Soy uno de los 32 millones de
venezolanos quienes han tenido que experimentar el horror del narco-régimen
chavista. Han sido 18 años de desastres, abusos, privaciones para millones de
compatriotas y de un progresivo proceso de embrutecimiento y humillación de un
pueblo indefenso. En nuestra ya larga vida nunca habíamos visto nuestra patria
nativa tan arruinada, tan disminuida. Venezuela, país de libertadores, escritores,
pintores, músicos y atletas, de gente buena y cordial, hoy despierta la lástima del planeta, casi al
nivel de Siria, de Haití y de los más desasistidos países africanos.
De esos 18 años de ignominia que
ha sufrido Venezuela a manos de la barbarie chavista ya tengo 14 años fuera del
país. He encontrado la tranquilidad y la posibilidad de vivir modestamente,
como ciudadano honesto, en el gran país que es los Estados Unidos. A la
Venezuela chavista, caracterizada por la corrupción y la crueldad de los
iletrados, no regresaré jamás.
Aunque ausente, Venezuela nunca
ha estado fuera de mi mente. Desde el inicio de este miserable narco-régimen
chavista he luchado en su contra con las únicas armas que poseo: mis denuncias
verbales y escritas. Ello me ha llevado más de una vez al umbral de demandas
por parte de quienes han robado y ahora utilizan su dinero mal habido para
tratar, sin mucho éxito, de lavar su reputación. Muchos de estos criminales,
con sus alforjas llenas de dinero sucio en el exterior, crean fundaciones, se
asocian con centros de arte, donan dinero a candidatos presidenciales y actúan
en el mundo civilizado como dueños de bancos, empresas financieras,
restaurantes, salones de belleza o crías de caballos de carrera. Lavan su
dinero pero todos los venezolanos decentes los conocen y saben dónde se encuentran.
Sin embargo, no es una nueva denuncia el motivo principal de esta nota.
Esta vez deseo reconocer públicamente a
algunos de los venezolanos que luchan con tesón por ver a su país libre de la
barbarie, venezolanos quienes no tienen armas otras que su dignidad y deseos de
ejercer su condición de buenos
ciudadanos. De ellos recibo a diario información sobre el país y admiro ver la constancia
con la cual transmiten, vía el milagro de Internet, las ideas de libertad,
dignidad y democracia. Son héroes ciudadanos, de todos los días, incansables,
sin pedir nada a cambio. Entre otros y de memoria agradezco a : Corina Parisca, madre de María Corina Machado ;
Corina Mondolfi, de quien recibo diarias noticias invalorables; Daniel Duquenal, gran caballero del coraje; Alex
Boyd, incansable luchador por la verdad; Miguel Octavio, extraordinario
bloguero sobre asuntos financieros; María Teresa Van der Ree, Gran Dama de la resistencia
democrática venezolana; Dr. Francisco Kerdel Vegas, ilustre venezolano, extraordinario
catalizador de grandes ideas; Iván
Sánchez, perseverante transmisor de noticias sobre Venezuela; Alex José Major, día a día, con la
información; Manuel J. Romero, amigo de toda mi vida, aliado de todas las causas
nobles; Jorge Pardo Febres, como una
campanita; Carlos Bicelis, quien mantiene a los petroleros informados; Lazlo
Beke, con su magnífica recopilación de noticias sobre el acontecer cotidiano del
país; Elio Ohep, Editor del muy útil Petroleumworld.com; Sergio Sáez y Francisco
Monaldi, siempre al día en asuntos petroleros; Allan Brewer Carías en materias
legales y constitucionales; David Morán, desde La Patilla; Thor Halvorssen,
líder de la Fundación de Derechos Humanos. Estos y muchos otros venezolanos de excepción
suplen la ausencia de diarios que fueron independientes en una época pero que
han sido comprados por el narco-régimen y ya no se dedican a la noticia sino a la
propaganda oficial.
Estos compatriotas nutren nuestra esperanza
por una Venezuela futura donde impere la dignidad.
Me vas a disculpar querido Gustavo, pero el gran caballero eres tu.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mil gracias especialmente a tí también Gustavo!
Para RECIVEX ha sido nuestra misión desde enero del 2.002.
También apoyo tu mención de reconocimiento para todos los que informan por amor a Venezuela.
Hay una gran cantidad de acciones encomiables de los venezolanos en el exterior que muchas veces ni nos enteramos. Gracias a Facebook vemos algunas publicadas.
Junto a Marianella recibe un gran abrazo.
María Teresa
El agradecimiento es mutuo Gustavo!
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