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Por fin, las líneas de batalla entre la oposición democrática venezolana y
el régimen dictatorial están claramente establecidas, gracias al extraordinario
documento mediante el cual la Asamblea Nacional de Venezuela acuerda declarar a
Nicolás Maduro “ausente” de su cargo y de sus obligaciones. El crimen de Maduro
radica en que esta es una ausencia de sus deberes constitucionales llevada a
cabo con toda premeditación, con toda conciencia. No se trata, como
ingenuamente alegan los Sres. Henri Falcón y Mario Villegas, miembros de una
oposición guabinosa, de algo que “no tiene ni pies ni cabeza porque Maduro no
se ha ausentado”, tomando la declaración de ausencia como si se tratara de
ausencia física. Se trata, como el
documento establece de manera contundente, de una pavorosa exhibición de negligencia
criminal en el desempeño de las funciones
presidenciales y de una premeditada violación de las leyes de la Nación con la
finalidad de mantener a un narco-régimen en el poder. Los considerandos de la
Asamblea Nacional son prácticamente exhaustivos y no olvidan ningún aspecto
importante del abandono que Maduro ha hecho de su cargo, a fin de favorecer la
entronización de un régimen forajido en Venezuela, el cual ha sido definido
como tal por organizaciones internacionales, un régimen alineado con las
dictaduras más macabras del planeta. Este abandono ha hecho posible que
Venezuela hoy enfrente una crisis económica, financiera y social de gigantescas
dimensiones , generada paradójicamente en los años en los cuales el país ha
recibido los ingresos petroleros más cuantiosos de su historia. Como resultado,
el país está hoy fuertemente endeudado, su soberanía económica comprometida con
los acreedores y su soberanía política entregada a Cuba, primero por el
fallecido Hugo Chávez y , ahora, por Nicolás Maduro, el ausente.
Por fin, repetimos, están claras las líneas de batalla entre la oposición
democrática y el narco-régimen. Entre otras bajas generadas por este documento
está el diálogo, el cual todavía es promovido, de manera inexplicable, por
agentes externos y por algunos líderes políticos y analistas venezolanos que se
definen como opositores pero que persisten en cuadrar el círculo ético y
sentarse con un régimen forajido a negociar una transición que les haría posible irse
tranquilos del poder con sus dineros mal habidos, después de haber causado la
ruina nacional. Creo que pocos se atreverán a seguir hablando de diálogo con un
régimen que es definido de la manera como lo define el documento de la Asamblea
Nacional, elegida por el pueblo para que lo representara políticamente.
De la declaración de la Asamblea Nacional se desprenden consecuencias de la
mayor importancia. Un presidente en abandono del cargo no puede continuar en la
presidencia, a menos que lo haga mediante un abierto golpe de estado. Por
supuesto, Maduro ordenará a su pandilla judicial, el Tribunal Supremo de
Justicia, rechazar el Acuerdo y restarle validez, pero ese acto se parecerá más
y más a la abierta rebeldía de un grupo ilegítimamente aferrado al poder. La
OEA tendrá ahora una poderosa razón adicional para aplicar la Carta Democrática
Interamericana al régimen venezolano.
Cuál es el complemento de esta acción legislativa? El pueblo en la calle,
pidiendo nuevas elecciones ya. El país no puede esperar más. Creo que es hora
de pedirle a quienes siguen abogando por un diálogo inmoral que cesen de
hacerlo y se coloquen de manera clara a favor del pueblo venezolano en su
pedido legítimo de elecciones libres, de una salida electoral inmediata para
esta pavorosa crisis. El país debe ponerse de pie, utilizar todas las
herramientas ciudadanas posibles para
dar la batalla por la democracia y la libertad en Venezuela. Organismos que han
permanecido silenciosos deben hablar claramente. Vemos que organizaciones
empresariales como Fedecámaras y Consecomercio han sido excluidas de reuniones convocadas por el régimen. Por qué las organizaciones empresariales no se
deciden a unirse a la sociedad civil para exigir un fin de este régimen? El
régimen las está asfixiando con controles absurdos y aumentos salariales
demagógicos e imposibles de satisfacer.
La MUD debe ampliar su composición para incluir miembros de la Sociedad
Civil que deben tener voz y voto en la acciones de la oposición. Debería pensarse
en un Frente Nacional que llame a marchas, huelgas y las más diversas acciones
de protesta ciudadana, todo ello enmarcado dentro de la constitución, de manera
organizada, perseverante, sin súbitos cambios de dirección. La extraordinaria declaración
de la Asamblea Nacional del día de ayer, Enero 9, 2016, marca la pauta que debe
seguir la oposición de ahora en adelante: masiva confrontación ciudadana en
contra de un narco-régimen cuya cabeza visible ha abandonado los deberes de su
cargo y ha formado una alianza mafiosa con grupos corruptos de civiles y de
militares para mantenerse en el poder de manera ilegítima.
Pedimos solidaridad a la comunidad internacional. También en ella deberá
llevarse a cabo un deslinde definitivo entre quienes apoyan al narco-régimen y
quienes lo adversan.
Venezuela ha llegado a la hora de la verdad, llevada de la mano por la Asamblea Nacional.
Que posibilidad existe de organizar protestas o hacer peticiones ante la sede de la OEA en Washington DC para que esta gente por fin reaccione a favor del pueblo Venezolano y ayuden a sacarnos a este regimen criminal de Venezuela?
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