Pobrecita Venezuela.... me duele mucho, pero no podemos tomar partido
El canciller chileno, Heraldo Muñoz, afirmó ayer que
Chile se opone a “golpes o autogolpes”, o a cualquier solución que no pase por
un diálogo entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición, para
restituir la plena democracia en Venezuela.
No se trata de
alguien desinformado. Ya toda la región latinoamericana y hasta el mundo entero
sabe lo que pasa en Venezuela. Hasta en un diario de Arabia Saudita hemos visto
una caricatura en donde el narco-presidente Maduro firma una nueva constitución
con un cañón de tanque como mano. Estamos frente a una postura hipócrita,
desconsiderada, del gobierno de Chile, la cual insiste en un diálogo entre el
pueblo inerme y los tanques. Este canciller de la indignidad sabe que en
Venezuela no hay dos partes en busca de una solución sino una dictadura feroz y
criminal, por un lado, y un pueblo desarmado pero en plena rebeldía por el
otro. Su llamado a un diálogo es un insulto para los venezolanos. Mejor haría
en callar, si de sus labios no sale otra cosa que la melosidad hipócrita de
quien se dice demócrata, pero quien resulta ser un miembro más de la cofradía
de invertebrados que asiste indiferente a
la tragedia venezolana.
Este lamentable
canciller sabe de las muertes, de las prisiones y de las torturas. Sabe que
cada día un nuevo alcalde electo por el pueblo es enviado a prisión por el
narco-régimen. Sabe que la “Constituyente” es un fraude, sabe que en Venezuela
el presidente, el vicepresidente, ministros y generales son narcotraficantes,
ladrones o violadores de derechos humanos. Sin embargo, insiste en pedir en
nombre de su país un diálogo entre las víctimas y los victimarios. Es como si
alguien en 1940 hubiese pedido un diálogo entre Hitler y el pueblo judío. Seguramente
hubo hipócritas y cobardes que así lo hicieran pero sus nombres no han quedado
para la historia. Lo que sí sabemos es que cada día que el mundo libre deshojó
la margarita en contra de Hitler significó la muerte y el sufrimiento de miles,
millones de víctimas de su barbarie en toda Europa. El canciller chileno es uno más de esos tristes pequeños actores de la
tragedia venezolana quienes compartirán
responsabilidad por la inacción de varios de los gobiernos democráticos de
América en contra de la barbarie chavista.
Así como nunca
olvidaremos a quienes han actuado con dignidad, tampoco olvidaremos a quienes
le han dado la espalda al pueblo venezolano.
Una protesta frente a la embajada o los consulados de chile es necesaria para protestar la posicion pusilanime de el gobierno chileno........que bolas tienen. Mas guabinosos no pueden ser.
ResponderEliminarEs lamentable la posición del gobierno chileno, más hipócritas y cobardes no pueden ser. Tampoco olvidaremos a República Dominicana y Haití, gobiernos lamesuelas y cobardes.
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