En 1981 fui
despedido de Petróleos de Venezuela por órdenes del ministro de la época por
haber denunciado ante PDVSA acciones irregulares promovidas por ese ministro en
relación a la mudanza de la sede de la empresa Meneven a Puerto La Cruz. Aunque esa decisión me privó de mi empleo y de mi derecho a la jubilación, en
retrospectiva me considero afortunado, ya que de haber sido
jubilado estuviera compartiendo las angustias y las incertidumbres de miles de jubilados petroleros, debido al irresponsable
comportamiento de la empresa. La historia del progresivo deterioro y mal manejo
de las pensiones de los jubilados petroleros puede resumirse de la siguiente
manera (agradezco las informaciones que me han hecho llegar, las cuales forman
la base de este resumen):
1. En 1993, la Junta Directiva de PDVSA, aprobó la constitución de la
“Asociación Civil Administradora de los Fondos de Pensiones de Petróleos de
Venezuela y sus Filiales APJ-PDV” para, a través de la misma como persona
jurídica distinta a PDVSA, invertir las reservas actuariales y con su
rendimiento, poder aumentar las pensiones. Un alto componente del Fondo se
colocó en dólares, a fin de mejorar el rendimiento.
2. Como las inversiones debían ser de bajo riesgo a fin de proteger el capital, entre 1993 y 2001 el fondo no produjo un alto rendimiento. Por ello, la Junta
directiva de PDVSA aprobó hacer aportes extraordinarios para poder
incrementarlo.
3. Esta política duró, debidamente reportada, hasta 2002. Hasta ese momento
hubo transparencia en el Fondo, ya que un representante de los jubilados asistía
a las reuniones del Fondo, junto con los gerentes de PDVSA. A partir del
ejercicio 2002, los jubilados no volvieron a tener ese oyente, por lo cual se
rompió el hilo de la información debida a los jubilados.
4. Alrededor del año 2005, la calidad de vida de los jubilados comenzó un
proceso de desmejoramiento. Los Estatutos del Fondo dejaron de cumplirse y las
cartas con solicitudes de la asociación de jubilados comenzaron a quedar sin respuesta. Para el año
2007, algunos jubilados comenzaron a quejarse públicamente
5. El pago de los aumentos de las pensiones se retardaron y se redujo la
cobertura del plan de salud en 50%. Ante los pedidos de información de los
jubilados, la empresa careció de respuestas.
6. A inicios del 2011 se conoció por
los medios de comunicación la noticia del “caso Illaramendi” en el cual se
veían afectados los haberes depositados en el Fondo, lo cual causó mucha
incertidumbre e inquietud entre los jubilados y más aún cuando un alto
funcionario declaró públicamente que PDVSA no administraba el fondo de
pensiones sino los jubilados, afirmación que todos sabemos no era correcta
7. La incertidumbre se acentuó en el tiempo y en 2014 PDVSA llegó al extremo de atribuirse la
propiedad de los haberes del Fondo mediante una reforma protocolizada de sus
estatutos llevada a cabo en Noviembre de ese año, lo cual fue detectado por los jubilados en
agosto de 2016, en revisión hecha en la Oficina del Registro Público.
8. Ante tantos años de espera sin respuesta de PDVSA y con pensiones cada vez
más desmejoradas, en Agosto de 2016 tuvo lugar una manifestación en todas las
sedes de PDVSA a nivel nacional que fue reseñada por distintos medios de comunicación
nacional.
9. Las siguientes estadísticas ilustran el deterioro de la situación del Fondo: El efectivo y equivalentes en divisas disminuyó drásticamente de US$ 7.233.000 en el año 2005 a $.1.399.000 en el año 2013 · Así mismo, el portafolio de inversiones en el extranjero administrado principalmente por Wachovia Securities de US$, el cual montaba a $ 699.564.000 fue reducido a US$ 113.290.000 administrado por Union Banque Suisse, quedando el 90 % de las inversiones mayoritariamente en instrumentos financieros PDVSA o en títulos avalados por la Nación. · Como resultado de lo anterior se pudo comprobar que los intereses por cobrar en divisas al cierre de ambos ejercicios aumentó de US$ 586.000 en el 2005 a US$ 95.711.000 en el 2013. Con la migración de la cartera internacional a instrumentos financieros PDVSA se observa la tendencia creciente de aumento de intereses por cobrar a PDVSA que tiene el Fondo. Para el 2014, estos ascendieron a la cantidad de Bs. 6.498 millones, lo que representó diez veces más que en el ejercicio anterior. Mientras el excedente de las utilidades por distribuir a los beneficiarios del ejercicio 2014 ascendió a Bs. 99.900 millones, en el año 2015, solamente fueron pagados a los jubilados Bs. 27.000 millones. Del ejercicio 2015 PDVSA no ha suministrado información alguna; sin embargo, partiendo de los haberes que deberían existir según la información disponible, las ganancias estimadas para ese ejercicio deberían haber sido 230.000 millones de bolívares, con lo cual la pensión que los jubilados deberían haber recibido en 2016 debió ser de 85.000 Bs en lugar de Bs. 40.000 mensuales. Para el ejercicio 2016 se estima que las ganancias por efecto de la variación de la tasa cambiaria podrían triplicarse con respecto al ejercicio precedente con lo cual las pensiones este año 2017 deberían aumentarse apreciablemente si el Fondo manejado por PDVSA pagara totalmente tales ganancias, como corresponde según los estatutos originales que establecen claramente que los haberes depositados pertenecen a los jubilados.
9. Las siguientes estadísticas ilustran el deterioro de la situación del Fondo: El efectivo y equivalentes en divisas disminuyó drásticamente de US$ 7.233.000 en el año 2005 a $.1.399.000 en el año 2013 · Así mismo, el portafolio de inversiones en el extranjero administrado principalmente por Wachovia Securities de US$, el cual montaba a $ 699.564.000 fue reducido a US$ 113.290.000 administrado por Union Banque Suisse, quedando el 90 % de las inversiones mayoritariamente en instrumentos financieros PDVSA o en títulos avalados por la Nación. · Como resultado de lo anterior se pudo comprobar que los intereses por cobrar en divisas al cierre de ambos ejercicios aumentó de US$ 586.000 en el 2005 a US$ 95.711.000 en el 2013. Con la migración de la cartera internacional a instrumentos financieros PDVSA se observa la tendencia creciente de aumento de intereses por cobrar a PDVSA que tiene el Fondo. Para el 2014, estos ascendieron a la cantidad de Bs. 6.498 millones, lo que representó diez veces más que en el ejercicio anterior. Mientras el excedente de las utilidades por distribuir a los beneficiarios del ejercicio 2014 ascendió a Bs. 99.900 millones, en el año 2015, solamente fueron pagados a los jubilados Bs. 27.000 millones. Del ejercicio 2015 PDVSA no ha suministrado información alguna; sin embargo, partiendo de los haberes que deberían existir según la información disponible, las ganancias estimadas para ese ejercicio deberían haber sido 230.000 millones de bolívares, con lo cual la pensión que los jubilados deberían haber recibido en 2016 debió ser de 85.000 Bs en lugar de Bs. 40.000 mensuales. Para el ejercicio 2016 se estima que las ganancias por efecto de la variación de la tasa cambiaria podrían triplicarse con respecto al ejercicio precedente con lo cual las pensiones este año 2017 deberían aumentarse apreciablemente si el Fondo manejado por PDVSA pagara totalmente tales ganancias, como corresponde según los estatutos originales que establecen claramente que los haberes depositados pertenecen a los jubilados.
10.
La historia reciente es
una de pedidos de reuniones, comunicaciones intercambiadas y continuas evasivas
por parte de la empresa. El paso del
tiempo sin respuesta parece indicar que, cada vez más, los jubilados y la
asociación que los agrupa carecen de importancia para PDVSA.
Esta triste
historia de los jubilados petroleros confirma la desastrosa situación del país.
En este caso parecen haberse violado todas las reglas que deben regir las
relaciones entre una empresa y sus empleados jubilados. La Asamblea Nacional
debería actuar con vigor e interpelar a los gerentes de PDVSA responsables por
esta trágica situación.
Lo mismo que está pasando en las universidades: desmejoran progresivamente a los jubilados, eso sin contar con el hecho de que el sueldo de los activos, de por sí y al cambio del paralelo, que es el que refleja clos precios de todo, es una miseria que nos pone en el nivel de Haití. Y tampoco le cumplen a los jubilados y pensionados en países que tienen convenios con Venezuela para eso.
ResponderEliminarY todavía hay que calarse a los colaboracionistas y sus asesores descalificando a quien pide acciones drásticas..."Hay que enfocarse en las regionales" dice un pícaro por allí, pegado a la botella.
La verdad el ministro comelón te hizo un gran favor, Gustavo. Tengo entendido que a el no le ha ido demasiado bien. Cosas que tiene la vida no?
ResponderEliminar