El miércoles pasado se llevó a cabo en el Diálogo Interamericano, en
Washington DC, un evento muy concurrido
sobre “Las Múltiples Caras de la Emigración Venezolana: Desafíos y
Soluciones”. Fue presentado conjuntamente por el Diálogo Interamericano
y por una nueva organización basada en
Washington llamada VISION VENEZUELA. Los expositores fueron Pedro Leyva, de la
Asamblea de Cúcuta; Francisco Márquez de VISION VENEZUELA y Myriam Hazan de la
organización de estados Americanos, OEA, actuando como moderadora Laura Porras,
del Diálogo Interamericano.
Pedro Leyva, miembro de
la Asamblea de Cúcuta, describió la situación que existe actualmente en la
frontera entre Venezuela y Colombia. “Es una crisis humanitaria para Venezuela,
pero también para Colombia”, dijo. “Aunque no hay una cuantificación confiable,
se estima que cada día unos 25.000 venezolanos cruzan hacia Colombia por esta
frontera”. Lo que hace crítica la situación, dice Leyva, es “que Cúcuta tiene
la tasa de desempleo más alta de Colombia”. Sus instituciones de educación,
seguridad y salud se encuentran “desbordadas” por esta crisis. Leyva se lamenta
de que existan muchas ofertas de ayuda pero pocas o ninguna materializan. Para Leyva la solución a este
grave problema no puede ser de beneficencia o dádivas de naturaleza temporal sino una solución social de más largo plazo,
en base a la creación de nuevas industrias a lo largo de la frontera. En este
sentido pidió más atención al desarrollo de industrias como la de la sábila en
la región, lo cual generaría miles de empleos. Leyva dirigió sus palabras hacia
el BID y la OEA y le imprimió a su planteamiento una gran urgencia. Advirtió
que una masiva entrada de venezolanos a la región puede generar sentimientos de
xenofobia o resentimiento entre los residentes, un fenómeno que ha sido
frecuente en casos similares.
Francisco Márquez, de VISION VENEZUELA, mencionó la situación como de crisis sin precedentes
en Venezuela. Dijo “Los venezolanos que están saliendo del país equivalen al
10-15% de la población”, lo cual es relativamente más grave que los movimientos
de otros países de la región hacia el Norte. Además, continuó, es más grave por
la rapidez con la cual está ocurriendo. Venezuela, agregó Márquez, “está en una
situación de guerra” aunque ella no exista formalmente. Hay hiperinflación,
hambre, carencia de atención médica, colapso de los servicios públicos, un regreso
de enfermedades que se creían controladas para siempre como el paludismo, el
sarampión y otras, las cuales presentan un riesgo significativo para la salud
en la región. Márquez agregó: “Hay gente que camina 2 y 3 días desde el centro
del país hacia la frontera, para salir”.
“La diáspora venezolana es de una gran heterogeneidad, no solo de las
clases medias y altas sino de las clases populares”. Hace pocos años, agregó,
se encontraban venezolanos en pocos estados de los Estados Unidos, hoy hay
venezolanos hasta en Hawái y en 49 estados de este país, exceptuando Vermont y
Alaska (por el frío).
Myriam Hazan, OEA, dijo que la crisis está recibiendo una gran atención por parte de la OEA.
La magnitud de la diáspora es significativa, unos 2. 2millones de venezolanos
fuera de su país. Apenas en 2015 no pasaban de 700.000, hoy se ha triplicado el
número. Los países más afectados por este fenómeno son los limítrofes, Colombia
y Brasil, así como países como España, USA y Perú. A Perú están llegando miles
de venezolanos cada mes. En Trinidad y Tobago se muestra un rechazo hacia los inmigrantes
venezolanos, posiblemente – digo yo - debido a su escasa capacidad de absorción. De
los venezolanos que han emigrado apenas un 40% están en otros países en
condiciones legales, un 60% en situación irregular. La diáspora venezolana
presenta un gran desafío para la región, al mismo tiempo que una oportunidad
para tratar de encontrar fórmulas eficientes de integración.
De las presentaciones quedó claro que existen dos procesos en marcha: uno
es de una emigración por goteo, aunque acelerada y otra de refugiados, de
naturaleza casi aluvional. El primer proceso está distribuido en muchos países
de la región y de Europa mientras que el
problema de los refugiados se concentra en los países limítrofes como Colombia
y Brasil y en algunos países donde los venezolanos han encontrado mucha
capacidad receptiva, como Perú.
Estos dos procesos tienen características diferentes y las soluciones
deberán también ser diferentes. El problema de los refugiados es de emergencia
regional y debería ser atendido de manera primordial por la OEA, con el apoyo
financiero del BID, de la CAF y de países con mayor capacidad de ayuda financiera
como Canadá y USA. El proceso de diáspora es de mediano a largo plazo y no es
uno que admita de soluciones simples. La experiencia de las diásporas de otros países
sugiere que mucha nunca regresa. El país
que genera la emigración experimenta una pérdida temporal de talento pero, en
el largo plazo, esta pérdida es recuperada por nuevas generaciones de remplazo.
En paralelo, quienes salen del país en crisis, no solo enriquecen sus vidas y amplían
sus mentes sino que se convierten en agentes de modernización al regresar a sus
países o, si no regresan, contribuyen desde el exterior a cambiar las actitudes
del país de origen, aquellas actitudes que generaron la diáspora. En un
anterior escrito en este blog, ver : http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2018/07/aspectos-positivos-de-la-diaspora.html
yo sugería que el proceso de crecimiento que experimenta el emigrante
venezolano al vivir en países de cultura ciudadana superior a la nuestra se
convertirá en un factor importante en el cambio actitudinal de la sociedad
venezolana del futuro. Los venezolanos de las últimas cuatro o cinco
generaciones han integrado una sociedad profundamente narcisista y parroquial,
lo cual debe cambiar si el país quiere salir del atraso.
LO QUE EL EVENTO NO ANALIZÓ
El evento no estuvo diseñado para analizar las raíces generadoras de la
crisis sino, más bien, sus manifestaciones. Es decir, se habló de la fiebre
pero no del foco de la infección. Se
analizaron los síntomas más que la causa central de la enfermedad. Solamente el
ex-embajador Timothy Towell, en su breve intervención como asistente, mencionó
la causa de la diáspora y sugirió la curación: salir del régimen actual y
remplazarlo por uno democrático y eficiente. Pudiera ser deseable programar
otro evento para hablar de este aspecto de la crisis.
Felicitamos al IAD y a VISION VENEZUELA por este excelente programa.
Pareciera que como un análisis de las consecuencias del desastre venezolano estuvo muy bien realizado. Ojalá que éste trabajo e intercambio se convierta en el comienzo de una búsqueda para la solución continental de la barbaridad que está pasando en Venezuela y se puedan tomar acciones concretas para buscar la salida del régimen y el comienzo de una recuperación que será lenta y dolorosa.
ResponderEliminarEl nivel de destrucción en que ha incurrido el narco-régimen es insólito, y no se sabrá su verdadera situación hasta que se produzca un cambio político, y les aseguro que el pero pronóstico se quedará corto.
A ver si finalmente la OEA hace algo útil pues hasta ahora ha sido todo palabra y ninguna acción positiva. Hagan su trabajo!