El Capital Social puede ser definido como los valores y
normas no escritas compartidas por los miembros de una sociedad, las cuales promueven el trabajo en común, la cooperación y el progreso. Entre esas normas figuran en lugar
prominente la reciprocidad, la honestidad y la confianza. De Tocqueville había
advertido ya en la sociedad estadounidense lo que él llamó “el arte de la
asociación”, como uno de los ingredientes esenciales de una sociedad
floreciente.
En Venezuela estos ingredientes de una sociedad solidaria
han estado, históricamente, poco desarrollados. Sin embargo, una fuente
importante de capital social abundante en nuestro país ha sido tradicionalmente
la familia extendida, una estructura frecuente en la cultura latinoamericana,
la cual trata de compensar por las
deficiencias de una relación social más amplia entre miembros de la sociedad
que no comparten lazos de consanguinidad.
A pesar de que la familia extendida es una manifestación
de solidaridad esencialmente tribal no hay dudas de que existe una fuerte
correlación entre su existencia y la capacidad de sus miembros para
relacionarse con éxito con grupos y personas fuera de ese círculo familiar. Lamentablemente en
nuestro país la frecuente ausencia del padre le resta al niño la posibilidad de
establecer redes sociales de significación en la comunidad. Esa ausencia representa
un obstáculo para el desarrollo de estas redes, restando al niño y al adolescente
la posibilidad de desarrollar confianza
en el prójimo a través de su relación con la autoridad paterna.
Por este y otros factores la carencia de suficientes normas y valores compartidos
en nuestra sociedad ha conducido a un débil capital social, el cual se ha
tratado de reemplazar, particularmente en los últimos 17 años, por el estado benefactor y paternalista. Ello
ha llevado a muchos venezolanos a ver en el “presidente”, el autócrata, la
figura paternal que no han tenido en sus hogares. En el caso específico de Chávez/Maduro
este intento de reemplazo ha probado ser catastrófico para la sociedad
venezolana. La figura del padre, la cual
serviría en un hogar para robustecer la confianza del niño en el adulto,
llevándolo a incrementar el capital social, ha sido sustituida por un estado
paternalista que utiliza a la persona bajo su cuidado como simple herramienta
para lograr fines de poder político. En este sentido el estado paternalista
venezolano se ha convertido en un agente de destrucción del capital social.
Esta acción destructora de capital social se manifiesta a
través de las políticas de subsidios y dádivas a la población llevadas a cabo
por el chavismo, a cambio de exigir a los venezolanos lealtad política. Lejos
de crear incentivos para la solidaridad social esta gran piñata venezolana
representa una fuente de rivalidades y mezquindades, estimulando la competencia,
no la solidaridad, entre los “beneficiarios” de la limosna. Es como si un padre
distribuyera alimentos en el hogar condicionando la entrega al amor y la lealtad
de los hijos. Esta práctica conduciría, inevitablemente, a la aparición de la
hipocresía, de la desconfianza entre hermanos, de la rivalidad y de la trampa
para obtener los mejores beneficios.
Esto es lo que ha ocurrido en la Venezuela del chavismo. Por
ello, la influencia nefasta del chavismo no se extinguirá con su salida del
poder político. Quedarán secuelas gravísimas de embrutecimiento entre el pueblo, las cuales tendrán que ser
objeto de atención, tanto o más
cuidadosa que el suministro de comida y medicinas a la población. Habrá que
diseñar una urgente política de educación ciudadana para reparar y eliminar el
daño causado a millones de venezolanos por las prácticas innobles de manipulación
ejercidas en contra del pueblo por tantos años, las cuales han llevado a un
agudo empobrecimiento material y, sobre todo, espiritual.
Como decía el poeta Andrés Eloy Blanco:"trabajo es lo que hay que dar y su valor al trabajo." El populismo democrático empezó en Venezuela muy temprano con Larrazabal y su plan de emergencia. Rómulo lo continúo, no olvido que como Chávez, llevaba autobuses con personas de diferentes partes del interior a Caracas para sus mítines.Fueron los pioneros de los ranchos. Todos los presidentes de los 40 años fueron populistas. Chávez ganó porque también hubo abstención, nunca fue tan popular como lo pintan, era cobarde y se rodeaba de anillos de seguridad. Jamás fue a un estadio de béisbol, por temor a las putas. Su supuesta popularidad fue muy fabricada por los medios, a los cuales premió expropiando, cerrando, arruinando. También contó siempre con una falsa oposición, desde Arias Cárdenas, Rosales, Capriles, Ramos Allup, Borges, Petkoff,y demás alimañas. Es verdad María Corina y López son los líderes emblemáticos que nos quedan.
ResponderEliminarEl teclado del teléfono me cambia las palabras, jamás quice decir putas....La palabra es pitas .Perdonen mi teclado telefónico
ResponderEliminarOjo Milano, tambien hay otros factores, RCTV no se canso de joder al pobre CAP todo lo que pudo saboteandolo y echandole la culpa de todos los problemas que trato de resolver. Yo si creo que CAP estaba en lo correcto con sus medidas del 89 pero ya la conspiracion estaba en marcha y nadie en el ejercito detuvo a los conspiradores. CAP no creyo que lo iban a sacar y dejo eso asi para cuando volviera de Davos. Ochoa Antich puso a todos esos comandantes en puestos privilegiados aunque fueron detenidos al menos dos veces por Penaloza y Heinz. Todo se perdio.
ResponderEliminarUno se pone a pensar en los castigos que se merecen estos desgraciados chavocastristas y la imaginación se te agota. Son psicópatas del peor nivel, pero no por decisión, sino por estúpidos. No existe peor elemento en la especie que un tarado de mala fe con poder. A Maduro, parásito mal formado, lo domina constantemente el subconsciente, (Consciente no hay), desde la multiplicación de los penes y sus constantes bailes sobre cadáveres, se ve que su única neurona no tiene descanso. Que bueno es al menos saber que ninguno de ellos puede dormir si en medio de la noche suena un tubo de escape. Llegará una noche, coño, va a llegar, que no será una explosión de combustión y este tipo de humillaciones sobre vivos y muertos sea saldada con la justicia que siempre han merecido, por traidores a la patria. Esa vaina va a pasar y yo la voy a ver.
ResponderEliminarJohn Paul Jones.
quieren una Buena leccion?
ResponderEliminarNo me importa lo que digan.....pero colgar a estos lideres chavistas en todas las plazas de Venezuela a nombre de Simon Bolivar aleccionaria a muchos.
Sera posible que en Venezuela no exista ni una persona o grupo que sean capaces de, al menos, tratar de eliminar unos cuantos malditos? Comenzando por Maduro y terminando por Falcon, con lo cual abarcarian toda la gama de imbeciles y pusilanimes que arruinan al pais.
ResponderEliminar