¿Cómo habrá sido la reunión de la directiva de
la Corporación Andina de Fomento, CAF, para autorizar el préstamo de $400
millones al Banco Central de Venezuela?
Uno se la imagina más o menos así:
Primero que todo, la presentación del proyecto hecha por el funcionario encargado de Venezuela ante
la Directiva del organismo:
“Como ustedes saben las finanzas
de Venezuela están en crisis. El Banco Central de Venezuela está emitiendo
dinero inorgánico en cantidades nunca vistas antes, lo cual ha generado una híper-inflación
que llegará al 2000% en pocas semanas. La petición del préstamo por la cantidad
de $400 millones que nos ha hecho el Banco Central de Venezuela, por boca de su
presidente Ramón Lobo, no está avalada por la Asamblea Nacional, lo cual pondrá
en tela de juicio su legitimidad. Por otro lado, no está claramente definido en
la petición de préstamo el destino que se le dará a ese dinero. La corrupción
en el país ha avanzado a pasos agigantados, la transparencia y la rendición de
cuentas han desaparecido por completo y muchos de los miembros del gobierno,
desde el presidente y su entorno familiar hasta los ministros del despacho y
presidentes de institutos y empresas del estado figuran entre los sancionados
por países como Estados Unidos y Canadá por violación de derechos humanos,
corrupción y narcotráfico. El mismo gobierno, por razones políticas, se ha
encargado de corroborar la galopante corrupción que existe en Petróleos de
Venezuela y ha decidido apresar a dos recientes ex-presidentes de Petróleos de
Venezuela y perseguir al más notorio de ellos, el Sr. Rafael Ramírez.
Las agencias de crédito
financiero internacional han rebajado significativamente la evaluación del país
y han definido eventos financieros recientes como de “Cesación de Pagos”, en el
caso de bonos de PDVSA y de otras empresas del Estado. Las demandas
internacionales en contra de PDVSA han surgido desde múltiples fuentes, tanto
privadas como hasta de los países más amigos, incluyendo empresas como
Cristallex y Koch Industries, China y Rusia. Las transacciones entre PDVSA y el
Banco Central de Venezuela carecen de transparencia y han estado diseñadas para
inyectarle a la empresa enormes sumas de dinero impreso por el Banco, en transacciones
que han sido torpemente maquilladas mediante una transferencia de acciones fantasmas de empresas mineras de
PDVSA al BCV, operación asombrosamente aprobada por el auditor externo de la
empresa.
Si la Corporación decidiera
llevar a cabo el préstamo – prosiguió el funcionario - estimamos que este será punto menos que
irrecuperable, dadas las condiciones financieras del país y su frágil legitimidad,
al carecer del aval de la Asamblea Nacional. Se podría decir, como justificación,
que la Corporación estará desempeñando un papel financieramente estabilizador,
al proveer liquidez a un país en problemas por la vía de una institución
financiera autónoma”. El funcionario expositor se permitió sonreír al
mencionar al Banco Central de Venezuela como un instituto “autónomo”.
El presidente de la CAF
dijo: Bueno. “Vamos a tomarnos unos 15 minutos de receso y luego retornaremos para
tomar la decisión”. Y se dirigió al baño, seguido por sus compañeros de
directiva. Allí, en el entorno adecuado para no ser escuchados, analizó la
situación. “Negar el préstamo es imposible, amigos. Somos rehenes de este régimen
en nuestra sede en Altamira. Hemos debido mudarnos de aquí hace tiempo ya que
nuestra permanencia en el país nos hace prisioneros del régimen. Hasta nuestra
seguridad personal estaría en peligro”.
Regresaron a la sala de
reuniones y allí, después de algunos comentarios de menor importancia sobre
detalles administrativos, la petición del préstamo de cuatrocientos millones de
dólares para el narco-régimen de Nicolás Maduro fue aprobada por la Junta
Directiva del organismo.
En la Asamblea Nacional,
única asamblea legítima que existe en Venezuela, el diputado Ángel Alvarado,
intervino para decir: “Señores de la CAF, nadie le presta a un
Gobierno que contrae deudas para pagar otras. ¿Cómo piensan que pagarán? Ramón Lobo (presidente del BCV) no tiene la
aprobación de este Parlamento. Ustedes se están haciendo cómplices de una
dictadura que viola los derechos humanos… ¿Como
es posible que ustedes digan que el BCV es un organismo autónomo, cuando están obligados
por el régimen a imprimir dinero inorgánico para mantener los gastos corrientes
del gobierno? “.
En Altamira, en
la sede de la CAF, los empleados iniciaban las tareas de colocar los arbolitos
de navidad en las oficinas. El espíritu de la navidad los había invadido,
pensando que los $400 millones que acababan de aprobar para Venezuela servirían
para mejorar la tragedia humanitaria que ha llevado hambre, enfermedad y desesperada
fuga a millones de venezolanos, chavistas y opositores por igual.
Mientras tanto,
en Miraflores:
Se escuchó una alegre carcajada y una voz
gruesa que decía: “Es mucho el pernil que se puede importar con ese dinero, General
Padrino. Esos millones me garantizan la re-elección y la consolidación de la
revolución. Voy saliendo para La Habana a presentar mi informe y llevo muchas
buenas noticias”
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