sobre su lealtad a un déspota (Chávez) y la manera
como se ha utilizado la gente armada para reprimir las protestas del país no se había visto nunca antes en Venezuela, ni siquiera en la época de Marcos Pérez
Jiménez, cuando la Fuerza Armada se colocó por diez largos años de espaldas al
país.
Lo más trágico de todo esto es que ni quieren ver lo que ocurre
en el país ni escuchan el clamor del pueblo hastiado de este régimen. Cínicamente
sus “jefes”, quienes derivan el mayor provecho personal de la tragedia
venezolana, se apegan al régimen argumentando estar defendiendo la
constitución.
Mienten con descaro. La Fuerza Armada venezolana viola
abiertamente la constitución al defender a un régimen que ha destruido la
independencia y autonomía de los poderes públicos, que ha prostituido el
Tribunal Supremo de Justicia, que ha arruinado a PDVSA y terminado de aniquilar
la CVG, que tiene presos políticos y que tiene al país al borde de la ruina
financiera. Saben todo esto pero se mantienen fieles al régimen forajido y
así lo proclaman a cada instante.
Yo les digo que son cómplices de ese régimen y que por
ello se han ganado el rechazo y el desprecio de los venezolanos.
Todavía encontrarán a quien les adule, a quien diga que
la mayoría de los militares son institucionalistas, que no están de acuerdo con
lo que sucede en el país. Todavía hay quienes le hacen llamados, confiados en su
honestidad profesional. Pamplinas. Si esto fuera cierto ya el régimen hubiese
terminado, porque las violaciones a la constitución y a las leyes, los abusos
de poder, han sido excesivos y humillantes para el país. Yo digo que la Fuerza Armada venezolana, con
sus cañones, tanques, aviones y demás chatarra bélica, representan el mayor
lastre que acogota hoy a la Nación, junto al chavismo agonizante.
La Fuerza Armada es una institución parasitaria. Sus
miembros han tomado las riendas de ministerios, empresas del estado,
gobernaciones de estado, embajadas, de toda clase de funciones públicas y en
todas sus actuaciones se han mostrado rapaces e ineptos. Han permitido ser sometidos
al ridículo, con el programa alimentario. Los desfiles militares son cursis y rastreros.
No sé cuál es la solución a esta inmensa tragedia
venezolana. Esta es una institución que solo puede mejorar desde adentro y ese
impulso de adecentamiento, de dignificación, no existe entre sus miembros. Son
una gran masa ignorante, tratando de sobrevivir en mejores condiciones que el
resto de los venezolanos, aprovechándose de la ventaja que les dan las armas.
No poseen ninguna vergüenza colectiva.
El mensaje que les envía el Frente Institucional Militar, compuesto
por oficiales retirados, es angustioso. Le piden a sus colegas, por enésima
vez, que reaccionen frente a la ignominia, frente a la tragedia. Les dicen:
“Todos los venezolanos, ustedes incluidos,
sabemos que Venezuela es hoy una olla de presión, que de no darle alivio
pronto, podría estallar con consecuencias inimaginables; lo sucedido el día
viernes 2 de septiembre en el barrio Villa Rosa del Estado Nueva Esparta es una
muestra de ello. El régimen se niega a aceptar la realidad del país… mientras
la popularidad de Maduro y su gobierno descienden a mínimos históricos y el
rechazo popular a su gestión se ubica hoy sobre el 80%. La movilización de más
de un millón de ciudadanos el pasado 1S en la llamada “Toma de Caracas”,
exigiendo una salida pacífica, constitucional y electoral a través del RR
presidencial, es una señal de alerta para el gobierno. El régimen se radicaliza
y le pone obstáculos a la realización del referendo revocatorio presidencial
este año, cercenando el derecho constitucional establecido en el artículo 72,
según el cual “todos los cargos y magistraturas de elección popular son
revocables”, cerrando de esta manera la posibilidad de una solución pacífica y
electoral de la crisis. Pero esta señal de alerta es también para el Ministro
de la Defensa General en Jefe Vladimir Padrino López y el Alto Mando Militar,
para que reflexionen sobre el rol que debe jugar la institución en el
acompañamiento a los que plantean una solución constitucional, pacífica y
electoral de la crisis, sin descartar la posibilidad del dialogo y un consenso
entre los factores políticos en juego”.
Y agregan:
‘La institución militar no puede estar de
espaldas a la crisis que enfrenta el país, es parte indispensable de la
solución, la Constitución Nacional le establece deberes y derechos
inalienables, el mensaje lo ha dado la mayoría del pueblo venezolano durante la
gran movilización del 1S, no atenderlo sería una insensatez imperdonable que
agravaría la crisis y cerraría definitivamente el paso hacia la solución
pacífica y constitucional con serias consecuencias para la estabilidad y la paz
de la República”.
¿Que más se les puede decir? Ya no quedan más
advertencias por hacer, más llamados, más exigencias. La Fuerza Armada es un
quiste endurecido, manejada por un grupo de militares inmorales, traidores a su
país. De ellos no es posible esperar nada. Si hay alguna esperanza de redención
para la Fuerza Armada venezolana, ella descansa en la voluntad de aquellos
miembros quienes se unan al mundo civil y se pongan de pie en contra del
régimen.
Los militares y "Fuerzas Armadas" simplemente fueron comprados, sobornados por el regimen criminal y corrupto. Tan sencillo como eso.
ResponderEliminarAsi funciona todo en Venezuela: A realazos. Pura corrupcion, a todo nivel, que ya alcanzo inclusive a los militares. No se trata de "ideologias" Chavistoides, no. No se trata se "socialismo". Se trata de $$$$$$$$$$$$$.
Y cuando la MUD finalmente tumbe al Chavismo, lamentablemente la corrupcion seguira casi igual. La Historia de Venezuela asi lo demuestra.
Repito, alla en nuestro pais lo unico que funcionaria es un regimen militar, pero de derecha, con buenas intenciones, y menos corrupto. No hay "MUD" que solucione tantos problemas. Durante un tiempo, lo que hace falta en Vzla es mano dura. Inclusive para controlar a los mismos militares corruptos. Despues educar a la gente, y volver a una democracia mas sana. Quien va a controlar la economia - con todo el petroleo ya vendido - o el crimen desatado, quien va a empezar a producir algo, lo que sea?
Si no hay mano dura, Venezuela va seguir igual, o peor, por muchas decadas. Suerte, Capriles!
Creo que es el hablador de paja profesional Rafael Poleo, el "inefable", que se la pasa diciendo en su pasquin que Padrino Lopez es el nuevo Wolfgang Larrazabal, lo cual es soberana idiotez porque primero Wolfgang era un vivo criollo y este bolsa no lo puede ser mas porque no practica, y un tremendo militar porque descollo en sus estudios y que en sus manos se va a salvar la Republica. Que no me joda, hay gente que no quiere ver porque no le da la gana. Ese Padrino es un criminal que algun dia estara sentado en los banquitos de la Corte Internacional de La Haya junto a Maduro y Cabello. Poleo debe estar en Miami borracho atarrajandose de mojitos mientras escribe sus "Corto Y Profundos".
ResponderEliminarCon tan mala experiencia con los militares en Venezuela (excepto por el periodo de independencia), parece que la opcion de salir de ellos, al mejor estilo de Costa Rica, es lo viable.
ResponderEliminarEl mundo militar le sale caro y MALO al pais pues lo que se genera con ese grupo es unos cuantos vivos armados y uniformados, sin ningun sentido de patria sino de como hacerse de negocios y de como traficar con sus influencias.
Por una Venezuela sin militares abusadores (y muchos torturadores), vamos a la Costa Ricasicion de este pais.
Yomo Toro