La desfachatez de Oscar Schemel,
de Hinterlaces y de José Vicente Rangel, no deja de asombrarnos. Según ellos,
un 69% de los venezolanos se sienten optimistas, mientras que otro 69% se
sienten pesimistas. Es decir, para esta gente la población encuestada suma
138%.
Así lo dicen, ver:
* 2 nov. 2016 optimista 54%, el 24 ene. 2017
69%
* 2 nov. 2016 pesimista 44%, el 24 ene. 2017 69%
* 2 nov. 2016 pesimista 44%, el 24 ene. 2017 69%
Agregan que un 51% de los venezolanos se
siente feliz, que un 74% se siente esperanzado, que un 60% está tranquilo, pero agregan que solo un 37% está contento. Es
decir, están felices, tranquilos, esperanzados, optimistas pero descontentos. Si
usted logra entender estas contradicciones lo felicito.
Las conclusiones que derivan este par de
pajarracos de estas estadísticas son dignas de Goebels. Dicen:
“Se
incrementan los indicadores socio-emocionales positivos del país. Los
venezolanos manifiestan sentirse optimistas, tranquilos y esperanzados…. Es en
la economía donde se juega hoy el destino de la revolución. Es el tiempo de las
soluciones y de los hechos. Después de una etapa de batallas y triunfos, la
gente quiere orden, valores, eficiencia y también certidumbres acerca de su
porvenir… El gobierno bolivariano debe
enfrentar -con resultados- una implacable guerra económica .
Añaden algunas frases que, sin alterar el
contenido de la venenosa propaganda le dan apariencia de objetividad a la “encuesta”,
al decir: “Hay molestia y preocupación pero no hay rabia ni furia colectiva que
puedan caotizar la a la sociedad venezolana”. Se necesita mucho caradurismo
para decir cosas como esta.
Qué triste es ver como Rangel se ha prostituido
con el paso del tiempo. La mayoría de los humanos mejora con la ancianidad,
etapa de la vida cuando desaparecen las ambiciones y las tentaciones. Pero Rangel
piensa llevarse sus millones a la tumba o parece creer que todavía puede jugar
un papel importante en el país. No es la edad la que se lo impide, es su
desplome moral.
Schemel, por su parte, es un bandido que no
merece comentario alguno.
Lo que vemos aquí es un buen ejemplo de la
degeneración de una clase de venezolanos que abandonaron sus principios o que
nunca los tuvieron.
JVR ha sido toda la vida un sinverguenza de marca mayor. Con la edad se ha vuelto mas burdo y grotesco en sus ideas.
ResponderEliminarDe Schemel como dices no vale la pena ni comentar. Pura basura.
Schemel es un tipo sin ninguna calificación para hacer encuestas. No es que sea solo un sinverguenza,como dice el primer comentarista -que lo es y de marca mayor-. Es que ese sujeto tiene formación para hacer encuestas lo que tengo yo de sacerdote: nada.
ResponderEliminarEn cuanto a JVR, ¿qué se puede agregar sobre este leproso moral?
Normalmente se piensa en lo contrario y lo opuesto cuando ocurre esa situacion!
ResponderEliminarClaro esta que ud. es optimista o lo questiona si se siente poco optimista por razones exteriores y a su alrededor!
Hay el optimismo de el ser que es lo contrario a decaimiento y mera indiferencia!
NO SE PUEDE SER FELIZ SIENDO NEGATIVO EN SU SER, aunque el optimismo externo sea poco o bien malo!
Las mathematica de Schemel es matemática roja rojita. Son todos unos sinverguenzas.
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