El Síndrome de Estocolmo fue incorporado a la literatura científica a raíz
del asalto a un Banco, con toma de
rehenes, que tuvo lugar en aquella ciudad en 1973. Durante el proceso
judicial que siguió al asalto los rehenes se opusieron a testificar en contra
de los acusados, alegando haber estado más temerosos de la policía que de los
asaltantes. Muchos otros ejemplos, aún más dramáticos, siguieron a este asalto,
los cuales revelaban la curiosa relación emocional que se establece entre
bandidos y rehenes. Recuerdan a Patty Hearst?
Lo que tenemos hoy en Venezuela es algo que tiene cierto parecido con
aquello. En este país, las víctimas del régimen que ha manejado
el poder durante los últimos 17 años, no cesan de repetir: “esto es el colmo”,
cada vez que el régimen les quita la luz, el agua, el dinero, la comida, las
medicinas, la libertad, la posibilidad de viajar y el derecho a votar. Exclaman
“esto es el colmo” cuando ven que Rafael Ramírez malgastó o permitió que se
robaran $11000 millones de dinero nuestro cuando estaba en PDVSA, o cuando ven
cómo los “revolucionarios” dan rumbosas fiestas donde canta Oscar De León y
corre la champaña, mientras todos los venezolanos, tanto los seguidores del
chavismo como las mayorías que no lo son, pasan hambre y tienen necesidades
insatisfechas.
“Esto es el colmo” dicen, cuando ven que el inepto y rastrero Nicolás
Maduro se va a La Habana a pedirle instrucciones a Raúl o a
enterrar a Fidel , o cuando el traidor Padrino López reafirma la lealtad de la
Fuerza Armada al payaso en violación de la Constitución. “Esto es el colmo”, exclaman, cuando ven que
los sobrinos narcotraficantes de Cilia Flores portaban pasaportes diplomáticos
y viajaban en jets privados, mientras los venezolanos no tienen pasaporte y no pueden viajar, aunque sea en clase turista.
Sin embargo, en relación con este síndrome de “esto es el colmo” funciona hoy un mecanismo adormecedor y apaciguador que nos llega desde Ecuador (UNASUR),
Washington (Departamento de Estado) y Roma
(Vaticano) , el cual recomienda a los
que exhiben el síndrome a "no
perder la esperanza”. Les dicen: “Olviden las marchas, cuidado con el derramamiento
de sangre, siéntense a dialogar con el régimen, como seres civilizados”.
Ha sido difícil negarse a ese
llamado de la razón, de la fe y de la civilización, sin lucir intransigentes. Por ello, ha sido acogido por importantes
líderes de nuestra oposición: Borges, Rosales, Falcón, entre otros, quienes ven en una negociación con el régimen
la posibilidad de llegar eventualmente al poder en el país, una vez que el
régimen haya implosionado, como en efecto parece estar ocurriendo. El “pequeño
problema” con esa implosión es que se está tomando su tiempo, mientras el
régimen roba, destruye, abusa, aprisiona, exilia, confisca y se burla. Por
ello, el diálogo, en el cual están involucrados algunos de estos líderes y unos “facilitadores” insensibles al sufrimiento
de la población, ha venido a ser una farsa que está costando más vidas y más sufrimiento
.
Venezuela es un estado
fallido bajo un régimen forajido con el cual no debería haber diálogo posible. Si ello no
es reconocido por la oposición, si se insiste en un diálogo inmoral, los
potenciales aliados internacionales de la oposición se quedarán sin incentivos
para ayudar. Venezuela está perdiendo su última oportunidad de redención moral
sentada en una mesa de negociación con el régimen forajido
Ese syndrome les pega a los "Traga Cotorra" de los "embarrialados" de la mud (mud en ingles=barro).
ResponderEliminarSres, para salir de esta dictadura criminal, a los chavistas no hay que escucharles mas la cotorra. Con ellos, calle y cachiporra.........
Muy de acuerdo, Don Gustavo. Conversar o dialogar con 'este regimen no tiene sentido ni tendra' ningun resultado positivo. Es hora de aplicar el articulo 350 de la constitucion y declarar al pais en desobediencia civil total.
ResponderEliminarEsta situación del país ha llegado a tal extremo que la gente está anestesiada. Llevo todo el siglo 21 en la Oposición que se opone y creo que con esta metida de pata de aceptarle el monólogo al gobierno se está perdiendo la última oportunidad que quedaba de salvarse. R.I.P Venezuela
ResponderEliminarLa gente se acostumbra a su propia miseria. Es lo que se llama el "boiling frog effect". Pones a la gente a sufrir, empeorando sus condiciones de vida, pero poco a poco.. Despues de 15 años ya se acostumbran.. Lloran y patalean, pero poco, mucho menos.. Despues, como los Venezolanos que quedan, se resignan a esas condiciones..
ResponderEliminarEs como la rana: la pones en una olla, pero no le subes la candela demasiado.. con el tiempo se acostumbra a eso.. como los Venezolanos.Dociles, asustados que sobreviven como pueden. Y claro, los niños que nacen y crecen bajo ese regimen durante 18 años, nunca vieron otra cosa.. Osea que tambien se resignan y se la calan.. como borregos.. saben que si arrechan, les cae el el Sebin o la carcel encima, estan oprimidos por la dictadura, apoyada por los militares y policias corruptos. Contra eso, no se puede hacer mucho..
es cierto lo que dice sledge,
ResponderEliminarFidel Castro fue haciendo el efecto rana a su gusto gracias al cabron de Sabaneta
La reaccion fue en abril de 2002 pero como en Venezuela no existia como ahora un
Pinochet no paso lo que paso en Chile.
Ahora estos delincuentes no tienen oposicion alguna. Tienen a Ramos Allup y a Capriles,
que son sus mejores y mas queridos aliados.
Yo creo que mejor va siendo ir cerrando el capitulo de Venezuela y dedicarnos al resto
de nuestras vidas.
La estupidez no tiene limite, Y unos estúpidos se atrincherado a dialogar lo no dialoga ble, burlándose del país; la MUD quedo como "novia e pueblo"y los esbirros del gobierno como malos maridos,con la cabroneria del Vaticano y la OEA no se queda atrás!
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