En
su última acción delictiva, hace apenas unas horas, Nicolás Maduro amenazó a
gobernadores y alcaldes de la oposición con eliminar los situados financieros a los cuales
tienen derecho según la constitución. La noticia es la siguiente:
“Este
viernes 14 de octubre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprobó
el Presupuesto Nacional de 2017 por decreto ejecutivo y, durante la alocución,
amenazó a gobernantes opositores con bloquearles fondos durante el próximo año
en el caso de que no firmen una “carta de acatamiento” al Tribunal Supremo de
Justicia —el cual declaró en una sentencia que el presupuesto no pasará por la
aprobación de la Asamblea Nacional (AN), como la Constitución lo señala. Gobernadores
y alcaldes deben firmar carta de acatamiento al Tribunal Supremo de Justicia.
Dijo: Al que no me la firme no le doy
ni medio”.
En respuesta a esta doble acción criminal del hampón Nicolás Maduro he visto
un Acuerdo de la Asamblea Nacional de 13 de octubre, con el cual me solidarizo
plenamente. En este Acuerdo al cual, inexplicablemente, no se le ha dado
publicidad alguna, la Asamblea Nacional pide la constitución de un amplio
Frente Cívico de Resistencia Nacional y le pide explícitamente a la Fuerza Armada
Nacional cooperar activamente en la restitución de la democracia venezolana. La
Fuerza Armada debe cumplir con su deber constitucional de expulsar del poder al
hampón.
La
acción criminal del hampón Nicolás Maduro representa una doble violación a la
Constitución y a las leyes de Venezuela. No solo elimina arbitrariamente la
facultad constitucional que tiene la Asamblea Nacional de aprobar el
presupuesto, sino que expresa públicamente su intención de hacer arrodillar a
las gobernaciones y alcaldías para que acepten esta violación, so pena de no
entregarles el dinero que la misma constitución estipula para su debido
funcionamiento. Pretende humillarlos y prostituirlos.
Esta
doble acción criminal se suma a las innumerables violaciones de la constitución
y de las leyes que el hampón Nicolás Maduro ha llevado a cabo durante el ejercicio
de su función. El hampón Maduro es un presidente ilegítimo que debe ser
apresado de inmediato y llevado a juicio. El hecho de que el Alto mando Militar
de Venezuela se encuentre en situación de complicidad con el hampón Maduro no
significa que éste no deba ser apresado y enjuiciado, como lo exige la misma
Constitución venezolana en su artículo 350.
El
hecho de que una medida no parezca ser aplicable en un momento dado, por
circunstancias como las descritas anteriormente, no le resta vigencia. Nicolás
Maduro es un hampón entronizado en una posición para la cual no es aceptable ni
por las leyes ni por el pueblo. En esta situación se impone actuar desde el
país opositor a fin de restituir el estado de derecho en el país. En este
sentido la MUD está llevando a cabo una acción relacionada con el referendo
revocatorio, la cual cuenta con la aprobación de una mayoría de los venezolanos. Se trata de recabar el 20% de las
firmas necesarias, a fin de mostrarle al mundo que la mayoría de los venezolanos
desea ver al hampón maduro fuera de Miraflores.
Pero
esta acción probablemente será desconocida por el hampón Maduro, como han sido
desconocidas todas las acciones constitucionales que la oposición ha tomado
desde el mismo inicio de la “presidencia” ilegítima del malandro. Será
necesario llegar a la gran decisión que ha sido pospuesta por demasiado tiempo:
la confrontación ciudadana contra el hampón, utilizando para ello todas las
armas permitidas por la Constitución en contra de un gobierno usurpador,
corrupto e inepto, como el que maneja el criminal Nicolás Maduro.
Por
ello planteo, de nuevo, llevar a cabo
acciones como las siguientes:
1.
Transformar
la MUD en un gran Frente Nacional Pro Democracia, el cual incluya en su seno a
todos los componentes de la Sociedad Civil venezolana, en especial la Iglesia,
los Colegios profesionales, los empresarios, los maestros, los estudiantes, los
trabajadores y las asociaciones de vecinos;
2.
Utilizar
todas las armas que nos da la constitución para acelerar la salida del hampón
Nicolás Maduro y de su régimen criminal del poder. Ello incluye las denuncias
sobre su lugar de nacimiento, las protestas ciudadanas masivas, las huelgas
parciales o generales de duración indefinida, ocupación pacífica de avenidas y acciones
de desobediencia civil de diferente naturaleza, incluyendo el desconocimiento
de las órdenes ilegales del régimen;
3.
Pedir a
los presidentes de las naciones democráticas de la región desconocer el régimen
del hampón Nicolás Maduro y suspender sus relaciones diplomáticas con su
régimen de criminales;
4.
Pedir a la
OEA la aplicación de la Carta Democrática Interamericana y expulsar al régimen
venezolano de la organización, tal y como se hizo con el régimen cubano en su momento;
5.
Pedir a las naciones de la Unión Europea que desconozcan
al régimen del hampón Nicolás Maduro y le apliquen todas las sanciones
diplomáticas y/o económicas posibles;
6.
Pedir al
gobierno de los Estados Unidos que aplique sanciones políticas, económicas y
financieras al régimen del hampón Nicolás Maduro, incluyendo sanciones
individuales a los funcionarios del régimen
y restricciones en los envíos a Venezuela de materiales y equipos y en
las importaciones desde Venezuela que sirvan para consolidar al régimen en el
poder.
Deben
surgir, de cada sector de la población venezolana y de cada sitio geográfico
del país, los líderes civiles y militares requeridos para rebelarse
constitucionalmente contra el régimen de hampones que se ha adueñado del país. El
régimen de Nicolás Maduro es ilegítimo, arbitrario, de narcos y ladrones que no
debe seguir acogotando a los venezolanos. Los venezolanos debemos levantarnos
en masa en contra de este régimen porque la alternativa es convertirnos en
esclavos de los hampones. El país está en ruinas. No es posible aceptar esta
situación de brazos caídos. No abogamos por una re-edición de eventos tan
horrorosos como el porteñazo o el carupanazo, promovidos por la misma clase de
extremistas como los que hoy acogotan al país sino acciones ciudadanas encuadradas dentro de la Constitución, donde
la violencia – si es que se presenta – sea llevada a cabo por el régimen, lo
cual aceleraría su salida.
Todos
los venezolanos y latinoamericanos amantes de la democracia y de la libertad
debemos unirnos en contra del régimen del hampón Nicolás Maduro. Este hampón no
es aceptable para la Venezuela decente.
a los hampones hay que buscarlos ,,,,vivos o muertos
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