EL MOTOR HIDROCARBUROS NO EXISTE: ES TRACCIÓN ANIMAL

No es mi intención definir a todos quienes integran el llamado MOTOR HIDROCARBUROS como jumentos. Hay algunos miembros allí que me merecen consideración, si no mi aprobación. Me refiero específicamente a quienes manejan el llamado MOTOR HIDROCARBUROS, es decir, a los directores de PDVSA y al Ministerio de Energía y Petróleo. Ellos son quienes tratan de empujar la carreta de los hidrocarburos venezolanos cuesta arriba pero se les viene la carga cuesta abajo. No hay motor alguno allí, es pura tracción animal.

Es triste ver como a este fraude que la dictadura llama MOTOR HIDROCARBUROS siguen asistiendo representantes de organizaciones empresariales que son convertidas, con su presencia, en pasivos cómplices del fraude.  

En esta ocasión la reunión fue para presentar su primer balance anual. En esa reunión el presidente de PDVSA, Eulogio Del Pino, quien es también el coordinador del MOTOR, expresó que “éste fue uno de los motores con mayor actividad, dinamismo y resultados; siendo extremadamente productivo”.

¿Qué entenderá del Pino por “productivo”? Este año de operación del MOTOR la producción petrolera ha bajado significativamente, las refinerías están trabajando muy por debajo de su capacidad instalada, los tanqueros están varados porque no pueden pagar la limpieza de sus cascos, le empresa ha sido botada de Curazao, CITGO ha sido hipotecada para garantizar deudas, el empleo sigue incrementándose, la corrupción es galopante. ¿De qué progreso habla del Pino?  ¿Y por qué permanecen sentados allí, oyéndolo, en cómplice silencio quienes han sido reclutados para integrar el MOTOR?

Para del Pino las buenas noticias tienen que ver con el aumento de la deuda de la empresa. Dice que han conseguido más dinero prestado, unos cinco mil millones de dólares de los “socios nacionales e internacionales”. Al mismo tiempo que anuncia la nueva deuda dice que la deuda ha “disminuido”.  Los informes financieros de la empresa, a pesar del maquillaje, nos dicen lo contrario. Del Pino anuncia financiamientos durante 2016 por $30.000 millones, pero esas son palabras sin sustentación alguna. ¿Dónde está el dinero? Lo que existe son “acuerdos” que se “firman” año tras año, sin que haya desembolsos efectivos, ceremonias vacías tales como los firmados con la empresa Rosneft. Lo que existen son deudas, como la que llevó a CITGO a poner en prenda la mitad de sus acciones a Rosneft para obtener $1500 millones de préstamo.

Se habla de la refinería de Puerto La Cruz. ¿En qué nivel de desarrollo está ese proyecto? Ha debido estar terminado en 2014 pero nadie sabe en qué situación se encuentra hoy, después de estar atado a un banco quebrado, el Espirito Santo y a una empresa cuyo presidente fuera enjuiciado y condenado en China por corrupción. Originalmente se hablaba de cinco mil millones de dólares. Ahora del Pino habla de ocho mil millones de dólares. Pareciera que fuera un proyecto de Odebrecht, porque  nunca se ejecuta.

Mencionó del Pino la creación de nuevas empresas mixtas. Entre ellas está la célebre empresa militar, un fraude que convierte a la Fuerza Armada en vulgar gestor de negocios entre PDVSA y el sector privado, lo cual promueve la existencia de groseros sobreprecios.  Habla de eventos internacionales, sobre yacimientos comunes, con Trinidad y Tobago, lo cual es un refrito que tiene años dando vueltas, ahora firmado a espaldas de la Asamblea Nacional, por lo tanto ilegal.  

Dicen que la culpa no es del ciego sino de quien le da el garrote. Mucha de la responsabilidad por el desastre que es hoy la Industria Petrolera Nacional se debe a la complicidad y cobardía de la Cámara Petrolera, acompañada de organizaciones fantasmas, como la llamada Federación Bolivariana de Energía y Petróleo. Como ejemplo de lo que digo, vean este triste video sobre esa “organización”:  https://www.youtube.com/watch?v=YiFPFhXUX1U . Da pena ajena.