Hace poco más de un año fui a dar una charla en la Universidad de Tulsa.
Aproveché mi presencia allá, acompañado de Marianela, mi esposa, para ir a cenar con mi gran amigo Roberto
Mandini y su esposa Marina. Roberto vivía en Tulsa desde la década de los 90,
en una casa rodeada de árboles, repleta de libros y cosas bellas. La cena fue
memorable porque Roberto y Marina exhibieron sus habilidades culinarias,
seleccionaron un excelente Cabernet Sauvignon y nos dieron a probar un extraordinario
tequila, sobre el cual Roberto discurrió con gran conocimiento.
Me acaban de informar que Roberto falleció anoche, lo cual para mi esposa y
para mí ha sido una noticia desoladora. Roberto era un hombre en pleno disfrute
de la vida. Gran gourmet, frecuente viajero,
poseedor de una gran cultura, su vida en Tulsa, en aquella casa tan
hermosa, era idílica. Mis visitas a Tulsa, ciudad que amo profundamente y en la
cual viví cuatro años felices, estudiando geología en la Universidad de Tulsa, adquirieron
el atractivo adicional de encontrarme con Roberto y su esposa y de conversar
con ellos por largas horas, rodeado del cálido ambiente de su hogar.
Antes de ir a Tulsa a ocupar la
presidencia de CITGO, cuando CITGO era una buena empresa, Roberto había tenido
una brillante carrera en la industria petrolera venezolana. De impecables
credenciales académicas como graduado de la Universidad Central de Venezuela y,
luego, con post grado en la Universidad de California, Berkeley, Roberto
ingresó en Creole Petroleum Corporation. Lo conocí durante los debates
pre-nacionalización petrolera, cuando se convirtió en uno de los líderes de los
profesionales petroleros en la gran batalla de opinión en la cual participamos,
a fin de lograr una nacionalización eficiente, sin complejos y sin los deseos extremistas
de la ultra-izquierda. Roberto era un tecnócrata ciento por ciento y escribió lúcidos
artículos en RESUMEN sobre los aspectos financieros y organizacionales que
debían ser resueltos para nacionalizar con eficiencia.
Su carrera en PDVSA lo llevó a la presidencia de CORPOVEN, donde hizo una
extraordinaria labor. CORPOVEN era la empresa más débil al inicio de la nacionalización,
dada su heterogénea composición, la cual incluía a CVP y a organizaciones heredadas
de ex-concesionarias de mediano tamaño. Lo que tuvo que hacerse allí fue crear
una identidad corporativa que no existía, tarea en la cual Frank Alcock y
Roberto Mandini tuvieron una muy destacada actuación.
Roberto fue nombrado presidente de CITGO y, a la llegada de Hugo Chávez al
poder, reemplazó a Luis Giusti como presidente de PDVSA. Allí duraría apenas
unos siete meses, cuando se dio cuenta de que aquello iba al precipicio. Cuando
fue a hablar con Chávez para objetar la presencia en la empresa de un mediocre
comisario de la revolución, Héctor Ciavaldini, Chávez se quitó la careta
tecnocrática y despidió a Roberto, nombrando a Ciavaldini en su lugar.
Roberto regresó a Tulsa y allí vivió tranquilamente alejado de las tormentas
políticas venezolanas, hasta ayer, cuando me sorprende la noticia de su fallecimiento.
Hace apenas un año lo vi lleno de vida, con su exuberante personalidad, su
punzante humor y hablé con él largo y tendido sobre muchos aspectos de la vida.
Roberto no quiso escribir sus experiencias en la industria, lo cual hubiera
sido maravilloso.
Habíamos pactado una nueva visita a lo que yo llamaba The Mandini Inn and Resort, de cinco estrellas, su casa llena de
cosas bellas y de una cálida cordialidad. Ya eso no será posible. Ahora queda
mi admiración por su talento y mi apreciación de su amistad. Su imponente presencia
física se combinaba con su avasallante cultura para hacerlo un personaje
inolvidable.
Adiós a mi gran amigo, Roberto Mandini. Como dice la PRIMERA DE
TESALONICENSES 4:13-18: “Nuestra esperanza es que volveremos a ver a
nuestros amigos nuevamente; no en un mundo borroso y distante de fantasía
espiritual, sino como personas palpables, alegres, que hablan y ríen, con
quienes volveremos a reunirnos en la hora de comunión mαs grande de todos los
tiempos”.
Un profesional desaprovechado en su país, dado que no era corrupto y no le servía a Chavez. ..
ResponderEliminarSe fue otro grande de la otrora extraordinaria industria petrolera Venezolana; ejemplo de eficiencia en el mundo, hoy venida a pique por los destructores y resentidos que desgobiernan el pais. QEPD!!
ResponderEliminarYo estuve bien cerca de PDVSA, ojo no de Mandini, fue nombrado por el loco Chavez Frias. Recuerdo clarito la noche en la que el psicopata ese anuncio que Robertico Mandini iba a ser el nuevo presidente de PDVSA. Con la sonrisota de payaso de mal circo mal avenido dijo:
ResponderEliminar"HE DECIDIDO NOMBRAR A ROBERTO MANDINI, HOMBRE DE EXPERIENCIA, EN LA PRESIDENCIA DE PDVSA".
Entonces iba diciendo los nombres del gabinete riendose y haciendo chistes malosos y decia que ese era su "lineup" para el juego de beisbol que iba a comenzar. Quien no supo ver el desastre es que no habia leido un libro de historia en su vida.
Carajo, esa noche supe que habia que largarse bien lejos de Venezuela. Pero bien lejos.
Mandini era un buen tipo, no me imagino el drama personal que significo aceptarle el cargo al loco e' carretera ese, estoy seguro que Roberto Mandini no era comunista, quizas trato de buena fe hacer algo por PDVSA no se. Y no lo sabremos porque nunca escribio nada.
En la videoconferencia cuando se despidio del cargo tenia una pesadumbre que se notaba en los ojos tristones mientras explicaba que se iba.
El Wall Street Journal alla en agosto del 99 dice esto:
Internal War
Another source says his resignation has more to do with an internal war between Mr. Mandini and PdVSA Vice President Hector Ciavaldini. "They both seem to represent different policies within PdVSA," said Alberto Quiros, a former president of Shell de Venezuela.
Mr. Ciavaldini stands for subordination by PdVSA to the state while Mr. Mandini wants to keep PdVSA open to the international market and preserve its independence, Mr. Quiros said.
Parece mentira lo sencillo que lo tuvieron los comunistas para volver mie__a todo. Y mas aun sin siquiera mover tropas. Fidel Castro para ponerle la mano a Venezuela la tuvo simple con sus dos agentes en PDVSA, Ali Rodriguez y Ciavaldini.
Hola Gustavo:
ResponderEliminarEl escrito del link anexo en el cual su autor (Manuel Bermudez Romero) dice lo siguiente:
.."Una de las virtudes, digamos que humanas, de la prensa norteamericana, son sus páginas obituarias. No son, como en Venezuela, las páginas que insertan los llamados popularmente “avisos de entierro”, sino bloques de información que brevemente -con mayor o menor extensión- retratan por escrito a los personajes fallecidos diariamente. Es una verdadera sección mortuoria la que tiene cada diario.
Habitualmente la sección ocupa más de una página donde se reseña la vida de los fallecidos con renombre, quienes la mayor parte de las veces fueron políticos, deportistas, profesores, músicos, investigadores, intelectuales o bienhechores públicos. La intención periodística es recordarle postreramente al lector quiénes fueron y cuál su huella.".........
Me recuerda que tu eres quizás, el único o uno de los pocos, que escribe sobre la gente de la Industria Petrolera venezolana (gente valiosa y olvidada generalmente) cuando fallecen y a los que ya nadie ni menciona ni se acuerda...esto a propósito de tu mensaje sobre la muerte del apreciado Roberto con quien comparti muchas discusiones sobre la geología y la exploración en Venezuela , con sus sarcasmos, sus comentarios ácidos y sus ironías, pero sobre todo con su inteligencia.
El escrito aunque es sobre Eduardo Lopez Quevedo retrata bien una faceta de Roberto Mandini y por eso me pareció pertinente enviártelo.
saludos
Richard
http://contextos.blogia.com/2008/112201--qui-n-fue-eduardo-l-pez-quevedo-.php
Roberto era unico. Inteligente y culto. Sus escritos que muchos recibimos eran bien pensados e informados. Ha sido una triste sorpresa su desaparicion. QEPD
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