Estos son días de andar con amargos sabores en la
boca. Sabores a entrega, a desaforado
pragmatismo, a arreglos secretos, sabores amargos a país que ha olvidado sus
pasadas grandezas.
La manera de combatirlos es regresando a lo mejor que
hemos sido, buscando las raíces de la Venezuela que fuimos, alimento para la
esperanza de regresar a ser una Nación digna. Escucho, para ello, valses
venezolanos de Antonio Lauro, una música de pura venezolanidad, rebosante de
alegría y cordialidad, dos de las mejores cualidades que caracterizaban a
nuestro pueblo. Óiganlos aquí: https://www.youtube.com/watch?v=0QvbmiQGYkw
O leo a Aquiles Nazoa y sus poemas sobre la natividad, o a Mario Briceño Iragorry y su “Caballo de
Ledezma” o a Mariano Picón Salas y su “Viaje al Amanecer”. Regreso al Rómulo Gallegos
de “Reinaldo Solar”, a los viriles escritos de Antonio Arraiz y de Alejandro
García Maldonado o a contemplar los paisajes de Manuel Cabré, para re-encontrar
nuestra esencia, para robustecer las
raíces, hoy asfixiadas por la mediocridad y la carencia de decoro.
A pesar de ser un pequeño país hemos tenido momentos de
grandeza. Llevamos a Gallegos a la presidencia, un
intelectual, cuando en el resto del continente abundaban los gorilas. Tuvimos, en
Betancourt, un paladín de la democracia latinoamericana. Tuvimos en Rafael
Caldera, durante su primera presidencia, a un presidente de lujo, orgullo de la
región. Tuvimos a un Leoni cordial y bondadoso y a un Carlos
Andrés con destellos de grandeza, tanto en sus buenos momentos como en sus
momentos de tragedia.
Es lamentable que el país que nos dio gente como Sucre,
Vargas y Bello esté hoy bajo las garras de un Maduro, un Hugo Carvajal o un
Pedro Carreño. Estos últimos serían pequeños y deleznables accidentes genéticos
si no fuera porque han llegado, gracias a nuestra pobreza de ciudadanía, a
posiciones de abusivo y deshonesto poder político.
Veo nuestra degradación actual y me refugio en la
Venezuela que fuimos, buscando fortaleza para seguir batallando contra la
Venezuela que tenemos.
Es el momento de afincarnos en nuestras raíces, de ir a nuestra
esencia. Somos el país de Bello, de Sucre, de Gallegos, de Cabré, de Lauro, de
Picón Salas, de Uslar Pietri y de Soto, no el país de Delcy e Iris, de Ramírez y
Padrino López. Somos el país de Andrés Eloy, no de Julián Isaías, el país de
Calvani, no de Chaderton Matos. Que la gente que hoy lidera los esfuerzos de la
Venezuela democrática nunca olvide quienes hemos sido y la necesidad de honrar
la memoria de nuestros héroes civiles. Es honrándolos e imitando su entereza
como podremos salir de la larga pesadilla que ha puesto en peligro nuestra supervivencia
como nación.
Muchas Gracias Sr. Coronel por estas palabras. Necesitamos gente como Ud.,por eso lo admiro y lo sigo fielmente.
ResponderEliminarGustavo,
ResponderEliminarVenezuela se acabo cuando 911 "artistas e intelectuales" le abrieron las piernas a Fidel Castro. Arturito Sosa, Elias Pino Iturrieta, Ines Quintero y pare Ud. de contar. Unas bellezuras puras.
El dia que salio ese comunicado debimos haber agarrado las maletas. Ya se veia claramente lo que venia. Ese postramiento hacia el barbudo fue lo que nos jodio. Ahora somos una colonia.
http://plumacandente.blogspot.com/2011/03/los-911-intelectuales-venezolanos-que.html
Como el beisbol es también parte de la esencia de ser venezolano, y a propósito del glorioso triunfo de los cachorros, en el que hubo participación de venezolanos, cometo la osadía de hacer este comentario acá, a propósito de beisbol y Venezuela.
ResponderEliminarNo lo había querido mencionar "per sacaramanzia", como dicen los italianos, pero en vista de que sigue pasando y pasando el tiempo y nada, vamos a ver si mencionando lo que sigue, cambia nuestro infortunio:
-En 1908 los Cachorros ganan su última Serie Mundial y es derrocado Cipriano Castro
-En 1945 los Cachorros van a su última Serie Mundial y es derrocado Medina
-En 1948 los Indios ganan su última serie Mundial y es derrocado Gallegos (ya esta no aplica por razones obvias)
Bueno, es que ya uno no haya de que agarrarse...
Yo vi el juego en un sport bar en la costa central de Florida. Este encuentro final entre Cachorros e Indios confirma que el beisbol es el deporte que proporciona más emociones, aunque ahora la gente en Venezuela se esté inclinando por otros deportes, algo que lamento y que no es del caso analizar aquí. En la ciudad donde estoy ahora no se percibía ningún interés y sólo el último juego llenó el bar y plenó el ambiente de beisbol, lo cual me llama la atención.También por aquí el beisbol ha perdido terreno.
ResponderEliminarPor cierto, por esas cosas únicas del beisbol, el héroe fue Zobrist, pero el hit del venezolano Montero impulsó la carrera que a la postre resultó la diferencia.
Entiendo que no es el lugar para hablar de este tema, pero ya que este séptimo juego entra en la historia como uno de los más importantes y conociendo que el responsable del blog es aficionado a esta singular actividad, aproveché el comentario anterior para hacer el mío. Sirva esto como un oasis anta tanta miseria y pesadumbre que sufrimos los venezolanos desde hace ya casi 18 años.
Con la venia de Gustavo, de acuerdo con el anterior comentarista. La magia del beisbol. Deporte único. Una de las mejores Series Mundiales, comparable con la Red Sox-Rojos de 1975, y nuo de los mejores séptimo juego, comaparable con el de 1960 y el jonrón de Mazeroski, Piratas, que dejó en el terreno a los Yankees, 10-9.
ResponderEliminarLo especial es que competían dos equipós con largas sequías. Especial todo, Theo Epstein, quien acabó con la maldición del Bambino a los Red Sox, ahora lo hace con los Cachorros y la maldición de la cabra. Ver a los actores John Cusack y Bill Murray disfrutando como niños el más bello juego inventado. El último regalándole una entrada junto a él detrás del home a una mujer que inutilmente buscaba quien le revendiera un ticket.
La magia de Maddon, a pesar de algunos movimientos discutibles, como el uso de Chapman. La participación de los venezolanos y el hit decisivo de Montero. Un momento sublime en medio de esta tristeza que nos embarga a los venezolanos.
Voy a continuar con el beisbol en respuesta al anterior comentario. Sin pretender la genialidad de Yogi Berra puedo decir que "quien apaga el televisor en un juego de Serie Mundial con un equipo en ventaja por varias carreras no es un real aficionado". Lo digo porque cuando se jugó la Serie Rangers-Cardenales yo viajaba a Florida ese día. El vuelo se retrasó y cuando llegué a Weston pregunté por el resultado y mi concuñado me respondió que "ganaron los Rangers". Mi frustración fue infinita al enterarme el día siguiente del verdadero resultado a favor de San Luis.
ResponderEliminarComo dije en mi primer comentario, estaba en un sport bar que debía cerrar a la 12 de la noche. Cuando el juego se empató a la altura del octavo inning, empecé a pensar que me iba a suceder algo similar a lo narrado arriba. Por fortuna, había todavía bastante gente consumiendo bebidas y comida. Cuando comenzó a llover la tensión mía era similar a la que tenían los jugadores en el campo de Cleveland. Un clinte gritó: "¿qué hay para desayuno?. Al reanudarse el juego, la muchacha que atendía la barra del bar mostraba signos de impaciencia y ya en el décimo inning le advirtió al que estaba a mi lado que la cerveza era la última que le servía.
El encuentro finalizó al filo de la 1 a.m. y fui uno de los últimos en abandonar el sitio, cuando la mayoría de los asistentes y empleados ya se habían retirado.
En beisbol nunca "take for granted".
Fran Monroy Moret @fmonroy
ResponderEliminarDon Oswaldo Cisneros en cadena nacional, dandole la mano al dictador Nicolas Maduro, firmando un convenio entre la petrolera que compró y el "Estado".
La tarde de este viernes el ministro de Petróleo, Eulogio del Pino, y el presidente Nicolás Maduro firmaron, en el Palacio de Miraflores, dos convenios en materia de hidrocarburos que representan una inversión de más de 1,4 millardos de dólares.
ResponderEliminarPetróleos de Venezuela (Pdvsa) y la empresa estatal india ONGC Videsh suscribieron un un convenio para fortalecer la producción de crudo de la empresa mixta Indo Venezolana S.A., localizada en la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) "Hugo Chávez", el mismo está valorado en 318 millones de dólares.
El segundo convenio fue concretado con la empresa DP Delta Finance BV, propiedad del magnate y firmante del documento Oswaldo Cisneros Fajardo. La firma fue por un monto de 1.118 millones de dólares.
Con las negociaciones concretadas en este viernes se espera que Venezuela incremente en los próximos años su producción en 435 millones de barriles diarios (MBD) para tener una fabricación de 855 MDB en Petrodelta y Petrolera Indovenezolana.
Maduro destacó que el país en año y medio ha recibido una inversión de 10,7 millardos de dólares de sus socios en materia petrolera. “Dinero que va directamente al fortalecimiento al motor SEIS, de hidrocarburos”.
Según se reporta hoy cinco millones se lanzaron a las calles de Chicago a celebrar el triunfo de los Cubs, bastante más que cualquier marcha en Caracas contra el estiércol que gobierna.
ResponderEliminarMe faltó el que antes de cinco.
ResponderEliminarMas bien sobra el que. Por andar apurado
ResponderEliminarDon Oswaldo Cisneros....my ass.
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